Sonia Serrano - PÚBLICO
Pescadores y productores de la ribera de Cajititlán concedieron un mes de plazo al presidente municipal de Tlajomulco, Antonio Tatengo, y a la Comisión Estatal del Agua (CEA), para que se resuelvan los problemas de contaminación, generados por la descarga directa de aguas residuales.
Ayer, representantes de ejidos, campesinos y pescadores se reunieron en el crucero de la carretera a San Miguel Cuyutlán, para trasladarse a la laguna y acordar medidas de presión, luego de que no hay avances en la construcción de las plantas de tratamiento de aguas residuales.
En principio, se había planeado arrojar material de construcción sobre los canales a través de los cuales se vierten aguas negras a la laguna y que han llevado a la muerte de los peces. Algunos llegaron con camiones llenos de material, pero, tras una tensa reunión con Tetengo y representantes de la CEA, decidieron darles un mes de plazo.
Tatengo ofreció incluso apoyo económico para los pescadores, que no pueden continuar con su trabajo, y también planteó la posibilidad de solucionar directamente la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales para las descargas de la cabecera municipal; esto último sería casi imposible, pues su costo se ha calculado en alrededor de 170 millones de pesos.
El diputado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) Enrique Alfaro Ramírez dijo que se requieren dos plantas: una que dé tratamiento a las descargas de la población de Cajititlán, y otra más para las que vienen de la cabecera y de las comunidades de San Miguel Cuyutlán, San Lucas Evangelista, San Juan Evangelista y Cuexcomatitlán.
Recordó además que las plantas que se construyeron en la ribera, durante la Administración municipal del priista Ernesto Díaz Márquez, siguen sin funcionar.
La construcción de las nuevas plantas no tiene avances aún, pues ni siquiera se ha definido el terreno en que se construirán.
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