Habitantes de El Salto y Juanacatlán bloquearán a partir de hoy el acceso al vertedero Los Laureles en protesta por el incumplimiento de las autoridades estatales y municipales para reubicarlo Foto: ARTURO CAMPOS CEDILLO
Mauricio Ferrer - LA JORNADA JALISCO
Habitantes de El Salto y Juanacatlán cerrarán hoy el vertedero de Los Laureles a partir de las 10 de la mañana ante el incumplimiento de los acuerdos por parte de las autoridades para clausurar este basurero, que llegó al “fin de su vida útil”, según informó ayer en rueda de prensa Graciela González, una de las lugareñas.
–¿Será un cierre simbólico?, cuestionó un reportero.
–No. Será un cierre definitivo, contestó Juan Carlos Márquez Torres, también habitante de la zona y regidor del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Juanacatlán.
La propuesta del cierre de Los Laureles surgió después de la pasada reunión que sostuvieron el 14 de julio las organizaciones ambientalistas locales con el titular de la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa), Fernando Montes de Oca, en la plazoleta de El Salto, en la que el funcionario incluso desconocía de una denuncia popular que habían efectuado los habitantes ante la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (Semades) por la contaminación emanada de este basurero.
Ese día, Montes de Oca les dejó en claro que la Proepa no visualizaba la asignación de otros terrenos para ser usados como vertederos, relataron los afectados.
De acuerdo con Graciela González, Semades les respondió que la empresa concesionaria de Los Laureles, Caabsa Eagle, argumentó la inexistencia de una personalidad jurídica, por lo que no procedía la denuncia popular. No sólo eso, Semades aseguró que ellos, los habitantes ponían en “indefensión” a la empresa por decir “todo lo que había dañado”.
Dicha denuncia integraba unas 2 mil firmas y el apoyo de alrededor de 26 organizaciones no gubernamentales.
A ello, se suma que, en encuentros sostenidos entre los habitantes de El Salto y Juanacatlán, autoridades de ambos municipios y burócratas de Semades y Proepa, habían acordado el cierre definitivo de Los Laureles.
Dos meses han pasado desde entonces y el vertedero continúa abierto, e incluso, con leyendas que aseguran que estarán 25 años más en el sitio, según comentó Verónica Meza, quien vive en El Salto.
Graciela González dijo que Los Laureles tiene un “pecado de origen”: en 1988, cuando fue instaurado, las normas oficiales mexicanas no establecían la protección del suelo y no marcaban reglamentación alguna sobre la presencia de lixiviados por más de 10 años, detalló.
Los saltenses, “hartos” de la contaminación que se vive en el lugar, han optado por “acciones contundentes que despierten al resto de los vecinos”, en alusión a los otros municipios que conforman la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) que incluye a estos dos, recordó la mujer.
Y es que, en principio, según narró el grupo, las opciones que habían emergido de la propuesta ciudadana en El Salto, eran, o cerrar la carretera a Chapala, o cerrar el Aeropuerto Internacional de Guadalajara.
“Para no ocasionar daños a terceros”, según comentó Márquez Torrez, se optó por el cierre de Los Laureles.
De igual forma, hicieron un llamado a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ) para que personal de la misma, esté presente en el suceso. Y es que, según trascendió, Caabsa Eagle tiene preparado un “grupo de choque” para evitar que la planta sea tomada por los lugareños.
Entre las acciones que no han cumplido, tanto la empresa como las autoridades, son los estudios de mecánica de suelos, de permeabilidad, la entrega del historial del monitoreo de agua en los últimos 10 años por parte de Caabsa, un monitoreo de pozos, un muestreo de aire por parte de Semades, entre otras.
De ahí, que la consigna para hoy, durante el cierre, será “ni un kilo más de basura”, comentó González.
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