Mauricio Ferrer - LA JORNADA JALISCO
Habitantes del poniente de la ciudad lanzaron ayer una última advertencia al Ayuntamiento de Zapopan, que encabeza el panista Juan Sánchez Aldana: o dan marcha atrás las autoridades municipales al plan parcial para el arroyo La Campana, o los cierres de avenidas comenzarán a verse desde este jueves.
El ultimátum fue de parte de la asociación de colonias Grupo Acueducto, que nació legalmente hace cinco años y que está integrada por 32 asociaciones vecinales.
Si el Ayuntamiento zapopano no cede a las peticiones de Grupo Acueducto, la estrategia vecinal para mañana jueves será, a decir del presidente de la asociación, Luis Rubén Gutiérrez, “un megabloqueo, para suspender por unos minutos la avenida Acueducto en horas pico, para que vean la problemática vial que hay en la zona: la falta de vialidades alternas a avenida Acueducto es algo que estamos pidiendo”.
Y es que, de acuerdo con los vecinos de esta zona de la ciudad –una de las de más alta plusvalía–, las autoridades municipales otorgaron permisos para la edificación de condominios y un hotel en las avenidas Patria y Royal Country. Esto, además de que contó con la oposición de al menos nueve instancias de los diferentes niveles de gobierno, entre las que destacan, la Comisión Nacional del Agua y la propia Dirección de Ecología de Zapopan, cuya titularidad recae en Justo Osorno Vizcaíno.
Los vecinos que integran el Grupo Acueducto dicen que las 32 colonias comparten una problemática común que se intensifica cada año: la falta de adecuadas soluciones a la planeación hidrológica, la falta de infraestructura alterna para la movilidad urbana y la sobredensificación de la zona.
En más de una ocasión, reiteraron, han tenido mesas de trabajo con las autoridades de Zapopan. Nada. De ahí que esperan que “por lo menos se cumpla con lo prometido por los regidores Joann Novoa, Germán Pellegrini y Héctor Robles, de presentar en la sesión de Cabildo del 26 de junio próximo, puntos de acuerdo sobre los tres temas que nos preocupan sobremanera: el indebido cambio de uso de suelo del arroyo de La Campana, la elaboración de un Plan Integral que resuelva el problema de las vialidades de la zona poniente de la ciudad de Zapopan Sur y de la Zona Metropolitana, así como la protección y preservación de los mantos acuíferos de la cuenca de Los Colomos”, según plasmaron su inconformidad a través de un comunicado.
Juan José Sánchez Loza, habitante de Los Colomos y miembro del Parlamento de Colonias, detalló que La Campana, es uno arroyo pluvial de la Cuenca de Los Colomos. La urbanización en la cuenca, ha ocasionado el cambio en los cauces de los arroyos.
La Cuenca de Los Colomos abarca unos 32 kilómetros. Se alimenta de los escurrimientos provenientes de La Primavera, del Valle de Atemajac, Tesistán y Toluquilla.
Antes, en la cuenca, había unos 112 arroyos. Ahora, debido a la urbanización “desordenada”, dice Sánchez Loza, sólo quedan unos 12. El que cada vez se erijan nuevos fraccionamientos en la parte poniente de Zapopan implica que no haya filtración de agua subsuelo. El pronóstico de Sánchez Loza, arquitecto de profesión: en un par de años, habrá desabasto de agua para unos 70 mil habitantes.
Serán quienes vivan prácticamente en lo que es La Campana, que va de avenida Inglaterra hacia Santa Margarita y Tesistán.
“Las autoridades han violado el acuerdo 11605 de 1984 para la conservación ecológica y de desarrollo urbano de la Cuenca de Los Colomos”, aseguró el especialista.
–¿Qué autoridades?, se le pregunta.
–Las municipales, los ayuntamientos de Guadalajara y de Zapopan, y el Tribunal Administrativo del Estado, responde.
Más: ya que el arroyo de La Campana va hacia lo que es Acueducto y llega hasta donde se ubica el Trompo Mágico, es probable que haya más grietas en esos puntos, según Sánchez Loza.
“Esa parte es similar al Lago de Texcoco, si hay un temblor como el que azotó a Guadalajara en 1875, puede que haya graves pérdidas”, señaló mientras mostraba un atlas de riesgo hecho en 2005 por el Colegio de Ingenieros Civiles de Jalisco, documento que, dijo, es ignorado por las autoridades.
Así, los vecinos esperan que el jueves, las autoridades de Zapopan, recapaciten en lo que Sánchez Loza, calificó, como un desarrollo urbano “depredador” que hace a un lado los derechos humanos de tercera generación, relacionados con el medio ambiente.
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