jueves, 12 de agosto de 2010
Siguen derrames al río Bolaños
Agustín del Castillo
Continúa el operativo para controlar los derrumbes de la presa de jales de la mina de plata de Bolaños, en la región Norte de Jalisco, que ha ocasionado el vertido de más de 150 mil toneladas de material cuya composición química no se ha definido aún, pero que ya ocasionó la muerte de peces en la ribera y una alerta ambiental general entre los moradores de los poblados de la cuenca del Bolaños, de los estados de Jalisco y Nayarit.
“El trabajo sigue en la zona porque la lluvia intensa de los días previos ha ocasionado que los vertidos se mantengan; los técnicos explican que el agua saturó la presa y la colapsó, pero han seguido derrumbes y se debe tratar de contener el problema”, señaló el vocero de la Comisión Nacional del Agua (CNA) Eugenio García Barajas.
También aclaró que ya están en proceso de análisis las muestras levantadas en el río, pero que aún es prematuro afirmar si hay o no cianuro, un elemento altamente tóxico que se utiliza para el beneficio o aprovechamiento de metales, saber su cantidad y si eventualmente ocasionó los envenenamientos.
Las dependencias participantes desde el lunes son la propia CNA, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Unidad Estatal de Protección Civil.
martes, 10 de agosto de 2010
Comenzó la demolición de fincas en el asentamiento de Tenacatita
Ayer, entraron tres máquinas para demoler el pequeño asentamiento enclavado frente al mar en la playa de Tenacatita, resguardadas por más de un centenar de policías estatales, en cumplimiento de la orden judicial a favor de la inmobiliaria Rodenas, informó el delegado municipal de El Rebalsito, La Huerta, Leobardo Hueso Rentería.
No obstante, dichas acciones, para las que se aprovecharía la noche, no cuentan con los permisos correspondientes del municipio, entidad que debe autorizar cualquier obra o movimiento de tierras que se realice en su jurisdicción.
El alcalde de la demarcación, Carlos Román Ramírez Núñez, estuvo en Guadalajara, acompañado del diputado por la zona, Ramón Demetrio Romero, e interpusieron ante el delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), José de Jesús Becerra Soto, una denuncia por los daños al manglar contiguo, que ocasionó la citada inmobiliaria al construir una barda perimetral de su terreno, lo cual es ilógico porque los manglares son propiedad de la nación y no pueden tener, en consecuencia, los linderos de predios privados.
El delegado de la dependencia federal se comprometió a integrar el expediente respectivo, pero no prometió resultados inmediatos, sino tras “varias semanas” de pesquisas y trabajo.
lunes, 7 de septiembre de 2009
82% del litoral de Jalisco está en manos privadas
Pese a ello, por la vía de los hechos, la privatización del litoral de Jalisco es uno de los fenómenos al alza en el proceso de desarrollo de estas costas de 342 kilómetros de longitud.
Según información pública de la delegación Jalisco de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), 1,238 usuarios tienen el control sobre 280 kilómetros del litoral, lo que significa que prácticamente 82 por ciento del espacio de las playas tiene “dueños” de facto, aunque la dependencia insiste en que se trata de terrenos sólo susceptibles de aprovechamientos concesionados, a condición de que se respete el carácter público de las playas y no se restrinja por tierra ni por mar el libre acceso de las personas.
La realidad dice que las concesiones están en fuerte disputa para proyectos privados. En las zonas de bahías y ensenadas enclavadas en Cihuatlán y La Huerta, los conflictos son más fuertes y prolongados, señala el director del Departamento para el Desarrollo Sustentable de Zonas Costeras del Centro Universitario de la Costa Sur, de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Francisco de Asís Silva Bátiz.
“Sobre todo en las playas que son pequeñas bahías esto podría ser más relevante; evidentemente, hablar de privatización es algo que nadie va a aceptar, en el sentido de que no es un proceso legal; el caso es que las leyes señalan que los accesos a playas, en lugares sin centros de población, deben establecerse cada dos kilómetros, y es verdad que hay playas donde no se dan estos derechos de acceso a la zona federal. Por poner un caso, en la playa Teopa, que es santuario de tortugas marinas, tenemos un frente de mar de cuatro kilómetros, pero no hay entrada con libre acceso, sólo se entra por mar, y debo recordar que es obligación de los ayuntamientos garantizar que existan esos libres accesos”, pone en relieve.
Añade: “En zonas urbanas con playa, el acceso libre debe ser al menos cada kilómetro y, en las zonas que ya cuentan con planes de desarrollo urbano, los accesos son cada cien o 200 metros”.
A juicio del investigador, “principalmente en el municipio de La Huerta es donde más se da una situación de esta naturaleza: sencillamente porque hay más potencial turístico, ya se tienen pequeñas bahías y playas que se pueden controlar, entonces sí se puede hablar de una privatización de facto, porque en grandes playones, como los la costa de Tomatlán, sería imposible controlar los accesos, además que de su potencial de turismo es de otro tipo, más contemplación y paisaje que bañistas”.
Esta apropiación del espacio público daña fuertemente a muchas comunidades que son usuarias tradicionales de estas zonas del litoral. “Este tema es parte de la agenda a partir de los ordenamientos ecológicos que se están generando en el ámbito municipal; vamos a ver qué pasa, sobre todo en playas de protección a la tortuga, como son el playón de Mismaloya [Tomatlán], y las playas de El Tecuán, Cuixmala, y Teopa, [La Huerta], que, según los decretos de protección, no pueden ser concesionadas”.
Así, si las cifras dadas a conocer por la Semarnat son correctas, “tenemos toda la costa de Jalisco concesionada, excepto las playas tortugueras, pero eso no es así, pues está documentado que se han dado concesiones dentro del santuario de Mismaloya, tanto en la zona de Hotelito Desconocido como en la zona de Majahuas, donde se le concesionaron siete kilómetros de playa a la Cooperativa Roca Negra”. Insiste en que estos dos casos están al margen de la ley.
Silva Bátiz ha sido tradicionalmente receptor de quejas de ciudadanos y autoridades locales. “Hay gente que está molesta, regidores incluso, por este proceso, pero debemos recordar que es obligación de cada ayuntamiento garantizar que se dé libre acceso a las playas, apoyados en la Zofemat [Zona Federal Marítimo Terrestre y Ambientes Costeros]”, instancia de la Semarnat.
Es un esfuerzo que valdría la pena, “porque son los municipios los que son beneficiados con esa recaudación; entonces, vale la pena ubicar a los usuarios, regularizarlos para que paguen lo que se debe y hacerlos que se respete la ley”, añade.
“Si hacen un censo real con equipo, siquiera geoposicionadores, seguro que incrementan sus ingresos por concesiones. Además, ver qué tipo de concesión está vigente, porque se hacen trampas: algunos pagan como ornato o protección, y es claro que, si el terreno contiguo tiene utilidades, como un desarrollo turístico, debe pagar uso general, y eso es más dinero. Hay que invertirle un poco, pero de seguro ganan y ayudan a ordenar el problema”, concluye el académico.
De 1,238 usuarios registrados, 819 pagan derechos y 412 tienen concesión. Están concesionados un millón 470,499 metros cuadrados de playa, en una línea de costa de 280 kilómetros, 82 por ciento del total para Jalisco, según la información que dio a conocer la Semarnat en el marco del III Informe de gobierno del presidente Felipe Calderón.
Registros Lista de concesiones y registros de la Costa de Jalisco
Totales para Jalisco 1,238 usuarios registrados; 819 pagan derechos y 412 tienen concesión. La recaudación desde 2002 es de 193.2 millones de pesos y se tiene concesionados un millón 470,273 m2 de terrenos federales. Las deudas acumuladas, es decir, la omisión del pago de derechos para el litoral de Jalisco, suman casi 125 millones de pesos más en los últimos cinco años (2004-2009)
Puerto Vallarta 446 usuarios registrados con aprovechamientos sobre 28 kilómetros de litoral. 387 pagan derechos y 202 ya tienen su concesión. La superficie concesionada es de 235,761 metros cuadrados (m2). Entre 2002 y 2009* ingresaron por este concepto 150.3 millones de pesos
Cabo Corrientes 140 usuarios registrados con aprovechamientos sobre 102 kilómetros de litoral. Los 140 pagan derechos y 49 ya tienen su concesión. La superficie concesionada es de 35,370 m2. Entre 2002 y 2009 se recaudaron por este concepto 817,405 pesos
Tomatlán 30 usuarios registrados con aprovechamientos sobre 50 kilómetros de litoral. Apenas cuatro pagan derechos, pero son siete los que ya tienen su concesión (es decir, ni siquiera éstos pagan completo). La superficie concesionada es de 258,722 m2. Entre 2002 y 2009 ingresaron por este concepto un millón con 2,551 pesos
La Huerta 314 usuarios registrados con aprovechamientos sobre 65 kilómetros de litoral. 120 pagan derechos y 84 ya tienen su concesión. La superficie concesionada es de 750,044 m2. Entre 2002 y 2009 ingresaron por este concepto 12.8 millones de pesos
Cihuatlán 308 usuarios registrados con aprovechamientos sobre 35 kilómetros de litoral. 168 pagan derechos y 131 ya tienen su concesión. La superficie concesionada es de 100,374 m2. Entre 2002 y 2009 ingresaron por este concepto 15.3 millones de pesos
* 2009: Cifras proyectadas
Fuente: Semarnat Jalisco / Zofemat
Leyes y conflictos Reglamento para el uso y aprovechamiento del mar territorial, vías navegables, playas, zona federal marítimo-terrestre y terrenos ganados al mar
ARTÍCULO 7 Las playas y la zona federal marítimo terrestre podrán disfrutarse y gozarse por toda persona sin más limitaciones y restricciones que las siguientes: I. La Secretaría dispondrá las áreas, horarios y condiciones en que no podrán utilizarse vehículos y demás actividades que pongan en peligro la integridad física de los usuarios de las playas, de conformidad con los programas maestros de control; II. Se prohíbe la construcción e instalación de elementos y obras que impidan el libre tránsito por dichos bienes, con excepción de aquellas que apruebe la secretaría atendiendo las normas de desarrollo urbano, arquitectónicas y las previstas en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente; y III. Se prohíbe la realización de actos o hechos que contaminen las áreas públicas…
ARTÍCULO 17 “Los propietarios de los terrenos colindantes […] deberán permitir, cuando no existan vías públicas u otros accesos para ello, el libre acceso a dichos bienes de propiedad nacional, por lugares que para tal efecto convenga la Secretaría con los propietarios, teniendo derecho al pago de la compensación que fije la Secretaría con base en la justipreciación que formule la Comisión de Avalúos de Bienes
Nacionales. En caso de negativa por parte del propietario colindante, la Secretaría solicitará la intervención de la Procuraduría General de la República, para que por su conducto, se inicie el juicio respectivo tendiente a obtener la declaratoria de servidumbre de paso” Algunos expedientes de conflictos en la costa de Jalisco
CIHUATLÁN
Playa de Cocos Está inmersa en el conflicto de límites con Colima, cuyo gobierno pretende impedir al ejido El Rebalse el uso de las playas para desarrollos turísticos locales
El Palmito y El Tamarindo Sin acceso al público; la primera es disputada por desarrolladores privados y el ejido Emiliano Zapata; la segunda, totalmente confinada para usos de los huéspedes del club privado
LA HUERTA Playa Teopa Santuario Tortuguero de cuatro kilómetros privatizado de facto, pues no existen accesos terrestres a la playa
Tenacatita Empresarios tapatíos pretenden los derechos sobre la playa pese a que los usuarios comerciales tienen más de 40 años instalados en la zona federal. Ha habido desalojos violentos con apoyo de la policía de Jalisco
Playa Cuitzmala Santuario Tortuguero sin acceso terrestre al público, pues se controla desde el rancho Cuitzmala, propiedad de la familia Goldsmith, aunque, si el río está abajo, se puede entrar por la parte norte
Playa Careyitos y estero Cerrada al público desde que la Zofemat otorgó concesión a empresarios que quieren edificar una marina (Roberto Hernández y socios), lo que impide a pescadores de la cooperativa de Pérula levantar cosechas
TOMATLÁN Playón de Mismaloya Santuario tortuguero con dos concesiones ilegales a favor de El Hotelito Desconocido y de una cooperativa en Majahuas, pero aún sin problemas de acceso público.
martes, 1 de septiembre de 2009
Nueva junta intermunicipal en la sierra
Ayer se presentó de forma oficial en Guadalajara el programa de trabajo de la junta, cuya ejecución entre 2009 y 2016 demanda una inversión de poco más de 34 millones de pesos, y tiene, entre otros cometidos, la misión de generar un relleno sanitario regional, enclavado en Mazamitla, y una planta de transferencia, en donde se concentrarán sólo desechos inorgánicos, pues los orgánicos (53 por ciento del total) deberán ser transformados en composta, según lo explicó la secretaria de Medio Ambiente en Jalisco, Martha Ruth del Toro Gaytán.
Las oportunidades son incluso mayores, pues podría buscarse mercado para plásticos, vidrios y cartones, lo que reduciría en otros 20 puntos la generación diaria de basura. Y si bien, las cuentas de esta región equivalen a las de una colonia populosa de Guadalajara, como Oblatos o la Constitución (apenas 55 mil habitantes en 368 poblados), su mejor gestión favorecerá uno de los enclaves turísticos de montaña mejor posicionados del país, y permitirá entregar aguas de mejor calidad hacia el lago de Chapala, a donde vierte la cuenca.
En el acto de presentación del programa, realizado en uno de los salones del Club de Industriales, asistieron los alcaldes de Concepción de Buenos Aires, La Manzanilla de la Paz, Marcos Castellanos, Mazamitla, Quitupan, Tuxcueca y Valle de Juárez, una región montañosa que entrega agua y servicios ambientales al lago, pero además, hacia las cuencas de los ríos Coahuayana, que vierte al océano Pacífico entre Michoacán y Colima, y Tepalcatepec, que desahoga sus aguas en el lejano Balsas, en la presa Infiernillo, entre Michoacán y Guerrero.
El responsable del organismo, Francisco Javier Galván, subrayó que ya se tienen en proceso de aplicación más de catorce millones de pesos derivados de financiamiento estatal y federal, lo que permitirá que al final de las gestiones municipales de los municipios jaliscienses, el proceso ya esté en marcha.
Entre otros objetivos: la clausura de seis sitios de disposición final que no cumplen la normatividad ambiental aplicable; unificar la gestión integral de residuos de forma regional y garantizar la disposición final de residuos sólidos de conformidad con la normatividad NOM-083-SEMARNAT-2003, y demás ordenamientos ambientales vigentes; generar una cultura cívica para reducir los desechos individuales y mantener limpios los caminos y las zonas públicas.
La llamada “Simar Sureste” (siglas de Sistema de Manejo de Residuos) se conformó desde octubre de 2008. Los firmantes le desean larga vida, porque la otra opción sólo es el desastre.
La basura en la región Sureste En los municipios de la región Sureste que forman parte del nuevo organismo intermunicipal, las cabeceras municipales y localidades mayores a 2,500 habitantes son ocho, y aportan 64% de los residuos sólidos urbanos regionales. Los 36% restantes de se encuentra dispersos en 306 localidades que abarcan un territorio de 192,191 hectáreas. Hay seis vertederos municipales, ninguno cumple las normas en la materia
En cuanto a la generación diaria de basura por municipio, los datos son los siguientes: Mazamitla, 5.72 toneladas; Valle de Juárez, 3.06, Concepción de Buenos Aires, 3.08; La Manzanilla de la Paz, 2.03; Quitupan, 5.33; Tuxcueca, 3.32 y Marcos Castellanos, (Michoacán), 6.05. En total, 28.62 toneladas, casi medio punto porcentual de lo que genera la zona metropolitana de Guadalajara
Los principales componentes de los residuos sólidos en los siete municipios son: 57 % de residuos orgánicos y 43% inorgánicos. De ese segundo grupo, diferentes tipos de plástico representan 13.39%; papel y cartón, 6.14% y vidrio, 3.06%.
El promedio de vida de las unidades de recolección es de 20 años, pero “la recomendada para este tipo de vehículos es de siete años”.
lunes, 31 de agosto de 2009
Lerma-Chapala, la crisis que viene
Tres expertos consideran que la región no se preparó para un nuevo periodo seco como el que ya se vive
Agustín del Castillo . PÚBLICO
El extraordinario auge de las lluvias de los últimos cinco años en la cuenca Lerma-Chapala parece estar llegando a su fin. La presencia de un nuevo ciclo del fenómeno meteorológico denominado El Niño, confirmada en julio pasado, ha mermado de forma considerable las precipitaciones en la zona, donde comienzan a levantarse los viejos resortes de la tensión en la disputa por el agua.
La crisis se ha anunciado y los años de bonanza no fueron bien aprovechados para generar los cambios que se demandaban para una mejor gestión del territorio, en la cual, los usos económicos de los recursos debían subordinarse a la capacidad de los ecosistemas para autorregularse, admiten, con diversos matices, tres expertos multidisciplinarios consultados por Público.
La llamada Política Óptima Conjunta (POC), que determinó a partir de 2004 un modelo de distribución del agua que tenía la ventaja de basarse en cifras y niveles de los vasos, y no en la capacidad de presión y movilización tradicional de los grupos demandantes, podría haberse quebrado el pasado mes de julio, cuando la dirección del organismo de cuenca Lerma-Santiago-Pacífico cedió a los presiones de los agricultores y les “adelantó” 225 millones de metros cúbicos correspondientes a la asignación del ciclo 2009-2010, ante el riesgo de pérdida de 40 mil hectáreas de cultivos.
Además, hubo en la mesa el planteamiento de crear otros instrumentos que jamás prosperaron. El hecho es que los intereses más fuertes no han sido tocados, y aunque el lago de Chapala está en un nivel excelente (67.64 por ciento de su capacidad), eso puede perjudicarlo, pues la asignación del recurso es en función a las existencias del embalse natural.
Estas son algunas opiniones de Carlos Hernández Solís, ex funcionario de la Comisión Nacional del Agua (CNA) y de la Comisión Estatal del Agua (CEA), ahora consultor y catedrático en el tema hidráulico; Gabriel Torres González, investigador del tema por el Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) de Occidente; y Raúl Medina de Wit, ex vocal de los agricultores de la cuenca y ex director de la extinta Comisión de Cuenca Propia de Chapala, además de promotor de agricultura orgánica y sostenible; para quienes los escenarios para la cuenca no son halagadores.
Para valorar El lago de Chapala sólo ha elevado su nivel en diez centímetros en el actual temporal (hace un año llevaba 106 cm) y las presas de la cuenca Lerma tienen un evidente desplome en sus existencias de agua (están a 44.31% de su capacidad, cuando hace un año estaban al 91.35%), como se puede apreciar claramente en el gráfico de la página anterior
Debido a la falta de agua, agricultores de los distritos 011 y 083, de Guanajuato, Michoacán y Jalisco, pidieron “adelantos” a cuenta del siguiente ciclo, de 225 millones de metros cúbicos, lo que les concedió la Comisión Nacional del Agua. La protesta de Jalisco y de los ambientalistas es que de ese modo, las presas no podrán alcanzar el nivel máximo ordinario (namo) a partir del cual vierten sus aguas hacia el río Lerma y se beneficia el lago de Chapala, según se establece en la Política Óptima Conjunta (POC), vigente desde octubre de 2004
La inversión histórica para tecnificar los regadíos del Lerma es mínima; apenas ha beneficiado a poco más de 10 por ciento de la superficie de irrigación, esto es, cerca de 100 mil de las más de 800 mil hectáreas existentes en la zona; en cuanto a la contaminación del agua, todavía sigue sin tratarse cerca de la mitad del recurso derivado de los diversos procesos productivos y de las áreas habitacionales
La cuenca Lerma-Chapala tiene alrededor de 53 mil km2 y cerca de 20 millones de usuarios de sus recursos naturales; el índice de uso agropecuario de la zona es el más alto de México: 60 por ciento de las tierras de la cuenca están en ese régimen. La pérdida de bosques en 40 años se acerca al millón de hectáreas.
Los expertos opinan sobre el futuro de la cuenca “No estamos preparados para una nueva escasez”
CARLOS HERNÁNDEZ SOLÍS Consultor y catedrático en el tema hidráulico
Sobre el futuro de la cuenca Lerma-Chapala la postura de Carlos Hernández Solís es optimista. Considera que en la gestión de la cuenca debe quedar clara la idea de resignarse a la adaptación, pues es un área de lluvias erráticas, el agua tiene periodos de escasez tremenda, y la emergencia de los presuntos efectos del cambio climático puede agravar aún más sus crisis periódicas.
“Decir que estamos preparados para una nueva escasez, pues no, porque es una cuenca desbalanceada hidráulicamente, hidrológicamente; se concesionó más agua de la que la naturaleza da […] decir que estamos preparados es decir que ya restituimos la oferta que da la naturaleza contra lo que le estamos sacando, y eso no se ha dado; hay allí un desbalance que nos engaña con los años abundantes, los últimos tres o cuatro, que pusieron a Chapala en un nivel muy bueno, pero no se ha resuelto a fondo el problema”.
Le preocupa que Chapala esté bien de nivel en la actualidad, debido a que eso lleva al “espejismo” a muchos jaliscienses de pedir que se le aproveche al máximo como fuente de agua para Guadalajara. “Pero la historia dice que el ciclo hacia la baja se va a repetir; es complicado pronosticar a más de cinco días cómo va a estar la situación meteorológica, pero tenemos la estadística; las crisis se visualizan en relación a esa historia del lago: cada 12 o 13 años tiende a recuperaciones, pero antes de eso viene hacia la baja y el agua escasea”.
A su juicio, lo urgente era invertir en tecnología para bajar el uso del agua en las actividades productivas, sin que eso sea la solución de fondo, pues hace poco más de medio siglo, cuando Chapala tuvo el nivel más bajo que se tenga registrado, no existían las vastas zonas de irrigación que retienen el agua y presionan por el recurso desde los años setenta, dos décadas después de la casi total desecación.
“Alguna vez me decía Ricardo Sandoval Minero, de la CEA Guanajuato, ‘este acuerdo de distribución es un acuerdo de resignación’, y efectivamente, lo que busca es que esas voluntades concurran para que los malos tiempos que vienen y que se van a seguir dando, porque esa es la historia, se repartan lo mejor posible el agua[…] no estamos preparados, hay que hacer mucho; los acuerdos que se han manejado parten de modelaciones hidrológicas, pero en el momento en que yo decido dar más agua o menor agua a alguien, estoy rompiendo esa modelación que es la base de la POC…”.
—¿Piensa que la asignación extraordinaria de agua a los agricultores rompe ese esquema?
—Bueno, cada estado y cada particular piensa sólo en sus intereses, pero a la CNA le deben interesar los de arriba y los de abajo de la cuenca, y hay que culturizarnos, si ya hice simulaciones y las aprobé como esquema de reparto, ahora hay que fajarnos; a lo mejor el que tiene la decisión ve las cosas de otro modo y debe enfrentar las presiones y demandas, pero lo cierto es que está rompiendo el acuerdo […] finalmente, con la ciencia que se llama hidrología le quitamos presión a la naturaleza, y tenemos que probar qué tanto nos acercamos a lo que la naturaleza a través del tiempo nos deja como conocimiento, pero hay que probar respetando sus leyes.
“Los políticos se durmieron en sus laureles”
GABRIEL TORRES GONZÁLEZ
Doctor en Ciencias Agrícolas y del Ambiente e investigador del CIESAS
Los problemas de la cuenca Lerma-Chapala vienen de mucho tiempo atrás, considera Gabriel Torres González, quien recuerda que por décadas se ha hecho una gestión abiertamente antiecológica de los recursos de la zona.
Destaca que había un monotema: ver el área como un problema de ingeniería, que ocasionó el levantamiento de grandes presas y pequeños bordos, que hoy cubren por miles la región de 53 mil kilómetros cuadrados con un criterio desarrollista y de control de avenidas. También hubo aberraciones como exportar agua a otras cuencas —caso del sistema Lerma a la Ciudad de México—. Esto explica perfectamente la degradación de la zona.
A su juicio, la POC es un ejercicio que se quedó aislado de un grupo de medidas que se debían aplicar, para las que había además dinero, como es el caso de más de 50 millones de pesos para instalar sistemas eficientes de medición que permitieran controlar el uso del agua, así como la postergación de las metas de saneamiento, que revelan una falta de prioridad en el tema pese a ser de los más graves.
“Ambientalmente, una buena decisión era estudiar la forma de ir quitando presas […] tampoco el régimen de concesiones se ha revisado porque un proyecto de reglamento no pudo sacarse adelante por oposición de la gente de Michoacán y Guanajuato; tampoco hay un planteamiento para restaurar ambientalmente la zona, recuperar los bosques, el suelo, la calidad de los acuíferos […] los políticos se durmieron en sus laureles y piensan que el mérito de que lloviera más, como efectivamente pasó, fue de ellos…”.
El lago no entrará en crisis de inmediato, pues aún tiene un buen nivel. Su desecación da un margen de dos años, pero queda claro que la región no está preparada, “yo temo que los conflictos, las disputas por el agua, sean más fuertes en este nuevo ciclo”, adelanta preocupado.
“Se olvidaron de la parte social y natural”
RAÚL MEDINA DE WIT Agricultor y ex director de la extinta Comisión de Cuenca Propia de Chapala
Los procesos de la naturaleza son largos y revisten cierta claridad. Pero la velocidad de adaptación de los humanos puede ser más lenta, subraya Raúl Medina de Wit. Ahora, que regresan tiempos secos, su balance es que sí hubo aprendizaje de las discusiones del ciclo anteriora, que sí hay más sensibilidad y conciencia sobre el problema ambiental, pero no es suficiente y se sufrirán los trastornos naturales en los bolsillos y el estilo de vida de los habitantes de la región.
“Los procesos para recuperar el equilibrio están muy retrasados; no parece que estemos a la altura del problema […] creo que sería necesario analizar a los actores, muchos de ellos se olvidaron del tema o lo enfocaron nomás en los aspectos político y tecnológico, pero no el social […] Lo natural queda fuera de nuestra posibilidades, pero si podemos entorpecer sus flujos, sus sistemas, esa es una lección que se aprende”. Se plantearon muchas cosas en las discusiones en el consejo de cuenca, pero lo cierto es que la mayoría de los agricultores no entendió la necesidad de buscar cultivos de bajo uso de agua y mejores oportunidades de mercado; muchos se fueron por el espejismo de los invernaderos, el cual se salió de control porque hubo financiamiento, y el mensaje recibido fue maximizar los rendimientos económicos, aumentando uso intensivo de recursos, “más agua, más demanda de uso de agroquímicos, erosión, basura…”.
La verdad es que “las respuestas tecnológicas no contemplan la parte social; hay una consistente demanda empresarial, pero también, muchos productores abandonados por quedar fuera del esquema comercial […] yo recuerdo que los asesores del Banco Mundial proponían llenar de invernaderos la cuenca, grave error, mientras todo se vea como aumento de ganancias y no como una necesaria subordinación a un sistema ambiental que está dañado y debe regresar al equilibrio”. Es decir, “al productor lo empujan a un esquema de utilidades y no de buscar la autosuficiencia y sustentabilidad. Fabricamos gente que exige más y se enfoca a un saqueo de recursos, y lo mismo pasa con la industria; parece que el avance tecnológico permite acumular recursos a unos pocos y mucha pobreza y exclusión, así no puede ser solución”.
Medina de Wit, quien promueve un modelo de vida armónico con las características ambientales de cada zona, y por ende, de baja huella ecológica, dice que sólo tiene futuro la región si se abandona el modelo vigente, con crecimiento demográfico descontrolado y un esquema depredador de hacer riqueza, que provoca erosión, agua, devastación del bosque; y se cambia por una cultura de sustentabilidad.
jueves, 30 de julio de 2009
Urbanizar El Disparate viola norma: expertos
Agustín del Castillo . PÚBLICO
Desde el 31 de marzo de 1982, quedó estipulado legalmente que no se puede construir en Guadalajara por debajo de la cota de 1,500 metros sobre el nivel del mar, para proteger la barranca de Huentitán.
Se trata de un precepto vigente que ha sido pasado por alto por el ayuntamiento tapatío, que permitió el pasado 9 de julio una modificación al uso de suelo para hacer edificaciones a partir de la cota 1,460 en esa zona, en busca de favorecer infraestructura del proyecto de los Juegos Panamericanos de 2011.
En 1982, el Congreso de Jalisco dio a conocer la “Ley que aprueba el plan de ordenamiento de la zona conurbada de Guadalajara y la declaratoria de reservas, usos y destinos de sus áreas y predios”. Es un decreto que no ha sido derogado en 27 años. En la clasificación de áreas, el texto sostiene que son áreas de conservación, entre otras, la “barranca de Oblatos, bajo la cota de 1,500 msnm [metros sobre el nivel del mar]”, que “se destinarán a mantener el equilibrio ambiental por sus características naturales o paisajísticas”.
El decreto señala además, entre sus objetivos generales, que busca “señalar los usos, destinos y modalidades de utilización del suelo a los que se sujetarán los predios de la zona conurbada de Guadalajara y asegurar la observancia de estas normas”, pues por tener carácter de ley, es de observancia obligatoria.
Pero no es la única legislación que violaría la medida tomada por la mayoría panista en el cabildo tapatío, para permitir que el gobierno de Jalisco edifique un estadio de atletismo y otras instalaciones en un terreno de 25 hectáreas, además de permitir desarrollar 45 hectáreas más con vivienda de alta densidad en el predio El Disparate.
La doctora en derecho ambiental, Raquel Gutiérrez Nájera, advierte a Público que refuerzan las medidas de esa ley de 1982, el decreto del Ordenamiento Ecológico Territorial de Jalisco, publicado en 1999; el Atlas de Riesgos de la zona metropolitana de Guadalajara, y una vieja declaratoria que ha sido reiteradamente olvidada: el decreto de protección de terrenos forestales enclavados en los alrededores de Guadalajara, que emitió el presidente de la república en el decenio de 1930.
La investigadora de la Universidad de Guadalajara (UdeG), que fue galardonada el pasado mes de junio con el Premio al Mérito Ecológico por el gobierno de la República, admite en cambio, que el intento de establecer en la zona un área protegida municipal, cuya declaratoria se emitió en 1997, no fue culminado, quizá por los intereses ligados a la edificación de la presa de Arcediano.
“Ahí no hay área protegida, estaba en proceso por un acuerdo del cabildo que se elevó al Congreso y que el Congreso regresó pidiendo modificar la categoría de protección, pero el proceso no culminó […] no obstante, los instrumentos jurídicos al alcance permiten configurar una clara violación a disposiciones de protección en la zona”, puso en relieve.
A su juicio, se debería involucrar a la autoridad federal, pues el cambio de uso de suelo en El Disparate “implica modificar todo el ecosistema hídrico, y debe someterse a una evaluación de impacto ambiental”.
Respecto a las leyes estatales aludidas, dijo que su jerarquía superior impide que el municipio argumente un tema de autonomía en el uso del territorio, el cual es un concepto mal entendido: los municipios son autónomos, pero no soberanos. Están sujetos a las jurisdicciones estatal y federal en los temas que la propia ley así determina.
En cuanto a la zona protegida forestal de los años treinta, que es decreto federal, “la propia Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte dijo, en la controversia por Chapala y Arcediano, que es un decreto vigente, y la Semarnat [Secretaría de Medio Ambiente federal] lo reconoce así”.
De este modo, la jurista ambiental reconoce un “caso es muy complejo” en el que parece evidente que “el ayuntamiento se extralimita en sus facultades, pues está sujeto en materia de jerarquía de leyes, de ordenamiento ecológico y de ordenamiento de la zona conurbada; son claramente tierras de conservación”.
Pero una vez más, los intereses económicos pretenden imponerse a los de la ciudad, concluye.
Preceptos violados
Ley estatal que aprueba el plan de ordenamiento de la zona conurbada de Guadalajara y la declaratoria de reservas, usos y destinos de sus áreas y predios, 1982, que señala la zona de la barranca como “de conservación” e impide construcciones por debajo de la cota 1,500 m sobre el nivel del mar.
Ley estatal Ordenamiento Ecológico Territorial de Jalisco, 1999, que consolida el estado de protección de ese mismo territorio.
Atlas estatal de riesgos de Jalisco, decreto 16,795 del Congreso del estado, 1997, donde se señalan los problemas de deslizamientos por la pendiente y la naturaleza sísmica de la ceja de la barranca
Ley Estatal de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, en materia de impacto ambiental, 1997, que obliga a realizar evaluación de todas las obras.
Ley Orgánica Municipal del estado de Jalisco, y Código Urbano, en materia de los procedimientos de funcionamiento de los ayuntamientos, presuntamente violados al presentarse el dictamen de cambio de uso de suelo sin cubrir requisitos de tiempo y forma.
jueves, 16 de julio de 2009
El Nevado ya tiene área protegida estatal
Se duplicó la superficie protegida en la zona
Agustín del Castillo . PÚBLICO
Quedó formalizada la primera área natural protegida de jurisdicción del estado: el decreto que crea el parque estatal Bosque Mesófilo Nevado de Colima apareció ayer en el periódico oficial El Estado de Jalisco, lo que integra 7,213.04 hectáreas de estos espacios naturales al sistema de áreas protegidas.
La zona está enclavada en cuatro polígonos de los municipios de San Gabriel, Tuxpan, Zapotitlán de Vadillo y Zapotlán El Grande, del sur de Jalisco y, aunque no forman una continuidad entre sí, todos terminan colindando con el parque nacional, que ocupa la cumbre de esa montaña, la más elevada del occidente mexicano (4,260 metros sobre el nivel del mar).
De esta manera, en los hechos se consolida un solo polígono de protección de poco más de trece mil ha, pues el citado parque nacional, decretado por el presidente Lázaro Cárdenas en 1936, contiene 5,846.4 ha, según el programa de conservación y manejo vigente en la zona.
Al tiempo, se tiene en análisis proteger el resto de los bosques, principalmente los rodales de oyameles (Abies religiosa), enclavados por encima de 2,500 msnm, para hacer realidad la tentativa de protección de 1936, que fue severamente reducida, mandando el lindero protegido por arriba de 3,350 msnm, por los fuertes intereses madereros, en un nuevo decreto fechado en 1940, con la consecuencia histórica de la devastación de estas umbrías durante los 50 años de monopolio de la maderera paraestatal de Atenquique, privatizada en 1987 (Público, 27 de julio de 2008).
La Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable de Jalisco festejó ayer este logro, que se justifica “por contener elementos naturales de importancia estatal, como lo son bienes y servicios ambientales que aporta a la región, y así como por ser una zona potencial para desarrollar actividades productivas sustentables y desarrollo de turismo alternativo”.
Además, “se establece a efectos de lograr la conservación del ecosistema, la biodiversidad y los bienes y servicios ambientales que aportan a la región, como son el agua, la conectividad para especies silvestres de flora y fauna, el esparcimiento y las actividades productivas”.
La nueva demarcación protegida “estará destinada para la protección y conservación de los recursos naturales, el incremento de flora, fauna, la investigación, recreación, turismo sustentable, educación ambiental y para el fomento hacia una cultura ambiental para la conservación, así como contribuir al desarrollo social y económico de la región al mantener la riqueza natural en buen estado”.
La tarea de la Semades, añade, es revisar y actualizar un programa de aprovechamiento, establecer la administración y vigilancia del área, y conformar y constituir un consejo asesor con propietarios y poseedores de inmuebles.
¿En qué se basó el éxito de esta gestión? En que los bosques mesófilos o de niebla, no obstante su espectacular diversidad biológica —una de las más altas entre los ecosistemas terrestres—, tienen poco valor económico. Los dueños dieron el sí, ante la escasa madera por aprovechar y el alto valor económico de la recarga de agua que allí se da.
jueves, 25 de junio de 2009
Arcediano, prioridad en un mar de dudas
Agustín del Castillo - PÚBLICO
La Comisión Nacional del Agua (CNA) mantiene su apuesta por el proyecto de la presa en Arcediano, pero se deberán aclarar las dudas técnicas y demostrar su viabilidad financiera, con el tiempo jugando en contra, admitió ayer el titular del organismo federal, José Luis Luege Tamargo.
“La semana pasada me reuní con el director de la Comisión Estatal del Agua [CEA, César Coll]; nos hizo una presentación muy amplia; yo estoy convencido que es necesario, estratégico, pero está sujeto a que se presente de forma definitiva para ser evaluado por un grupo más amplio, el Consultivo Técnico de la CNA; ahí se evaluará la parte técnica y nosotros tendremos que evaluar la parte financiera, porque esta cortina [de la presa] originalmente tenía una estimación de dinero a invertir, que evidentemente se va a ver incrementada”, explicó, tras inaugurar el banco de agua de la región, segundo en el país, acompañado del gobernador Emilio González Márquez.
El funcionario evitó el debate, luego que se dio a conocer que la CEA decidió cambiar el proyecto de cortina, originalmente concebido con materiales graduados, al de concreto compactado, lo que incrementaría entre 50 y 100 por ciento los costos del proyecto (Público, 16 de junio de 2009). Pero no se pudo sustraer ante la andanada de preguntas.
—¿Existe la posibilidad de que se pierda el dinero que el gobierno federal está aportando por la tardanza en definir?
—No exactamente; la CNA, el gobierno federal y el gabinete de infraestructura consideran a Arcediano como un proyecto estratégico […] pero las circunstancias económicas del país y de todo el mundo ponen en duda la posibilidad [de hacerlo]; entonces, todo va a depender de la justificación socioeconómica que hagan la CNA y la Secretaría de Hacienda sobre el proyecto definitivo.
¿Qué podría suceder? “Que se tengan problemas en cuanto a la disponibilidad del recurso, o que el costo esté muy por encima de la justificación”.
—¿Estará definido en dos meses?
—Cuando me dicen dos meses, yo digo que en un mes, porque vamos contra el tiempo; es importante que la justificación socioeconómica la tengamos cuanto antes, porque todos sabemos y entendemos las circunstancias.
—Pero si se tienen dos proyectos que resuelven un problema técnico, tiene que optarse por el más barato, ¿no?
—Sí, pero son muchas cuestiones de carácter técnico; para material graduado estás hablando de un volumen que es casi una presa de roca, tiene que tener bancos de material, considerar la transportación, es mucho más gasto cuando no tienes los bancos cerca, y si el embalse te manda a una distancia muy grande y a esas dimensiones del proyecto, imagínate, es como si transportaras una montaña; en ese caso, se propone mejor una montaña de concreto, y para eso tengo que cimentar, pues cimiento, no hay mayor problema; los obstáculos técnicos se salvan con tecnología y con dinero.
Si el proyecto se encareciera, añadió, se puede programar la obra a más años para poder absorber los costos. Tampoco descartó negociar que el gobierno federal aportará más de 40 por ciento, que es el porcentaje actualmente comprometido.
En contraste, Luege Tamargo consideró la presa en El Zapotillo como algo definitivo. “Si no hacemos El Zapotillo no hay plan B, sólo tomar el agua de [el lago de] Chapala y seguir extrayendo del acuífero en zona metropolitana [...] nosotros estamos impulsando todos los proyectos a nivel nacional de aprovechamiento de escurrimientos con dos objetivos: evitar la sobreexplotación de acuíferos subterráneos, y recuperar cuencas en la parte alta: reforestación, recuperación de suelos, pago por servicios ambientales, pago por plantaciones comerciales; por esa razón los beneficios sociales asociados al proyecto son altísimos, aquí lo importante es una buena negociación y que a la gente se le apoye con absoluta justicia en el pago de sus bienes y en la recuperación de sus viviendas”, subrayó.
El Banco de Agua inaugurado ayer es el segundo, tras el que se constituyó en 2008 en la región Cuencas Centrales del Norte, que abarca Zacatecas, San Luis Potosí, y porciones de estados vecinos.
Buscan ordenar un mercado caótico
Agustín del Castillo . PÚBLICO
Una empresa refresquera enclavada en Guadalajara debe pagar al SIAPA 31 pesos por cada mil litros de agua que utilice para fabricar sus bebidas. Mil litros de refresco en una presentación de 355 mililitros da casi 2,800 porciones con un valor de mercado superior a catorce mil pesos. Aún así, el director de la Comisión Nacional del Agua (CNA), José Luis Luege Tamargo, no considera que ese bajísimo precio pagado por la materia prima sea clave en el análisis de la escasez y la mala distribución del líquido en el país.
“Respeto mucho a quienes sostienen esa idea, pero las empresas sí pagan el agua”, atajó ayer el funcionario, de visita en Guadalajara, al abordar lo que sí y lo que no se puede hacer con un banco de agua como el que ayer puso en funcionamiento, el segundo de toda la república.
No obstante, aceptó que la tasa cero en el agua para la agricultura, consumidora de al menos 70 por ciento del recurso en todo el territorio nacional —que incluso goza de subsidio en la tarifa eléctrica—, sí pervierte las normas y costumbres en torno al líquido.
“Ese es parte del tema central de la instalación de los bancos de agua; transparentar, dar toda la información al usuario, evitar la corrupción y las acciones fraudulentas, y quiero decir que el empresario sí paga el agua…”, insistió.
—Pero la pagan sólo como un suministro, no como materia prima.
—No, la pagan como cuota industrial, que dependiendo de la zona del país es mucho más alta que la doméstica…
—¿Le parece proporcional a la ganancia que ellos obtienen?
—Eso ya no me corresponden a mí como autoridad del agua […] por otro lado, pienso que el tema agrícola está asociado a una herencia de carácter social, de carácter político, que debemos de atender y resolver; la CNA está actuando por el lado positivo, imagínate que yo me mueva con los diputados y les diga que le pongamos una cuota a cada metro cúbico para uso agrícola en todo el país, pues no me la van a pagar; estamos yendo por la tecnificación, por la reducción del volumen…
—Además se subsidia la tarifa eléctrica en el campo, y se estimula el desperdicio…
—Nosotros estamos de acuerdo que debe haber un pago de derechos por metro cúbico, independientemente de la infraestructura de los distritos y de la infraestructura eléctrica en las unidades de riego, pero es un tema que hay que empezar a caminar.
—¿Qué tan contradictorio es esto con el derecho humano al agua, que es una discusión universal?
—No tiene ninguna contradicción; la Constitución mexicana considera el agua un bien de la Nación; México no tiene ese problema, es un bien público, pero el servicio para que tu recibas agua en tu casa obliga a un pago que no contraviene este derecho fundamental de la persona; yo no veo ninguna contradicción […] En otros países es distinto por el concepto de propiedad, se convierte en dueños del agua un particular, y a mí me parece una posición incorrecta, que no se tiene en nuestro país.
Luege Tamargo dijo que los bancos de agua son instituciones que ayudan a reducir dispendios y desigualdades.
“Por ejemplo, muchos usuarios tiene un volumen sobreconcesionado, es decir, tienen mil y necesitan 100; lo que nosotros buscamos mediante el diálogo, la aplicación de la ley, es caducar volúmenes, de manera tal que tú tengas garantizado tu volumen para tu operación, para tu industria, para tu agricultura, pero que el volumen adicional concesionado que no usas, o me lo pagas —a un precio alto— o me lo caducas; es una negociación donde requerimos algunas modificaciones legales; estamos por aplicar la cuota de garantía, porque la base de todo esto es recuperar el acuífero, equilibrar las cuencas”.
Para que opere de manera correcta un banco de agua “debe haber un balance entre lo que entra y lo que sale, y ahorita estamos desbalanceados tanto en nuestros acuíferos como en nuestras cuencas”, reconoció. Recuperar concesiones ayuda a que la región del Lerma tenga menos presión sobre su agua, y sobrevivan sus bienes naturales mientras las sociedades humanas se desarrollan sin excesos.
Se debe actuar contra invasores del lago: Luege
Agustín del Castillo . PÚBLICO
La invasión de la zona federal en el lago de Chapala es un hecho que exige la acción enérgica de la autoridad, lo que incluye acciones administrativas y penales en contra de los responsables, reconoció el director del organismo de cuenca Lerma-Santiago-Pacífico de la CNA, Antonio Iglesias Benítez.
El funcionario precisó que la semana anterior ya se realizaron un par de procedimientos para el retiro de bardas en la zona, pero admitió que la dinámica de la realidad rebasa ampliamente al organismo federal, que no cuenta con un número de inspectores suficiente para atender esa y todas sus demás tareas regionales.
Al respecto, el titular de la CNA, José Luis Luege Tamargo, añadió: “Esto es un delito federal; nosotros hemos insistido y es la instrucción que tiene el director de actuar con todo el peso de la ley, incluso penalmente cuando hay rellenos o afectación física; hago un llamado a la gente de Chapala y Guadalajara a que denuncien y que peleemos lo que es propiedad de la Nación: una persona que pone una barda, que pone un jardín, está robando un bien de la Nación, así sea la persona políticamente más influyente o económicamente más poderosa”.
Pidió a los municipios de la ribera del lago actuar de forma coordinada para evitar las anomalías, ante el enorme desafío de vigilar miles de kilómetros de zonas federales en toda la región y el país; “cuando se levanta una barda qué hay que hacer: se tiene que clausurarla, tiene que haber un responsable, es un predio que no tiene por qué ocuparse, yo hago un llamado a la gente para que no se deje llevar por esa tendencia, y sobre todo a quienes lo hacen, para que sepan que están cometiendo un delito federal”.
—Llamados y exhortos hay muchos, ¿cuál es la solución de fondo?
—La solución de fondo es no permitirlo; actuar y denunciar al responsable, demandarlo penalmente, el tema tiene que estar en la procuraduría de la república, cuando alguien construye directamente sobre el vaso, y así lo vamos a hacer.
—¿Pero con qué personal?
—Bueno, se puede; nosotros estamos actuando, y efectivamente, ese vecino que lo hizo hace 30 años también violó la ley, y si no se actuó en su momento, nosotros estamos obligados a presentar una querella, una acción de carácter civil, no podemos permitir que alguien se alinee sobre una zona federal.
—O sea, hay la voluntad pero no la capacidad suficiente…
—Eso es real y lo hemos reconocido, por eso hago un llamado a la participación social, en función de que la capacidad de la CNA como órgano regulador es muy limitada en cuanto a la acción directa sobre construcciones; necesitamos la participación del municipio y de la sociedad.
martes, 16 de junio de 2009
Minas contaminan el río Marabasco con hierro
Los habitantes de las localidades de Las Pesadas, Platanar, Plan de Méndez, Potros y Mameycito, en la zona de conflicto de límites territoriales entre los estados de Colima y Jalisco, "son afectados por la destrucción de manantiales y la contaminación del río Marabasco, a causa de las actividades mineras en las proximidades de estas localidades nahuas pertenecientes a la Sierra de Manantlán", denunciaron en carta dirigida al titular de la Comisión Nacional del Agua (CNA), José Luis Luege Tamargo, miembros de la Red Mexicana de Afectados por la Minería a Cielo Abierto.
La misiva fue la conclusión de un taller realizado por la citada organización no gubernamental en el municipio de Cuautitlán, el pasado fin de semana. Los participantes coincidieron en señalar la necesidad de que el organismo federal aplique la ley para salvaguardar los derechos comunitarios.
Urgieron a la CNA a instalar "una red de monitoreo permanente de calidad de agua en el río Marabasco, ante la magnitud de los flujos de contaminantes por actividades mineras que se explotan en yacimientos sobre la cabecera de cuenca de este río, de donde se extrae 40 por ciento del mineral de hierro que se consume en el país […] esta intensa actividad minera, genera impactos negativos en lo ambiental, social y económico en forma sinérgica, que es necesario medir, contener y resolver de forma inteligente y constructiva, para garantizar los derechos humanos de la población de la cuenca, así como la integridad y los complejos equilibrios naturales del medio ambiente del que depende esta región del país".
Pidieron procesos de inspección a "las presas de jales de las mineras Peña Colorada y Minera del Norte, por los fuertes procesos de contaminación que recurrentemente se presentan en el río, no solamente en Cuautitlán, sino en Cihuatlán, donde el río vierte sus aguas al océano Pacífico. Las descargas concentradas afectan severamente la calidad de vida de los habitantes de la cuenca, degradan su base de alimentación de la que forma parte la pesca; el agua para consumo humano y para la ganadería; los sistemas lagunares y estuarinos costeros; la calidad del agua marina y de las playas", añade el texto.
En el taller "acordamos manifestar además nuestro repudio y profunda preocupación por el uso abusivo del agua, que el Consorcio Minero Benito Juárez Peña Colorada, SA, filial de las transnacionales Ternium y Mittal Steele, realiza al tomarla del cauce mismo de río Marabasco exclusivamente para sí y para transportar su mineral, mediante un obsoleto ferroducto de 52 kilómetros de longitud hasta el puerto de Manzanillo", puntualiza el documento.
domingo, 14 de junio de 2009
La laúd podría extinguirse en dos decenios
La situación de las cinco principales especies de tortuga marina que habitan la vasta cuenca del océano Pacífico es cada día más difícil, pero, sin duda, la gigante de los mares, la tortuga laúd, es la que enfrenta los mayores riesgos.
“Algunos modelos sugieren que la probabilidad de extinción en los próximos 20 años para ciertas poblaciones [de laúd] que habitan el océano Pacífico oriental es de más de 75 por ciento”, señala el documento de la cuarta reunión del grupo de trabajo sobre captura incidental de la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT), generado en Kobe, Japón, en enero de 2004.
Al analizar la situación de la Dermochelys coriacea, el texto advierte que sus zonas de anidación están principalmente en México (Michoacán y Oaxaca) y en Costa Rica. La declinante presencia de individuos en esta zona es doblemente preocupante, pues, en el Pacífico occidental, su reproducción se colapsó años antes. La tendencia, apunta la CIAT, habla de “una disminución marcada en playas del Pacífico; en contraste, varias poblaciones en el Atlántico, estables o recuperándose”, lo cual se ha confirmado para el mar Caribe en seguimientos posteriores (2007).
Las otras especies, en mejores condiciones, son la tortuga caguama (Caretta caretta), la prieta (Chelonia midas agassizii), la carey (Eretmochelys imbricata) y la golfina (Lepidochelys olivacea), esta última, con mucho, la más numerosa.
“La conservación de las tortugas marinas no depende exclusivamente de la ordenación de la pesca. La disminución de algunas poblaciones ha llamado la atención a los muchos factores que afectan su supervivencia […] Algunos de los impactos de la sobreexplotación de huevos y adultos, utilización de playas y depredación han sido tratadas por acciones amplias para mejorar la protección de tortugas andantes y sitios de anidación…”.
Además, “factores ambientales, tales como el cambio climático, cambios de régimen [pluvial] y eventos de El Niño, afectan a las tortugas, tanto directamente —mediante efectos de las tormentas y patrones de precipitación en las playas de anidación, por ejemplo— e indirectamente, mediante cambios en productividad, la trama alimentaria y otras características del ecosistema. Sin embargo, esos efectos no pueden ser controlados, mientras que los efectos de la pesca en general pueden y deben ser mitigados”, añade.
Y enumera otra serie de aspectos que parecen incidir, como la contaminación de las zonas costeras, el enmallamiento de tortugas en plásticos y detritos, la ingestión de plástico y el impacto de pesca artesanal y de litoral. “Ciertos autores opinan que las pesquerías agalleras costeras de pez espada en Chile son una de las principales causas de disminución de laúd”, puntualiza el informe.
México pone el freno a emisiones contaminantes
Agustín del Castillo . PÚBLICO
El calentamiento global, la gran pesadilla de la humanidad en el siglo naciente, es un asunto prioritario para la sociedad y el gobierno mexicano, que por lo pronto ya reducen la velocidad del crecimiento de sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), si bien la reducción real sólo comenzará dentro de seis a once años, advierte el presidente del Instituto Nacional de Ecología, Adrián Fernández Bremauntz.
Entrevistado por Público, el funcionario, cabeza del organismo coordinador del programa de cambio climático del gobierno de la república, reconoce que lo que haga el país por sí solo sería un esfuerzo aislado “que ni cosquillas le hace” al problema, pues México emite alrededor de 1.5 por ciento de los GEI planetarios.
De ahí la necesidad de que la comunidad internacional sea consecuente y, sobre todo, las naciones desarrolladas como Estados Unidos —que genera cerca de 16 por ciento de los GEI mundiales, según cifras del año 2000— y la Unión Europea —11.4 por ciento—, o de que naciones emergentes como China —con una aportación cercana a 12 por ciento— hagan drásticas reducciones de sus emisiones en el corto y mediano plazo.
El espíritu del Protocolo de Kyoto, firmado por la mayoría de los países en 1997, es que el mundo haga descender sus emisiones a niveles anteriores a 1990 o, de lo contrario, grandes catástrofes ambientales, económicas y humanas, además de un proceso masivo de extinción de especies, se producirán en amplias regiones planetarias.
Esto significará un golpe de timón en los modos de producción económica y la cultura de consumo del hombre. Por ejemplo, cada habitante de México emite actualmente seis toneladas anuales de GEI y, para el año 2050, esta emisión debe bajar a un tercio. El desafío es enorme. Sin embargo, “estamos a tiempo de lograrlo”, añade optimista. Ésta es parte de la entrevista telefónica que sostuvo con este diario.
—¿Cuánto está generando México de GEI en la actualidad?
—En el último inventario, que es de 2006, tenemos una estimación de emisiones anuales de 710 millones de toneladas de bióxido de carbono equivalente. La tendencia sigue creciendo, pero crece cada vez con menos rapidez; seguramente entre 2007 y 2009 vamos a tener mayores números que esos 710, pero no un crecimiento estratosférico […] En el año 2000, México emitía 645 millones de toneladas; la actualización del dato la tendremos lista en uno o dos años más.
—¿Cuáles son los sectores donde hay más preocupación por moderación de las emisiones?
—Una buena parte del problema de México viene de la generación de energía, porque utilizamos plantas de combustóleo para generar energía; plantas de gas, que son mucho mas eficientes, y algo de contribución de renovables, como son hidroeléctricas, pero muy poquito de eólica, solar. Un primer gran rubro en el inventario en que hay que poner atención es cómo generamos energía; el otro es cómo la usamos. Lo que más nos preocupa son tres, fundamentalmente: uno, el sector del transporte, que es el que más rápidamente está creciendo sus emisiones; el segundo sector muy importante, que también esta creciendo aceleradamente en sus emisiones, es el sector residencial: continúa en todo el país la construcción de viviendas de todos los estratos; un tercer sector, que, aunque no está aumentando sus emisiones, y que conocemos en términos generales como cambio de uso de suelo —la agricultura, la deforestación, el manejo de la ganadería—, mantiene tasas importantes, pero no tan altas como en años anteriores.
—¿Qué estrategias llevan en estos sectores que siguen creciendo fuertemente, como son transporte y vivienda?
—Bueno, en transporte se trata de disminuir las emisiones de bióxido de carbono, y la forma más obvia de hacerlo es la introducción masiva de sistemas de transporte tipo metrobús y, por qué no, el metro, pero en todo el mundo se sabe que la forma más efectiva de transportar personas en las ciudades es el llamado transporte articulado, los metrobuses, que en Guadalajara se llama Macrobús y, en Monterrey, Regiobús.
“Otra cosa que vamos a hacer es introducir la obligación legal —como ocurre en otras partes del mundo— de avanzar con un mayor rendimiento de combustible en los vehículos; normas obligatorias: ponen calendarios y se va mejorando año con año el promedio de rendimiento, y eso en México lo vamos a publicar el año que entra; es un compromiso que el Presidente ya asumió, parte del Programa Especial de Cambio Climático. Así, año con año todos los que venden vehículos se verán obligados a que la composición de vehículos nuevos sea cada vez más eficiente, y con eso vamos a ahorrar millones de litros de combustible y, por lo tanto, muchas toneladas de bióxido de carbono, entre tres y cuatro millones por año”.
En el tema de vivienda, 800 mil que se construyan hasta 2012 cambian características: “Van a ser construidas y equipadas de una forma ligeramente diferente, con materiales de aislamiento; en algunos lugares, como caso extremo, les van a meter doble vidrio; le van a poner a todas un paquete de focos de bajo consumo, calentadores solares de agua… Con esto, cada vivienda, dependiendo del tamaño, se podría estar ahorrando alrededor de una y media tonelada de bióxido de carbono por año”.
Pero, sin duda, admite el presidente del INE, se debe dar el paso a impulsar energías renovables, como eólica o solar, para lo cual es indispensable echar abajo barreras legales y, en general, el país deberá ser apoyado por la comunidad internacional para que los costos en el cambio de fuentes de energía no impacten en el desarrollo social, lo cual forma parte de los acuerdos.
¿Las primeras metas? En 2012, México habrá dejado de mandar a la atmósfera 50 millones de toneladas de CO2, aunque la estabilización y el comienzo de la reducción neta se darán apenas entre 2015 y 2020. De allí viene una segunda etapa de cambios, más profundos, donde la investigación científica, las nuevas tecnologías, un drástico cambio cultural y el respeto de todas las naciones pueden detener, al menos por otro espacio de tiempo, los desastres anunciados.
Cambio climático en México, cifras y previsiones
México genera cerca de 1.5 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI), con 710 millones de toneladas de bióxido de carbono (equivalente) al año. Es parte de un grupo de 25 naciones responsables de 78 por ciento de estas emisiones, en las que se debe aplicar de manera más efectiva la estrategia acordada en el Protocolo de Kyoto
El Protocolo señala como GEI los siguientes compuestos en la atmósfera: bióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), los hidrofluorocarbonos, los perfluorocarbonos y el hexafluoruro de azufre. De lejos, son los dos primeros los que en mayores volúmenes han colmado la atmósfera de la Tierra en los últimos dos siglos
En México, las principales fuentes de emisiones son: la generación de energía, con 24 por ciento (casi un tercio se consume y emite en los hogares); el transporte, 18 por ciento; la deforestación y la silvicultura, 14 por ciento; la basura y los desechos, 10 por ciento; los procesos industriales, 8 por ciento; la agricultura, 7 por ciento, y las “emisiones fugitivas”, 6 por ciento
Los GEI son gases normalmente con características de opacidad, que absorben la energía calórica proveniente del sol y hacen posible que la temperatura se eleve (fenómenos conocido como “efecto invernadero”). Sin los GEI y sin atmósfera, la Tierra tendría una temperatura promedio de alrededor de 30 grados bajo cero, que haría casi imposible la vida
El promedio de temperatura de la Tierra ronda 18 grados. El problema es que la emisión extraordinaria de estos gases está aumentando las temperaturas promedio y amenazando con deshielos, huracanes más extremos, sequías y desaparición de especies, como las tortugas marinas, por culpa de los cambios que las variaciones del clima generan en los ecosistemas.
domingo, 7 de junio de 2009
Viajeras del tiempo en ruta a la extinción
En Morro Ayuta, una de las principales playas mexicanas para anidación de tortuga laúd, y próspera en visitaciones de otros quelonios, todavía hace diez años sólo se vivía de estos reptiles. "Mi mamá me pegaba si venía a la playa y no recogía ningún huevo", reconoce el pescador Luciano García. La cosecha principal solían ser nidos de golfinas, la especie más común. Las laúdes, gigantes de los mares, eran menos espectaculares y más silenciosas en sus arribos.
Hoy, la Dermochelys coriacea, con 180 millones de años de presencia en el planeta, está amenazada por un silencio total. Humberto García Escudero, quien apenas rebasa 20 años, no olvida su primer encuentro nocturno con este contemporáneo de los dinosaurios: "Estaba en la playa levantando nidos para llevarlos al campamento donde se cuidaban de los hueveros; todo estaba muy oscuro, yo caminaba con dos nidos de golfinas y me sentí cansado; cuando me iba a sentar se sintió un respiro muy fuerte, y al voltear vi a una laúd enorme que se esforzaba en escarbar para su nido […] me asusté, y fui a buscar a los biólogos…".
Muy pocos sostienen ya este tipo de encuentros. En 2008 se registraron apenas 300 nidos y unas 30 hembras de la especie en toda la vasta costa oaxaqueña, que, en contrario, se ha vuelto pródiga de nuevo en arribazones de golfina, pese al saqueo apenas contenido por la agresiva presencia de la Marina mexicana.
Morro Ayuta es la playa de Río Seco, un asentamiento campesino que tiene ejido y comunidad indígena. De forma abierta, sus moradores reconocen que el único paliativo a su pobreza endémica es justamente aprovechar los "excedentes" de huevo de quelonios, e incluso han planteado la necesidad de establecer un acuerdo institucional para cuidar y manejar su fauna marina, que es complemento de proteínas en su precaria dieta básica, pero, además, podría ser la base de un proyecto ecoturístico que impediría que las redes de comercialización ilegales sigan alimentándose de este estado de cosas.
"Queremos y tenemos derecho a desarrollarnos bien, a mejorar nuestra vida; nos prohibieron sacar huevo, pero por años nos dejaron abandonados, sin apoyo", señala preocupada doña Laura Sosa, una lideresa comunitaria. Ezequías Ahumada, presidente del ejido, se queja amargamente de las disuasiones policiacas, que se han prestado a innumerables abusos.
"Hace un tiempo metimos a la cárcel de Río Seco a un federal que quiso abusar de nosotros y hasta echó balazos en la plaza; somos bravos si nos buscan", advierte enfático. Fue necesaria una negociación con las autoridades estatales para que aceptaran soltar al gendarme, al que habían desarmado y mantenían fuertemente vigilado los campesinos irritados.
La veda completa de aprovechamiento de las tres especies de tortuga marina que llegan a las playas de Río Seco (la otra es la tortuga prieta) tiene vigencia parcial. "A veces nos dan chance de sacar nidos, pero algunos se pasan de cabrones y quieren llenar su refrigerador", confiesa una mujer veinteañera.
En tiempo de escasez —la golfina tiene sus principales arribadas de agosto a noviembre; la laúd, en el invierno—, un nido se cotiza en 150 pesos. "Con eso te puedes comprar un uniforme para la escuela de los niños", se justifica otra ama de casa.
Río Seco es una de decenas de aldeas con saqueadores de tortuga. En esta zona, se hace lo mismo en Coyul, Tapanalá y El Limón.
"Es realmente impresionante cómo, en la época de auge de las arribadas de tortuga, hay aquí mucho dinero; hacen fiestas, meten grupos musicales y andan quince días en la tomadera, sin parar. Ya los conocemos, esos momentos no tratamos de buscarlos para hacer acuerdos de los proyectos de la comunidad, simplemente no están disponibles", explica una promotora social.
Es una zona dominada por la selva seca, con playas de arena tersa y magníficas puestas de sol; estuvo habitada por tigres (jaguares) y felinos menores, lagartos y venados y hasta algún testimonio asegura la presencia improbable del tapir, pero, sobre todo, por cientos de miles, tal vez millones de quelonios, en medio de inmensas soledades virginales. La derrota de la naturaleza comenzó alrededor de 1935, cuando arrancó la colonización humana.
¿El final del viaje?
Huelga repetir que la tortuga laúd es la mayor del mundo: llega a pesar hasta 900 kilogramos, según registros científicos, aunque promedia sobre media tonelada. Esto significa que anda en los rangos del toro de lidia. Su gran tamaño, aseguran expertos, puede ser clave de su longevidad como especie, pues al parecer tiene formas de regular su propia temperatura, a diferencia de la mayoría de los reptiles.
Las hembras ponen once o doce nidadas por temporada, en playas diversas del Pacífico mexicano, y sus migraciones son unas de las mayores que se conozcan: hay registros de hasta once mil kilómetros de desplazamientos, con avistamientos incluso en la gélida Noruega, pues solía habitar por todo el orbe marino.
Los ejemplares que todavía arriban a la ardiente Oaxaca provienen de los mares de Perú y Chile.
La Dermochelys coriacea sobrevivió a dos grandes procesos masivos de extinción de formas de vida marina y terrestre: la que hace 65 millones de años aniquiló a los grandes dinosaurios y la que sobrevino con los grandes mamíferos tras la aparición del hombre. Así, se trata de una auténtica viajera del tiempo. ¿Toca su turno, en tiempos de calentamiento global propiciado por las actividades humanas, y de depredación directa por los pescadores y moradores de las costas donde desova?
Hay una lucha desesperada por salvarla en sus principales sitios de anidación del litoral oaxaqueño y el mexicano en general. No obstante, entre los científicos se percibe un aire pesimista, pues los registros de la especie, que se desplomaron a partir de 1990, no levantan.
Esto, pese a la protección que le dan las leyes mexicanas desde hace más de 80 años, y que sólo se hizo más o menos efectiva justamente desde 1990, lo que ocasionó una fuerte contracción económica entre los miles de aldeanos que vivían de su saqueo, junto con el de otras dos especies mucho más abundantes: la tortuga negra y la golfina; esta última, con sus mayores arribadas mundiales en la playa de Escobilla, al poniente de este litoral.
El problema de la gigante es serio. Marcelino López Reyes es uno de los científicos que mejor conocen a las visitantes de los mares. Trabaja para la organización ambientalista Selva Negra, que sostiene en operación el campamento de El Palmarito, otra de las playas preferidas de la laúd en Oaxaca. Sus conclusiones no son optimistas.
"A la playa de Barra de la Cruz llegaron como 1,800 tortugas laúd en una temporada en 1990-91, y a partir de 1992 empezamos a vigilar las playas porque pensábamos que esa tortuga estaba cambiando de playa de anidación; descubrimos la importancia de El Palmarito, pero lo cierto es que había una baja inexplicable…".
El enorme quelonio "tiene una ruta de migración muy lejana; se empieza a reproducir de los 20 años en adelante; la laúd puede llegar a anidar once o doce veces por temporada, si tuvimos 1,800 en 1991, ahora podríamos hablar de menos de 30: es muy drástico el descenso", pone en relieve.
—¿Cree que sea por causa del calentamiento global?
—Sí, no hay duda; está afectando la alimentación de la laúd, porque, al calentarse el agua de mar, la medusa que está especializada en comer se va a profundidades muy bajas y la laúd no puede seguirla; ante la falta de alimento, empieza a migrar y esto la lleva a la muerte […] Entre noviembre y diciembre, cuando el mar se enfría, la medusa permanece arriba flotando, hay fuente de alimento, pero entre febrero y marzo, ahora con el cambio climático, el calor sube pronto y es posible que esto la condene a no alimentarse.
—¿Cómo está afectando el cambio climático a la golfina y la prieta?
—La prieta es vegetariana; cuando es pequeña es carnívora, pero después se hace vegetariana; hay reportes de Michoacán de que la prieta emigra hacia el Golfo de California porque hay un banco importante de algas allí. La golfina es omnívora: en esta temporada he salido al mar y no ha encontrado la jaiba que consume, una jaiba roja que es su fuente de calcio, porque deposita hasta 120 huevos cada mes y necesita recuperar el calcio que dejó en el huevo. Pasa lo mismo que con la medusa: el mayor calor de la superficie hace que ese crustáceo no suba ya.
El experto subraya que, como especies migratorias, los esfuerzos de salvación de las tortugas deben ser multinacionales. Además de la falta de alimento, está la muerte por captura incidental de los grandes barcos pesqueros. "Muchos países sí están trabajando con la laúd. Aquí en México, por fortuna estamos tomando prevenciones por la captura incidental de la tortuga, pero hay países centroamericanos que no lo hacen, entonces no estás protegiendo toda la ruta, además que hay lugares donde es abierto el derecho a matar laúdes por el aceite…".
—Ahora, ¿el aumento del calor también afecta los huevos y las crías?
—Sin duda, afecta totalmente la producción de crías machos y hembras. De las primeras tortugas laúd que llegaron en octubre, las crías nacieron en noviembre, diciembre, y en su mayoría son machos porque estaba frío; ahorita los que nazcan quizás sean hembras por el calor, además de que hay crías que mueren en la eclosión del huevo por no ser propicias a un sol tan fuerte. Que haya mucho más hembras que machos es evidentemente un problema, porque la reproducción es sexual, puede afectar poblaciones y llevar a una desaparición progresiva. Y el problema es que hoy, en Oaxaca, la temporada de calor empieza en enero, hasta mayo, cuando empieza a llover.
Por si faltaran enemigos, estos reptiles también deben enfrentar a una nueva plaga, un escarabajo proveniente de la zona de la sierra que llegó con los troncos de la deforestación y se aclimató al litoral. López Reyes confirma que su presencia ha provocado mortandad de hasta 80 por ciento en los huevos de golfina, pero asegura que es controlable si se interviene en este momento para reducir al bicho.
No se diga ya de los zopilotes, que, huyendo de las zonas urbanas, donde se les persigue, van a la playa a buscar alimento fácil. Una golfina muerta en Escobilla, la meca de la especie, con los ojos devorados por esas rapaces, es el mejor monumento a un mundo que cambia a golpes, mucho más rápido de lo que la naturaleza lo ha administrado en la inmensidad de su historia terrenal.
El guardián del bosque
El pequeño felino hace eco de su fama de fiera y lanza agresivos maullidos desde el fondo de su jaula. Con la desaparición casi total del jaguar (Panthera onca) de la costa oaxaqueña, son los tigrillos o margay (Felis wiedii) y los ocelotes o guanduri (Felis pardalis) los que encabezan la cadena alimenticia en las zonas terrestres y las inmediaciones de los humedales. En los ecosistemas lagunarios, el cocodrilo de río (Crocodylus acutus) sigue siendo el rey, pese a la tenaz persecución de que fue víctima.
Cae la noche en el poblado de Tapanalá, al este de Huatulco. Doña Silvia Pérez ya no sabe qué hacer con este obsequio que le dio un lugareño de la zona de San Miguel Changó, donde presuntamente fue capturado el cachorro. El felino vive en una pequeña jaula en medio del corral, y de devorar carne de pollo y trozos de res que le compra la campesina, mientras contempla triste y ansioso, desde la reja, el paso despreocupado de pollos y gallinas, única fortuna de su dueña.
Doña Silvia quiere poner una cría de iguana, que está también en peligro de extinción, para poder comercializar su carne después, que es muy preciada. Pide apoyo a sus visitantes para acercarse a un criadero en la zona de Puerto Ángel, establecimiento que es famoso regionalmente, para lo cual tiene como moneda de cambio el preciado tigrillo. Su angustia pecuniaria es lo común entre los moradores de la costa, en su mayor parte descendientes de migraciones indígenas zapotecas, mixtecas, triques y mixes que huían de los caciques del altiplano, en los años treinta y cuarenta del siglo XX.
Escobilla, más de cien kilómetros al oeste de Tapanalá, ofrece un caso similar. La comunidad, que tiene como heredad la colindancia con la playa de arribazones de golfina más numerosa del planeta, ha luchado por abrirse paso entre la miseria endémica a que la condenó la veda gubernamental, luego del cierre del rastro de tortugas que el presidente Luis Echeverría construyó en los años sesenta, donde se sacrificaban más de mil ejemplares al día.
"Tratamos de generar proyectos alternativos, porque la verdad es que se siguen saqueando nidos; hicimos un proyecto ecoturístico que nos está empezando a dar frutos, afortunadamente, pero ha costado mucho […] de 90 que lo empezamos, hoy nomás hay 17 socios, y tuvimos que luchar porque hasta nos quemaron el restaurante, yo creo que por celos", destaca don Sóstenes Rodríguez Reyes, secretario del comité de vigilancia de la cooperativa.
El proyecto fue construido con muchas jornadas de tequio, un esquema de trabajo comunitario gratuito propio de los zapotecas. "Muchos se fueron retirando porque nos decían: no queremos limosnas, queremos buenos sueldos". Son tradiciones solidarias que están en riesgo, así como el lenguaje de sus abuelos. "Ya a últimas fechas, los hijos se avergüenzan de los padres cuando hablan el indio […] no hay escuelas bilingües; yo recuerdo que, en un poblado que se llama Charco de Agua, un maestro dejaba sin recreo a los alumnos que hablaban zapoteco, y hasta los golpeaba si no preferían la lengua española", dice con pena.
Con todo, el proyecto creció: ya hay restaurante, cabañas, paseos en lancha por el estero y colaboran en el cuidado de las golfinas. "Todavía nos pegan; muchos nos provocan: ustedes cuidan tortugas, cocodrilos, iguanas, y nosotros las matamos, nos advierten".
Don Sóstenes ha recibido en su local a un grupo de estudiantes de la escuela Lázaro Cárdenas del Río, quienes toman la clase de educación ambiental impartida por la maestra Martha Navarrete, orgullosa de sus muchachos. Adolescentes al fin, no pueden evitar una mirada lasciva a un cartel de Selva Negra, con una modelo sensual vestida en lencería, provocativa: "Mi hombre no necesita huevos de tortuga, porque sabe que no lo hacen más potente….".
A muchos lugareños de la costa de Oaxaca, mientras sus clientes sigan creyendo en las propiedades afrodisiacas de su producto, no les importa demasiado perderse de las mieles de una cachonda y sofisticada morena que defiende tortugas desde la lejanía de Miami, a donde, además, no piensan ir en su azarosa vida.
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Costa de Oaxaca, un lugar de cambios A partir de 1935 empezaron los grandes procesos de ocupación por comunidades humanas en la costa de Oaxaca, en su mayor parte indígenas sin tierra que enfrentaban problemas con jefes políticos —frecuentemente cruentos— en el altiplano
La ocupación de la costa fue desordenada y sin mediar una planeación; los nuevos moradores de este mundo virginal se toparon con especies de plantas y animales distintas a las que conocían, y con un clima y un suelo en condiciones distintas, lo que explica la velocidad del daño que ocasionaron al intentar hacer las mismas actividades que en sus tierras frías
No obstante el fracaso económico reiterado, uno de los regalos que les ofreció la naturaleza fue la gran abundancia de animales, especialmente la mansa tortuga que milenariamente llega a las playas. El fracaso en proveerse de proteínas por sus propios medios fue sustituido por esta fuente fácil de carne y huevos
Desde 1927, el gobierno mexicano ha intentado proteger las siete especies de tortugas marinas que llegan a las playas del país, con una prohibición federal a la captura de ejemplares o el consumo de huevo. Esta prohibición se ratificó en 1972, pero, de forma absurda, son los tiempos en que el presidente Echeverría inauguró el matadero de quelonios más famoso de la historia: el rastro de San Agustinillo, cerrado hasta 1989, y donde ahora existe el Centro Mexicano de la Tortuga
El 29 de octubre de 1986, se emitieron decretos para las principales playas tortugueras mexicanas: Mexiquillo, Michoacán; Tierras Coloradas, Guerrero; Chacahua y Escobilla, en Oaxaca. En Jalisco quedó protegido el playón de Mismaloya, el más largo del país
Indicadores del desastre de la tortuga laúd en Oaxaca: en 1984 hubo 1,900 nidos; en 1985 fueron el doble, 3,800; 4,700 en 1987; 1,300 en 1990, y menos de cien en 1994, informa la Semarnat en el campamento de Escobilla
La costa de Oaxaca es hoy uno de los sitios más codiciados de inversión turística de México, sobre todo el corredor que va de Huatulco, al oriente, a Puerto Ángel y Puerto Escondido, al poniente. La pobreza de su población sigue siendo el principal problema social
viernes, 5 de junio de 2009
Cambio climático: ¿Apocalipsis ahora?
Público arranca una serie sobre calentamiento global; el país genera 2% de las emisiones de gases de efecto invernadero; revertirlo es hoy el mayor desafío para la humanidad.
Guadalajara, Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO
"El Niño Dios te escrituró un establo, y los veneros de petróleo el diablo…"
La suave patria, Ramón López Velarde
Tamasopo, San Luis Potosí. Los niños Santiago Margarito y Donaciano conducen a los visitantes entre los matorrales, una vez que se traspasa la vía del ferrocarril y los vetustos bodegones del poblado de El Cafetal. Entonces, el paisaje áspero y devastado, obra de siete decenios de ganadería extensiva, se desploma hacia un abismo sorprendente: es el Puente de Dios, uno de los últimos recovecos de un territorio que alojó la selva húmeda más al norte del planeta.
El sordo rumor del agua, el calor húmedo, los cientos de peldaños deshechos que hay que bajar, el temor al "tigre" (jaguar), que, dicen, aún ronda por estas estribaciones de la Sierra Madre Oriental, apenas preparan para un espectáculo casi místico: una fuente de agua, copiosa de un líquido turquesa que parece atrapar el cielo misterioso del ocaso, ruge poderosa mientras se revuelve en la cascada. Luego, el torrente penetra por abajo del puente natural, y del otro lado salen aguas mansas, quietas, con ondas que se expanden lentamente en medio de la jungla, antes de reanudar, unos metros abajo, su rápida y loca carrera hacia el río Pánuco, el cuarto más caudaloso del país, la que culminará en el tibio Golfo de México.
¿Es acaso el ejemplo de esa "voluptuosidad sin erotismo" que vio en esta región un José Vasconcelos juvenil —el testimonio, en Ulises criollo— cuando este mundo era casi virginal? Las pozas de agua fresca que se ofrecen al viajero desatan la imaginación hacia un pasado que hoy parece imposible.
Al final, tras retornar por las escalinatas, caducado el arrobamiento y conjurados los terrores del crepúsculo, la sensación es de pena. Porque el peregrino sabe que sólo ha visto un reducto sobreviviente a un minucioso plan gubernamental de deforestación que trajo la colonización de esta región, con el exterminio masivo de muchas de sus especies.
Así, primero a golpe de hacha y fuego, después de motosierras, se echó abajo una vasta selva húmeda, de cuya extensión original queda menos de 10 por ciento. Esa tala para abrir espacios agrícolas y, sobre todo, para pastar ganado mayor —las especialidades de carne de res son orgullo huasteco—, también liberó miles de toneladas de carbono que había sido pacientemente fijado en grandes árboles por siglos, lo que, unido a otros procesos similares en todo México y el mundo, han elevado la presencia de este gas en la atmósfera y acentuado el "efecto invernadero", pues el CO2 absorbe el calor del sol de forma eficiente. Es así como se comenzó a cocinar el fenómeno conocido hoy como calentamiento global antrópico, esto es, maximizado por el hombre, que tiene en vilo la vida planetaria como la conocemos.
La región es además la cuna del petróleo mexicano —el visitante puede admirar el modesto monumento alusivo en el poblado de Ébano, unos 50 kilómetros al oriente de estas cañadas—, la otra "bestia del Apocalipsis", que ha liberado millones de toneladas de carbono capturadas en el subsuelo del planeta tras millones de años de historia geológica.
Hoy, La Huasteca es un sueño que conserva resabios de sus glorias perdidas. Carlos Contreras Servín y María Guadalupe Galindo Mendoza, de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, describen con precisión sus males: "Los rendimientos y los beneficios que se esperarían de las actividades agropecuarias han sido limitados en gran medida por el deterioro ambiental provocado por la deforestación, la erosión de suelos, la contaminación de algunos cuerpos de agua y el efecto de siniestros, que se traduce en pérdidas parciales o totales, ocasionados por la sequía, inundaciones o por el brote de plagas y enfermedades".
Su principal conquistador fue el dueño del rancho Gargaleote, Gonzalo N. Santos, uno de los más famosos caciques del viejo régimen. "Este rancho que yo fundé conquistando la selva y dominando a las fieras, no siempre de cuatro patas", expresa ufano en las primeras páginas de sus vastas Memorias, a finales de los años setenta del siglo XX. Para entonces, la devastación había casi culminado. El jaguar, el mono araña y las guacamayas habían sido exterminados; la madera preciosa se había talado casi toda, y miles de hectáreas de pastizales llenaban los lomeríos entre Río Verde y Ébano, con decenas de miles de rumiantes creciendo, mientras el humo de las torres petroleras se elevaba sobre la llanura de Tampico: el triunfo inobjetable de la civilización sobre la torva naturaleza.
Una cuenca exhausta
Valle de Santiago, Guanajuato. El asentamiento humano parece invadir como lava en regresión el cráter del volcán extinto. Ésta es la zona de las Siete Luminarias, igual número de fosas generadas por el vulcanismo, donde el agua adquiere tonalidades diversas, seguramente por la presencia de minerales efecto de la vieja actividad ígnea. Muchos brujos y esoteristas del país hacen la peregrinación en busca de esas aguas proféticas, pero lo que en realidad permiten atisbar es un tiempo de cambios drásticos.
Y no es cuestión de magia: éste es el corazón de la cuenca Lerma-Chapala, una de las más habitadas del país, de más de 51 mil kilómetros cuadrados. La región suma 159 municipios más dos grandes usuarios: las ciudades de Guadalajara y México. La población que aprovecha sus recursos es cercana a 20 millones de personas. La densidad de población, 190 habitantes por km2, es cuatro veces mayor al promedio nacional. Hay 34 localidades de más de 20 mil habitantes, pero al menos seis mil poblaciones de menos de 2,500 personas.
A lo demográfico se agrega lo económico: tres millones de hectáreas bajo cultivo, 800 mil de las cuales corresponden a superficie de riego. Es decir, casi 60 por ciento de toda la cuenca, más otro 14.3 por ciento de pastizales, revelan el más elevado índice de uso agropecuario del suelo en México. Por si faltara, alberga 30 mil industrias.
En el caso de la ciudad de Guadalajara, dice el investigador Arturo Curiel Ballesteros, el cambio climático ya ocasiona trastornos. La presencia del dengue es una de las señales del retorno vigoroso de enfermedades que no estaban presentes en la zona. El aumento de temperaturas es local, por la enorme plancha de pavimento que ocupa miles de kilómetros de calles, pero, además, la deforestación regional, la liberación de gases de efecto invernadero por más de millón y medio de autos, y el descomunal desperdicio de energía, revelan que la situación no mejorará.
La Ciudad de México está peor. Cuatro millones de autos, una conurbación sobre millón y medio de hectáreas y el agotamiento progresivo de acuíferos. Los brujos de Valle de Santiago no se imaginan la pesadilla que apenas comienza.
Las tierras flacas
Saín Alto, Zacatecas. Don Pablo Cardona, hijo de la ex hacienda de El Sauz, ha visto pasar cerca de 90 años en este mundo seco donde el maíz es para subsistencia y las lluvias se retiran cada vez más, en la lejana sierra sangrada por los talamontes.
El anciano desgrana elotes mientras divaga sobre las luchas agrarias contra la ex hacienda porfirista, cuyos restos yacen al otro lado de la carretera, semiderruidos, invadidos por maleza y cobijando la fauna que huye del sol abrasador.
"Yo nunca me fui a Estados Unidos, aquí había mucho pleito", señala el viejo. Muertes, encarcelamientos y periplos a la capital, para exigir los derechos agrarios. Pero es historia. Lo de siempre es el clima difícil, situación que se agrava ante la falta de infraestructura, como pozos y canales, privilegio de unos pocos. El lugar está por eso casi abandonado, pues hay que buscar trabajo en las zonas urbanas más próximas o en el lejano norte.
El México árido abarca un millón 27,051 kilómetros cuadrados de 23 estados de la república, y en su seno habitan alrededor de 8.5 millones de campesinos como don Pablo.
Hay 788 municipios en situación de fragilidad por sequías que tenderán a extremarse, según las previsiones de los expertos, con el gradual incremento de la temperatura global. En esas demarcaciones se tienen 68,999 localidades, desde grandes ciudades como Monterrey o Torreón, hasta esta modesta aldehuela de 25 casas.
Lacandonia
Ocosingo, Chiapas. El minibús se desplaza silencioso por la brecha bien trazada, mientras la selva se yergue entre gigantes de 40 a 60 metros que intimidan a los viajeros. El conductor es un lacandón vestido de manta blanca, con el ojo estrábico, descendiente de una de las 60 familias que recibieron del presidente Luis Echeverría la heredad más fabulosa del país: 614 mil hectáreas del ecosistema tropical más rico de México, con registros de 40 por ciento de sus especies vivas.
La ruta lleva a los restos de las pirámides de la ciudad de Bonampak, donde el vigor de los colores de sus murales sigue sorprendiendo, a más de mil años del naufragio.
Los cuartos con frescos son famosos. Juan, el guía, resume: "El primero representa una procesión de sacerdotes y nobles. Una orquesta toca trompetas de madera y tañe tambores mientras los nobles charlan. El segundo cuarto muestra una escena de guerra, con prisioneros a los que les son arrancadas las uñas de los dedos de las manos, sentados ante el señor Chaan Muan de Bonampak. El tercer cuarto muestra una ceremonia con bailarines ricamente ataviados y usando máscaras de dioses, y a la familia gobernante punzándose la lengua con agujas de maguey hasta hacerla sangrar…".
El guía advierte que un cambio climático local pudo ser la causa del desastre de la cultura maya: a la deforestación sobrevino la sequía y, luego, las guerras intestinas. Hoy, el mismo motor de cambio irracional de uso de suelo parece apuntar a un nuevo colapso.
Epílogos
En 2009, el lago de Chapala ha perdido más de 70 centímetros de agua, un volumen superior a 600 millones de metros cúbicos, mucho más de la que requiere Guadalajara en un año.
En el mismo periodo, la ciudad de México emitió casi 800 mil toneladas de dióxido de carbono a su atmósfera.
El pasado 26 de abril, el Servicio Meteorológico Nacional registró 50 grados de temperatura en la región Huasteca, que tiene una tasa de deforestación cercana a 9 por ciento anual.
Saín Alto se prepara para lluvias torrenciales en el apretado temporal. El alcalde, José Ángel Zamora Flores, repartió esta semana láminas para techar casas de los pobres ante la inopinada abundancia.
Ayer, más de 16 hectáreas de selva, unos seis mil árboles, fueron desmontadas para abrir cultivos y para establecer ganado en la Lacandona, invadida por campesinos pobres. Cada árbol significa unos 600 kilogramos de dióxido de carbono fijado.
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Tres conceptos Efecto invernadero
La capacidad de la atmósfera terrestre para guardar calor. Sin él, no sería posible la vida.
Calentamiento global
El efecto invernadero, llevado al extremo por la liberación masiva de gases como el dióxido de carbono y el aumento del vapor de agua, trae temperaturas más altas y cambios radicales en muchos fenómenos terrestres. También se le conoce como cambio climático.
Cuál fue el cambio
La atmósfera terrestre ha alojado gases de efecto invernadero a un máximo de 280 partes por millón durante la larga historia natural del planeta. Hoy, la marca es 375 ppm