jueves, 17 de mayo de 2007
En Puerta 6 nuevos proyectos turísticos en la Costalegre, reconoce Semades
Los trámites, en la Semarnat; no me han llegado “directamente” las solicitudes: Del Toro
Los desarrollos IEL La Huerta y Tambora no tienen una visión de sustento ambiental, dice la secretaria
JUAN CARLOS G. PARTIDA - La Jornada Jalisco
Hasta seis nuevos proyectos de desarrollos turísticos en la costa de Jalisco están en trámite en la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), reconoció ayer la titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (Semades), Martha Ruth del Toro, quien sin embargo dijo que directamente a ella no le han llegado solicitudes para la necesaria autorización estatal.
No obstante, documentos en poder de La Jornada Jalisco demuestran que el pasado 19 de febrero la Semades recibió una petición informativa del Fideicomiso Bancomer para “llevar a cabo un desarrollo turístico sustentable” en el predio denominado Paramán-Xola, en el municipio de Tomatlán, en una región conocida como Chalacatepec, aledaña a la zona de reserva y sitio de refugio para tortugas marinas El Playón de Mismaloya, muy importante por sus lagunas y esteros de gran riqueza natural sobre todo en aves migratorias.
“Como jalisciense y gente que anda en el medio de hace un buen rato, sí, sí viene un número (de proyectos turísticos) que quizá duplique o triplique los ya autorizados, y es la parte que me preocupa más. En general yo conozco de cuatro a seis proyectos que de hace tiempo atrás –al igual que IEL La Huerta y Tambora– estaban en cartera; yo los conozco porque uno se entera de todo, pero no hay información de que hayan llegado a presentármelos directamente. Con la Secretaría (del Medio Ambiente y Recursos Naturales) hay acercamientos, pero conmigo directamente no”, dijo la titular de Semades.
En oficio número 61883 y con sello de recibido el 19 de febrero pasado, el entonces titular de Semades, Ramón González Núñez, recibió nueve días antes del término de su gestión un documento firmado por Carlos Agnesi Aguilar, miembro del Comité Técnico del Fideicomiso Bancomer del predio Paramán-Xola, con domicilio para oír y recibir todo tipo de notificaciones en avenida Vallarta 2510 en Guadalajara, en el cual el promovente solicita información técnica para conocer a detalle las restricciones ambientales en la zona.
La solicitud está basada en un error de omisión de la Semades en su página de Internet, pues los desarrolladores de Bancomer en busca de sitios en la costa para promover la construcción de un hotel de lujo dieron con que la unidad de gestión ambiental “Pe320” no tiene un documento técnico correspondiente al municipio de Tomatlán, por lo que se ignoran las políticas territoriales; los usos de suelo predominantes; uso de suelos compatibles, incompatibles y condicionados; además de los criterios de manejo correspondientes. Una unidad de gestión ambiental se refiere, en síntesis, a un ecosistema donde las condiciones son similares; hay más de 300 de estas unidades en todo Jalisco.
Aunque en general la costa de Jalisco se caracteriza por ser un corredor de playas donde sólo tortugas, pescadores o aves marinas se aparecen en medio de selvas y esteros, el área de Chalacatepec es rica en marismas y lagunas como la de Agua Dulce, los esteros El Ermitaño, El Chorro, Majahuas, la laguna de San Juan, la marisma Chacacatepec y el estero Xola-Paramán.
En todos esos humedales, excepto el de San Juan, la mayor riqueza específica por el número de especies fue de aves migratorias. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Guadalajara realizado por el investigador Salvador Hernández Vázquez, la de Xola-Paramán inlcluye 67.16 por ciento de dichas aves; además, 22 por ciento de las aves residentes en la zona también habita en ese humedal, en torno al cual se planea realizar el proyecto de Fideicomiso Bancomer.
IEL La Huerta y Tambora, “pragmáticos”
La titular de Semades, cuestionada sobre los dos proyectos ya autorizados por Semarnat, el de IEL La Huerta y Tambora, aprobados al término del pasado sexenio en una rápida maniobra federal que contó con la autorización estatal, dijo que ella en lo particular realiza análisis sobre ambos permisos y lo que ha encontrado hasta ahora es que no tiene una visión de sustento ambiental. De hecho, dijo que podría abrirse una nueva consulta en la costa específicamente sobre esos temas.
“No me quiero ir con los análisis que hace la Reserva (Fundación Chamela-Cuixmala) porque esos ya los conocemos de sobra. Yo me estoy yendo a hacer mis propios análisis con una lectura detallada y puntual. A grandes rasgos, lo que observo es que se quedan muy limitados a sólo analizar puertas adentro y no se asoman a la repercusión que está teniendo el impacto en forma mucho más amplia sobre el ecosistema”, dijo.
–¿Ya se dio cuenta que las autorizaciones fueron hechas al vapor?
–Yo creo que más que todo fue muy pragmática, no fue con una visión de sustentabilidad sino más bien de desarrollo, exclusivamente de desarrollo. Como sabemos, la sustentabilidad, el desarrollo, sólo son uno de sus pilares. Y ésta fue parcial. Pero afortunadamente en los hechos no hemos tenido ningún cambio de uso de suelo, bien podemos llegar a limitar los efectos que pudieran tener estos proyectos.
–¿Ante esto, hay posibilidades que las autorizaciones IEL La Huerta y Tambora sean detenidas?
–Sería muy difícil, porque yo no tendría facultad constitucional, es cuestión de derechos adquiridos. Pero estimo poder llegar a un nivel de conciencia que permita reducir sobre todo los impactos, y por lo tanto algunas probables modificaciones al proyecto. Esto es lo que yo quisiera, pero no sé si voy a tener una respuesta adecuada para ello.
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