Al menos dos autorizaciones de impacto ambiental en tierras comunales. Los indígenas reclaman no haber sido consultados; exigen recular a CDI.
Las obras en la carretera Bolaños-Huejuquilla fueron detenidas por la comunidad indígena. Foto: Público
Agustín del Castillo - PÚBLICO
Se cumplieron dos días del plantón de cientos de comuneros de Santa Catarina Cuexcomatitlán en la Ciénaga de los Caballos, municipio de Mezquitic, donde más de 30 máquinas de los ingenieros que construyen la carretera Bolaños-Huejuquilla están aseguradas para impedir que sigan con la obra. Pese a las presiones policiacas de ayer, los huicholes no cedieron un palmo de terreno.
Uno de los reclamos esenciales de los indígenas es que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) se habría prestado a “seccionar” el análisis ambiental del trazo carretero, lo cual evita determinar efectos acumulativos de la obra de infraestructura. La información publicada en el portal www.semarnat.gob.mx revela la existencia de al menos dos permisos de impacto ambiental con doce kilómetros de desmontes en territorio comunal.
A su juicio, se trata de autorizaciones espurias que dañarán de forma irreversible sus sitios naturales y sus lugares sagrados, pues más allá del derribo de arbolado y del corte de corredores silvestres, se tendrán impactos sociales —como lo es facilitar la llegada de saqueadores de recursos— difíciles de cuantificar.
“La obra no nos interesa, el beneficio no es claro”, señalan los wixaritaris en sus últimas cartas a la Semarnat y a la Profepa, lo que refrenda las críticas que se hicieron en la asamblea comunitaria de hace tres meses, dadas a conocer por Público el 22 de noviembre de 2007.
El delegado estatal de la Semarnat, José de Jesús Álvarez Carrillo, dijo que tendría que intervenir la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) para determinar si se violan normas ambientales. Sin embargo, se comprometió a revisar de forma minuciosa las autorizaciones otorgadas por la dependencia, para determinar en qué medida afectan al territorio comunal.
No obstante, el portal de Internet da cuenta de dos autorizaciones: la primera fue emitida el 5 de diciembre de 2006 a la Secretaría de Desarrollo Urbano de Jalisco, y es un trazo de casi 32 kilómetros, de los cuales, poco más de cinco son de propiedad comunal. Se denomina “Construcción de la carretera estatal Bolaños-Tenzompa-Huejuquilla, subtramos del kilómetro 29+139 al 61+000”, y la autoriza “de manera condicionada”. Este tramo exige desmontar 63.7 hectáreas de zona boscosa con 11,147 metros cúbicos de madera.
La segunda autorización fue otorgada al gobierno de Huejuquilla el Alto el 30 de marzo de 2007, y es un trazo de siete kilómetros totalmente en tierras de Santa Catarina, denominado “Remodelación del entronque camino Tenzompa-Nueva Colonia a Halmatzie”. El cambio de uso de suelo se dará sobre casi cinco hectáreas en las que se cortarán 218.3 metros cúbicos de madera, precisa el documento.
Los wixaritaris exigen que dichas autorizaciones sean canceladas. Esperan para hoy el arribo de algunos cientos de comuneros de la vecina comunidad de San Sebastián Teponahuaxtlán, en apoyo a sus demandas, y exigen que la Comisión Nacional para el Desarrollo de Pueblos Indígenas (CDI) acuda a las negociaciones con el gobierno de Jalisco.
Ayer por la tarde arribó al sitio de conflicto personal de la Primera Visitaduría de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ), con la misión de observar cualquier violación de garantías en que se pudiera incurrir en perjuicio de los quejosos.
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