La Jornada - REDACCIÓN
Durante las jornadas de trabajo denominadas “Hacia una agenda para el Saneamiento Integral de la Cuenca El Ahogado”, los ayuntamientos y organizaciones civiles de El Salto y Juanacatlán ratificaron la urgencia de que la zona sea declarada en emergencia ambiental.
Ante la grave contaminación del río Santiago y las crecientes evidencias de los daños directos a la salud, recomendaron que la zona sea declarada en emergencia ambiental, y no como zona de fragilidad ambiental, ya que el equilibrio de la zona ya está roto y se necesitan acciones que vayan mas allá de la prevención de situaciones que pongan en riesgo el ecosistema.
Los participantes de las jornadas consideran que las siguientes medidas deberían contemplarse en la declaración de emergencia ambiental en la zona: todos los habitantes de la cuenca deben de recibir información comprensible y suficiente sobre los riesgos para la salud que implica el alto nivel de contaminación del río, con el fin de que puedan adoptar medidas individuales, familiares y colectivas para proteger su salud. Esta información debe incluir las medidas que deben adoptarse para evitar accidentes y contacto con el agua del río, principalmente en niños y niñas, así como para la protección de personas que están en contacto con el agua por razones laborales.
El reconocimiento de síntomas y signos para identificar datos de intoxicación aguda por los contaminantes.
Las medidas generales que debe adoptar la población en caso de intoxicación y a dónde recurrir para recibir atención. Estas deben incluir medidas sencillas a nivel doméstico, laboral y escolar.
La adopción e instrumentación de un sistema local de monitoreo de contaminación del aire originada por el río, que diariamente informe a los habitantes sobre niveles peligrosos para la salud. Las sustancias que deben monitorearse son: ácido sulfhídrico, metano, óxido nitroso y dióxido de carbono. Este monitoreo debe comunicar con índices sencillos a la población el grado de riesgo a la salud, semejante a los Imecas.
Debe realizarse un diagnóstico de riesgos sanitarios que permita identificar a la población que ya presenta signos de posibles afecciones a su salud, así como para identificar a los grupos de mayor riesgo. Esta información serviría además como diagnóstico para evaluar el impacto de las medidas que se tomen para el control de las descargas y saneamiento del río.
Establecer un mecanismo inmediato, con capacidad técnica y financiera para identificar las fuentes de emisión de los contaminantes más peligrosos para la salud y adoptar las medidas jurídicas y técnicas necesarias para detener o modificar los procesos productivos relacionados con la emisión de estos contaminantes. Entre los contaminantes se identificaron: arsénico, plomo, bencenos, cromo, cadmio, mercurio y manganeso.
Tomar en cuenta los daños a la salud percibidos por la población como una justificación social suficiente para financiar y realizar los estudios epidemiológicos necesarios.
Tomar las medidas necesarias para iniciar en lo inmediato la restauración de las condiciones mínimas para que los habitantes de la región puedan vivir con tranquilidad y confianza, las cuales han sido trastocadas por la contaminación, afectando profundamente la calidad de vida de los habitantes.
Las jornadas de trabajo “Hacia una agenda para el Saneamiento Integral de la Cuenca El Ahogado” fueron convocadas por los ayuntamientos de El Salto y Juanacatlán, así como organizaciones sociales y civiles de la zona. Contaron con la participación de representantes de la Comisión Estatal del Agua (CEA), la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades) y de la Asociación de Industriales de El Salto, AC, además de expertos de la Universidad de Guadalajara ITESO, CIATEJ y consultores nacionales en temas de saneamiento y salud pública.
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