Raúl Torres - LA JORNADA JALISCO
Con miras a lo que será la primera Asamblea Estatal de Afectados Ambientales, varias asociaciones, grupos y colectivos se reunieron el miércoles pasado para comenzar a organizar lo que será un diagnóstico minucioso de los problemas ambientales en Jalisco; el ejemplo del trabajo que se intenta hacer a nivel estatal es el mapa que en septiembre pasado presentó por primera vez Un Salto de Vida, en el que se da cuenta de los problemas ambientales que aquejan la cuenca del Ahogado.
El objetivo de realizar esta asamblea es comenzar a articular el trabajo de los grupos y vincular los problemas del campo con los de las ciudades, señaló Octavio Rosas Landa Ramos, miembro del Centro de Análisis Social, Información y Formación Popular, organización que organiza talleres donde se explica cómo generar los mapas donde se identifican los problemas ambientales territorialmente.
Indicó que después de que se celebre la asamblea estatal, en marzo de 2009, se planea celebrar la tercera asamblea nacional de afectados ambientales en El Salto.
Rosas Landa señaló que este tipo de mapas ayuda a ver cómo se estructuran los conflictos ambientales en torno a grandes proyectos de infraestructura; en ese punto recordó que la forma en que los distintos niveles de gobierno administran estos conflictos es la misma: “cuando los gobiernos estatales o municipales se topan con la resistencia de las comunidades, procede a la dilación y diluye las responsabilidades para que la gente no sepa a quién reclamarle, así provocan la impaciencia y al menor atisbo de reclamo organizado reprimen; así pasó en Atenco y en otros lugares, y eso mismo estuvo a punto de suceder cuando la gente de El Salto intentó cerrar el basurero”.
Este tipo de herramientas sirven a su vez para abordar los problemas ambientales con una visión más integral, pues a través de las descripción de lo que sucede en el territorio se puede ver que lo que afecta a las comunidades rurales incide en otros sitios y a su vez en la economía de quienes viven en las ciudades. De ahí, la importancia de que los habitantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara tomen conciencia de que lo que acontece en El Salto repercutirá inevitablemente en la ciudad.
Landa Ramos señaló que el caso de El Salto es emblemático de lo que sucede en el país y puede considerarse un espejo de otros casos tanto a nivel macro como micro; hacer una microhistoria de El Salto –dijo– puede explicar la historia ambiental del país y su relación con los temas económicos.
“Lugares como El Salto son ejemplo de cómo parece que los gobiernos y los capitales privados toman la macabra decisión de que hay pueblos que pueden ser sacrificados en aras del progreso; son lugares que reciben todos nuestros residuos, donde la gente vive hacinada en casas mínimas, donde hay una urbanización feroz y lo único que se le ofrece a la gente son tiendas de conveniencia o centros comerciales. Eso representa El Salto para Guadalajara y México para Estados Unidos”.
Pero en opinión de Landa Ramos, a todo esto hay que agregar otro elemento: la actual crisis, que no es de ganancias únicamente, sino también ambiental y tecnológica. En ese punto habló de que las crisis se neutralizan con la destrucción, incluyendo la de vidas humanas. “Después, el negocio viene con la remediación. Ahí está el proyecto de la macro planta que supuestamente va a resolver los problemas de contaminación del agua y que probablemente sea tan obsoleta como todas las plantas de tratamiento del país. Es un negocio que de cualquier forma no resuelve el problema de fondo, que es cómo evitar que se contamine el agua”.
Indicó que la Asamblea de Afectados Ambientales se ha vinculado con la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad para crear el Observatorio Socioambiental, donde los mapas que se van generando se integran en un servidor que va generando un diagnóstico de todo el país y que se puede consultar en la página electrónica www.unionccs.net.
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