viernes, 25 de julio de 2008

Emilio: no se preocupen, lo de Arcediano va para largo


Juan Carlos G. Partida - LA JORNADA JALISCO
Lagos de Moreno.-

El gobernador Emilio González Márquez dice que no se preocupen, calcula entre tres y cinco años el tiempo necesario para iniciar la evacuación de los tres pueblos amenazados de quedar sepultados en el agua de la presa de El Zapotillo; en tanto, les cumplirá, para que vean que el gobierno sí cumple, con propiedades a entregar incluso para aquellos que viviendo en Temacapulín las estén solamente rentando.

El gerente de la Cuenca Lerma-Santiago Pacífico, Raúl Antonio Iglesias Benítez, difiere en los plazos y dice que antes de que termine este año deberán estarse licitando para su construcción las presas de El Zapotillo y la de Arcediano, piezas indispensables para que funcione la maquinaria hídrica que logre abastecer desde el fondo de la barranca a toda la Zona Metropolitana de Guadalajara. Las obras que se realizan en el río no son obras, según Iglesias Benítez, sino sondeos geológicos que aún faltan para garantizar la sedimentación del coloso de concreto proyectado.

“Esto es de largo plazo, esto falta mucho. Yo sé que hay gente interesada en que no se haga, sé que hay extranjeros que tienen un interés que no conozco y que están ahí, los he visto pero no tengo los nombres, no sé qué interés tengan; sé que llevaron ya a los macheteros de San Mateo (sic) Atenco, pero sé también, porque estamos hablando con los verdaderos pobladores, que tienen interés en cambiarse siempre y cuando el gobierno del estado les cumpla. Por eso queremos primero cumplir y que después ellos den su anuencia. Hay un acuerdo, en que la mitad más uno esté de acuerdo y procedemos”, dice González Márquez, en su primera entrevista banquetera en meses, durante la gira ayer por Lagos de Moreno.

Enumera lo que primero dice que cumplirá antes de iniciar la obra hidráulica: construirle vivienda a las “166 personas” que la Comisión Estatal del Agua ha censado en Temacapulín, algunas rentando la finca; tendrán a su disposición también un “lote familiar tecnificado”, un “aeroparque con invernadero”, concesiones turísticas en el vaso lacustre que se forme con la enorme cortina de 105 metros, y llevar piedra por piedra desde su localización actual hacia el anunciado nuevo centro población el templo que “según algunos autores tiene 150 años de antigüedad”.

Iglesias Benítez, entrevistado aparte también en la gira durante la puesta en marcha de la “modernización” de la llamada Presa del 40 en esta misma demarcación, discrepa sin saberlo con los plazos del gobernador, y calcula que en diciembre próximo cuando más, estará en posibilidad de licitarse El Zapotillo y Arcediano, presas que deberán iniciar a la par luego que se trata de proyectos complementarios

–¿Arcediano no funcionaría sin El Zapotillo?-, se le cuestiona.

–No tendría la capacidad de dar un gasto firme.

–¿Serviría muy poco, pues?

–Le harían falta poquito más de 3 metros cúbicos por segundo, de 10 metros cúbicos necesarios.

Afirma que quienes realizan los trabajos denunciados como inicio de obra por el frente en defensa de Temacapulín, son especialistas en geología de la Comisión Federal de Electricidad. Dice que son ellos quienes se adentran en las laderas haciendo socavones para conocer los estratos y calcular así los amarres necesarios para soportar la presión que generará el agua, cálculos necesarios luego que se decidió crecer 25 metros la cortina de los 80 metros originalmente proyectados.

“Lo que están haciendo son perforaciones en el lecho del río más profundas, porque la carga de la cortina va a ser mucho mayor. Y estamos haciendo lo que llamamos socavones en la ladera, para ver en qué condiciones están los estratos”.

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