En manifestación pacífica, quedó instalado campamento civil que vigilará las obras
Jorge Covarrubias - LA JORNADA JALISCO
Temacapulin, Cañadas de Obregon, 30 de septiembre.- El padre Gabriel Espinosa Iñiguez camina por la brecha que ha trazado personal técnico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) hasta el lugar donde se levantará la cortina de la presa El Zapotillo. Lo acompañan los pobladores de la región; Temacapulín, Acasico, y Palmarejo, así como organizaciones no gubernamentales que han emprendido una batalla en varios frentes para evitar la construcción del embalse que inundará a esas poblaciones.
No es una nueva cruzada cristera, no está en juego la profesión de fe, ni se vislumbra un brote violento, sin embargo, al frente de la caravana sobresalen dos estandartes, uno con la imagen de la Virgen de los Remedios y otro alusivo al Señor de la Peñita, cuya imagen es de especial adoración entre los habitantes.
Es el mediodía y la gente comienza a bajar al sitio exacto donde se levantará la cortina del vaso lacustre. Recorriendo el camino sinuoso y agreste, jóvenes, adultos, niños y ancianos comprueban la destrucción que va ocasionando la entrada de maquinaria pesada y al final la perforación de unos túneles de exploración de 100 metros de longitud en los cerros que rodean al río Verde.
Mientras van bajando, entonan el Cielito lindo para alegrarse el día, al tiempo que reprochan la obra a cuanto trabajador se topan en el trayecto. Los manifestantes no bajaron solos. Al menos seis policías y tres agentes judiciales vestidos de civil, custodiaron la caminata con equipo de video y fotografía.
Los gritos de la gente lograron la suspensión de los trabajos por al menos un par de horas; los empleados apagaron el motor de una excavadora y aprovecharon el momento para darse un tiempo de refresco.
Sobre la maquinaria extendieron una manta en la que el gobernador Emilio González Márquez aparece con el atuendo tradicional de los huicholes, afirmando que si la mitad más uno de la población de Temaca no quiere la presa, ésta se cancela.
De forma pacífica solicitaron el cese de los trabajos, mientras el personal técnico de la obra los observaba desde el otro lado del río. Para que los escucharan, utilizaron altavoces que produjeron un eco en el cañón, y a pesar de que los empleados portaban también el mismo instrumento, no se comunicaron.
Sobre el suelo quedaban restos de la dinamita que han utilizado para perforar los túneles.
“Han dicho que esto es una prueba, que la CFE (Comisión Federal de Electricidad) está haciendo pruebas y de ahí no los sacamos”, dijo Dagoberto Aréchiga, miembro del Comité en Defensa del Pueblo de Temaca,
En el trayecto, la arena y piedras sueltas hacen resbalar a algunos que caen de sentón, pero sin consecuencias mayores. Una lesión grave resultaría inoportuna, pues en las proximidades no existe una unidad médica.
El sacerdote toma la palabra y exige la cancelación del proyecto, con duras críticas al gobierno de Emilio González Márquez.
“Esta es una manifestación firme, decidida, que queremos también que sea contundente. Que le quede muy claro al gobierno Emilio González Márquez que prácticamente es un gobierno títere del gobierno federal y que estamos unidos, y qué bueno que ellos vengan, que venga el gobierno o la policía estatal o la policía judicial para que vean que es un movimiento totalmente pacífico”, comentó en entrevista.
La parroquia de Temacapulín, construida en el siglo XVIII, no está a cargo del padre Espinosa Iñiguez, (el sacerdote que estaba asignado huyó de la comarca por un escándalo de pederastia y a la fecha no han comisionado a nadie) sin embargo, como oriundo de este lugar, decidió encabezar las protestas.
Por su tenacidad, se ha ganado el afecto de los lugareños, quienes ya se muestran preocupados de que algo pueda ocurrirle, pues no es muy común que dentro del Arzobispado de Guadalajara haya sacerdotes combativos, (esto a pesar de que el cardenal Juan Sandoval Iñiguez se ha pronunciado porque la presa se construya en otro sitio).
En Guanajuato los contrataron
Ninguno de los responsables de la obra respondió a los cuestionamientos de los inconformes. Los que sí lo hicieron fueron empleados encargados de picar piedra y perforar los túneles. Uno de ellos confirmó que los trabajos de exploración los está haciendo una constructora del estado de Guanajuato para la que él trabaja, versión que ya venía manejando el gobierno de Jalisco para deslindarse del asunto.
El sacerdote mencionó que por las características similares que guardan los proyectos de la presa Arcediano y El Zapotillo puede presumirse que responden al mismo promotor, pues ambas requerirán un alto voltaje de electricidad para su propulsión.
“Señal de que hay una locura política y económica. Hay muchos intereses políticos, yo vuelvo a repetir que hay 3 mil millones de pesos por parte de empresas privadas, de tal manera que el agua estaría concesionada en un 33 por ciento para esas empresas, cosa que no podemos aceptar”, añadió.
A su regreso, las personas que decidieron no bajar tenían preparado todo un banquete con los platillos que ellos mismos prepararon. Un regimiento de tacos dorados, mole, tamales, tostadas, y aguas frescas se sirvieron a los hambrientos que llegaron hasta el fondo de la barranca.
Desde ayer se instaló un campamento que vigilará de manera permanente las obras que se estén realizando, pero también se adelanta que habrá acciones legales para impedir que se ejecute la presa.
Miembros del Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario AC (Imdec) alertaron de hostigamientos a los pobladores y siembra de discordia entre ellos mismos por parte de las autoridades.
Más tarde, los habitantes bajaron nuevamente a la barranca para escuchar la misa que celebró el padre Gabriel.
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