El ancho de los carriles para los ciclistas complica los cálculos del proyecto.
Lo ideal será que los ciclistas usen carriles de un metro de ancho. Foto: Giorgio Viera
Patricia Martínez - PÚBLICO
Esta semana comenzó el proceso de evaluación técnica para trazar la red de ciclovías metropolitana. En julio próximo entregarán los resultados y a partir de entonces se realizará el proyecto ejecutivo para empezar a construir los primeros kilómetros de ciclovía en Guadalajara. En agosto podrían iniciar obras.
Los técnicos comenzarán por recorrer algunas de las trece rutas de ciclovía propuestas por el Consejo Ciudadano de Movilidad No Motorizada y Vía RecreActiva. En los próximos meses analizarán la geografía, los flujos, la demanda y a los usuarios actuales y los posibles; trazarán propuestas, las verificarán y consultarán. Su objetivo será diseñar un plan de red metropolitana para los próximos diez años.
Hay una ruta con encargo especial: la de la calzada Independencia, la que irá paralela al corredor del BRT, y para la cual habrá un presupuesto aparte de los 20 millones que prometió Alfonso Petersen para los primeros kilómetros en Guadalajara.
La propuesta de trazarla por el lado poniente de la vía aún no es una opción que convenza a los especialistas. Ellos piensan que podría ser un carril en cada sentido y de cada lado. Pero 16 kilómetros de carril exclusivo para ciclistas, por la Calzada, son un reto. No imposible.
El problema es el ancho de la avenida: en algunos tramos, sobre todo hacia el sur, por la parte de Gobernador Curiel, es más angosta, y eso implicaría reducir el ancho de la ciclovía; lo ideal es que cada carril en un sentido sea de un metro. Es la explicación de Bernardo Baranda Sepúlveda, director en México del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por sus siglas en inglés), el organismo con el cual el Ayuntamiento de Guadalajara tiene un convenio para asesorar y armar la red de ciclovías metropolitana.
Mientras los técnicos avanzan en la evaluación de esta y otras ciclovías, Eugenio Arriaga, coordinador general del Programa de Movilidad No Motorizada en Guadalajara, justifica la posibilidad de que no se construya la ciclovía por la calzada Independencia, a falta de viabilidad: “Lo primero es asegurar los pasos del peatón y en el peor de los casos las ciclovías serían alimentadoras del BRT [no irían por la Calzada, sino que llegarían a ella], o bien, quizá algunas ciclovías flexibles [en tramos de la Calzada]”.
La primera vez que anunciaron este proyecto estaban planeadas dos ciclovías, cada una de 16 kilómetros por cada sentido de la Calzada. Lo hizo el gobierno del estado, junto con la presentación del Macrobús. Aunque el responsable de desarrollarlo es el Ayuntamiento de Guadalajara. Cuando ellos se sentaron a diseñar la ciclovía, concluyeron que sería mejor trazar sólo del lado poniente un carril bidireccional.
Ahora, la Secretaría de Desarrollo Urbano contrató a un despacho arquitectónico de la ciudad de México y, por intervención del Consejo Ciudadano, el ITDP se incorporó al equipo para asesorar la planeación de la ciclovía por la Calzada. Su última conclusión es que el ancho de vía es un problema. “Nos encomendamos a la experiencia del ITDP”, pronunció Eugenio Arriaga.
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