Ayer se presentó de forma oficial en Guadalajara el programa de trabajo de la junta, cuya ejecución entre 2009 y 2016 demanda una inversión de poco más de 34 millones de pesos, y tiene, entre otros cometidos, la misión de generar un relleno sanitario regional, enclavado en Mazamitla, y una planta de transferencia, en donde se concentrarán sólo desechos inorgánicos, pues los orgánicos (53 por ciento del total) deberán ser transformados en composta, según lo explicó la secretaria de Medio Ambiente en Jalisco, Martha Ruth del Toro Gaytán.
Las oportunidades son incluso mayores, pues podría buscarse mercado para plásticos, vidrios y cartones, lo que reduciría en otros 20 puntos la generación diaria de basura. Y si bien, las cuentas de esta región equivalen a las de una colonia populosa de Guadalajara, como Oblatos o la Constitución (apenas 55 mil habitantes en 368 poblados), su mejor gestión favorecerá uno de los enclaves turísticos de montaña mejor posicionados del país, y permitirá entregar aguas de mejor calidad hacia el lago de Chapala, a donde vierte la cuenca.
En el acto de presentación del programa, realizado en uno de los salones del Club de Industriales, asistieron los alcaldes de Concepción de Buenos Aires, La Manzanilla de la Paz, Marcos Castellanos, Mazamitla, Quitupan, Tuxcueca y Valle de Juárez, una región montañosa que entrega agua y servicios ambientales al lago, pero además, hacia las cuencas de los ríos Coahuayana, que vierte al océano Pacífico entre Michoacán y Colima, y Tepalcatepec, que desahoga sus aguas en el lejano Balsas, en la presa Infiernillo, entre Michoacán y Guerrero.
El responsable del organismo, Francisco Javier Galván, subrayó que ya se tienen en proceso de aplicación más de catorce millones de pesos derivados de financiamiento estatal y federal, lo que permitirá que al final de las gestiones municipales de los municipios jaliscienses, el proceso ya esté en marcha.
Entre otros objetivos: la clausura de seis sitios de disposición final que no cumplen la normatividad ambiental aplicable; unificar la gestión integral de residuos de forma regional y garantizar la disposición final de residuos sólidos de conformidad con la normatividad NOM-083-SEMARNAT-2003, y demás ordenamientos ambientales vigentes; generar una cultura cívica para reducir los desechos individuales y mantener limpios los caminos y las zonas públicas.
La llamada “Simar Sureste” (siglas de Sistema de Manejo de Residuos) se conformó desde octubre de 2008. Los firmantes le desean larga vida, porque la otra opción sólo es el desastre.
La basura en la región Sureste En los municipios de la región Sureste que forman parte del nuevo organismo intermunicipal, las cabeceras municipales y localidades mayores a 2,500 habitantes son ocho, y aportan 64% de los residuos sólidos urbanos regionales. Los 36% restantes de se encuentra dispersos en 306 localidades que abarcan un territorio de 192,191 hectáreas. Hay seis vertederos municipales, ninguno cumple las normas en la materia
En cuanto a la generación diaria de basura por municipio, los datos son los siguientes: Mazamitla, 5.72 toneladas; Valle de Juárez, 3.06, Concepción de Buenos Aires, 3.08; La Manzanilla de la Paz, 2.03; Quitupan, 5.33; Tuxcueca, 3.32 y Marcos Castellanos, (Michoacán), 6.05. En total, 28.62 toneladas, casi medio punto porcentual de lo que genera la zona metropolitana de Guadalajara
Los principales componentes de los residuos sólidos en los siete municipios son: 57 % de residuos orgánicos y 43% inorgánicos. De ese segundo grupo, diferentes tipos de plástico representan 13.39%; papel y cartón, 6.14% y vidrio, 3.06%.
El promedio de vida de las unidades de recolección es de 20 años, pero “la recomendada para este tipo de vehículos es de siete años”.
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