Sergio Blanco - PÚBLICO
Lentos y temerosos, serpientes, aguilillas y mapaches, doce en total, se integraron a su nuevo hábitat en el bosque La Primavera. Ayer, personal del Centro de Conservación e Investigación de Vida Silvestre (CIVS), de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), se encargó de liberar a estos ejemplares —que habían vivido en cautiverio— en su nuevo hogar.
EL CIVS es la dependencia encargada de recolectar las especies que son producto de decomisos, entregas voluntarias de ciudadanos que los poseían o de rescates; el propósito principal es liberarlos y reintegrarlos a sus ecosistemas originales. La entrega de los doce animales que se realizó ayer en La Primavera —cuatro mapaches, tres víboras alicantes, una víbora chirrionera, una víbora tilcuate y tres aguilillas cola roja— fue el resultado de entregas voluntarias, lo que eximió de sanción a sus ex propietarios.
Karina Aguilar Vizcaíno, integrante del área de Educación Ambiental del CIVS, habló de la dificultad de integrar a este tipo de especies de regreso al bosque, ante las limitaciones de supervivencia que han desarrollado, producto del fenómeno de la domesticación humana.
Puso como ejemplo el caso de los felinos, que tardan años en poder adaptarse de nuevo, debido a que cuando están en cautiverio muchas veces se les mima —comen pollo cocido, por ejemplo—, lo que modifica su dieta y les provoca dificultades para digerir carne cruda de regreso en su hábitat natural, donde deben cazar a sus presas vivas.
De acuerdo con Aguilar Vizcaíno, éste es el motivo por el que no todos los animales son candidatos a regresar al bosque; por esta razón, Karina exhortó a la población a no llevar nunca mascotas al bosque, ni por diversión ni para liberarlos. Gatos y perros, dijo, son de las especies que, al cazar por diversión, dañan más a los ecosistemas como el bosque La Primavera: “Cuando hay sitios de conservación [natural], cuando se quiere dejar el lugar como era antes, pues hay que sacar todo esto”, expresó, en referencia a la fauna no nativa que muchas personas suelen liberar ahí.
Dijo que durante la rehabilitación a la que este tipo de animales son sometidos en el CIVS, el animal debe evitar todo contacto con el ser humano; con esto, el ejemplar reconstruye el miedo natural hacia el hombre y así, por instinto, vuelve a alejarse con sólo ver al “predador más peligroso”.
Por su parte, Carlos Sánchez, representante de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), indicó que el trabajo del CIVS es rehabilitar conductual y físicamente a los animales para su reubicación en el medio ambiente o para instalarlos cuando no reúnen las condiciones de reintegración.
Sin embargo, aun liberados, sólo 60 o 70 por ciento sobrevive, debido a que “los animales de dos patas con escopetas no pueden controlarse”, lamentó Ernesto Ramo Montaño, encargado del área de Salud Ambiental del Centro de Conservación e Investigación de Vida Silvestre.
Si usted posee un animal que desea liberar, contacte al personal del CIVS, al teléfono 3609-6356.
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