miércoles, 20 de febrero de 2008

Autoridades, sin idea del impacto de la polución: experto


Rocío Ramos - PÚBLICO El gobierno de Jalisco no tiene una idea mínima del impacto que puede provocar la contaminación de las aguas del río Santiago y es muy iluso si cree que en tres años, y sin apoyo federal, puede cambiarse la situación de la cuenca, aseguró Javier García Velasco, director del laboratorio de Salud Ambiental de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

“No hay un estudio para saber qué pasa si riegas con ella, si te bañas o si te la tomas. Se sabe que hay una fuerte contaminación [el río Santiago], pero no los riesgos” para la gente, flora y fauna.

La presencia de arsénico en el río tampoco es novedad: “Eso se sabía desde que hicimos el estudio de impacto ambiental de [la presa] Arcediano, vimos que había una acumulación muy importante de metales tóxicos”, apuntó el también presidente de los Biólogos Colegiados de Jalisco.

Ante este panorama, es alarmante que las diferentes instancias gubernamentales no hayan tenido la preocupación de actuar, pese a que ya se tenían estudios de la Comisión Estatal del Agua (CEA) sobre la gran degradación de la cuenca desde 2006 (Público, 18 de febrero de 2008) e incluso antes, pues recordó que la UdeG, a través del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), ya había lanzado la voz de alerta desde 2005, en su estudio sobre el impacto a El Salto y Juanacatlán.

Lo cierto es que urge “atacar la fuente del problema. Hay alguien que está vertiendo contaminantes y alguien que está dejando que lo hagan”.

Por el momento, se necesitan urgentemente estudios toxicológicos, para los que se requiere una fuerte inversión de recursos económicos, tanto estatales como federales, y mucho tiempo para reparar los daños: “Probablemente ni en tres años podamos. Se requieren bastantes años, no se hace en tres meses, ni en tres años. El problema rebasa cualquier presupuesto institucional de la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable… es algo ilusorio”.

Una de las grandes trabas que no ha permitido hacer algo en concreto para el río Santiago, desde su punto de vista, es “que no exista una normativa concreta, no se sabe quién debe actuar”, por lo que debe elaborarse una. A la par, sugirió ir generando una adecuada educación ambiental e industrial y dijo que a los vecinos se les debe informar a detalle de la problemática, para que no se acerquen al río y sean concientes de las consecuencias que les puede traer a su salud.

García Velasco agregó que desde hace dos meses trabaja con la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) en la consolidación de un equipo de trabajo para realizar estudios en el río. “Se requiere una depuración, existen a escala mundial casos donde se ha logrado. Ésta es una emergencia ecológica para la que se requiere intervención nacional”.

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