El ecosistema de la reserva es un caso único en el mundo, y los cambios climáticos lo amenazan. Foto: Humberto Muñiz
Agustín del Castillo - PÚBLICO
La preservación del bosque mesófilo de montaña, uno de los ecosistemas más ricos en especies vivas y de presencia más reducida en el planeta, es el objetivo de la nueva propuesta que se trabaja para crear un área natural protegida de carácter estatal contigua al parque nacional Nevado de Colima. Se trata de preservar el cordón de florestas que une a la montaña más alta de Jalisco con la reserva de la biosfera Sierra de Manantlán.
Ayer se presentó el proyecto formalmente durante la visita al parque que hizo el comisionado nacional de Áreas Naturales Protegidas, Ernesto Enkerlin Hoeflich. El funcionario acudió, junto con otros representantes de la Conanp, a entregar el texto definitivo del programa de manejo del parque creado por el presidente Lázaro Cárdenas hace más de siete decenios, el cual fue extensamente consultado a la población interesada durante 2006 y 2007.
La propuesta de reserva estatal fue elaborada por la doctora del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la UdeG, Sonia Navarro, y por el director del parque nacional, José Villa Castillo.
En el acto de presentación, ocurrido arriba de los tres mil metros de altura, en la zona de La Joya, al ingreso de la reserva federal (que está coadministrada por el gobierno de Jalisco), estuvo presente también la secretaria de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable de Jalisco, Martha Ruth del Toro Gaytán, quien manifestó su apoyo al planteamiento.
El bosque de niebla o mesófilo de montaña es una asociación de flora y fauna única en el mundo y, además de padecer la amenaza humana, está severamente en riesgo ante el cambio climático global.
¿Quién duda de su importancia? “A pesar de cubrir sólo 0.87 por ciento del territorio nacional, albergan 10 por ciento de la flora de México [unas tres mil especies] y hongos, producto de la convergencia de elementos de origen andino y norteamericano que se mezclaron con las especies nativas”, señala la página web del jardín botánico Francisco Javier Clavijero (http://www.ecologia.edu.mx/santuario/).
“30 por ciento de sus plantas son únicas a México, es decir son endémicas. También albergan una alta diversidad y endemismo de mamíferos, anfibios, aves y mariposas […] En conjunto, son los ecosistemas que más contribuyen a la biodiversidad de México, en términos relativos de número de especies por hectárea; también tienen el mayor número de especies amenazadas, raras, en peligro de extinción o sujetas a protección especial”.
De hecho, “los bosques mesófilos son el hábitat para 415 especies mencionadas en la NOM-059-ECOL-1994, 103 de ellas son plantas con flores y 131 son especies de anfibios y reptiles [comparado con 381 especies de la selva alta perennifolia]”.
Esto refleja una realidad incontrovertible: “El bosque de niebla está sumamente amenazado a nivel mundial y está desapareciendo más rápido que cualquier otro tipo de bosque tropical”. Y si bien en México se estima que más de 50 por ciento de su superficie original desapareció, en la zona del Nevado, en Jalisco, todavía queda bosque por salvar.
Vigilantes en La Primavera
• El bosque La Primavera sólo tiene en la actualidad un vigilante para afrontar los delitos ambientales que se realizan dentro de sus 30,500 hectáreas. En un mes se contará con al menos nueve más, aseguró ayer el director del área de protección forestal y de fauna, José Luis Gámez Valdivia.
A raíz del hallazgo de los restos de un venado cola blanca ultimado por cazadores furtivos (Mural, 16 de junio de 2008), el funcionario advirtió que el comité técnico ha reconocido la necesidad de fortalecer las labores de inspección y vigilancia, por lo que se contratarán, por la vía de honorarios, nueve profesionales que resguarden la zona y reduzcan la impunidad. “Estamos aterrizando importantes recursos para asegurar que la reserva cumplirá sus fines”, advirtió el recién designado director del área protegida.
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