La UdeG ya solicitó presencia policiaca para resguardar su laboratorio natural en Manantlán
La presencia cotidiana de estudiantes, maestros e investigadores científicos en la estación biológica de Las Joyas está en riesgo, ante el reclamo de su posesión por los 21 presuntos propietarios que ganaron en primera instancia, en un proceso civil irregular, la propiedad de la mayor parte del inmueble, así como de terrenos del ejido Ahuacapán y una propiedad privada, advirtió el rector del Centro Universitario de la Costa Sur de la Universidad de Guadalajara, Enrique Solórzano Carrillo.
"Lo que hemos venido solicitando al secretario general de Gobierno de Jalisco, Fernando Guzmán Pérez Peláez, son garantías físicas de nuestros investigadores y de los bienes que tiene la Universidad en el predio de Las Joyas, como son el resguardo de los laboratorios, sus equipos, las instalaciones del albergue, los alimentos y el almacén. Eso sí nos tiene preocupados: la integridad física de la gente", afirmó el funcionario, en entrevista con este diario.
A su juicio, el riesgo aumenta "sobre todo a partir de la visita que hicieron ellos [los presuntos nuevos propietarios] al centro universitario en la ultima ocasión, donde expresaron ya su molestia porque consideran tener derecho al dominio del terreno […] es decir, que se escriture a favor de ellos y se cambie el catastro; pero además ellos tienen que pasar ya por una orden judicial apoyada por la fuerza pública para hacerlo, aunque creo que estarían tentados a hacerlo por su propia decisión, y sí coloca en riesgo no sólo a nuestros estudiantes, profesores y trabajadores que están ahí, pues todo el año tenemos la visita de investigadores internacionales…".
Paradójicamente, la autoridad académica pidió retirar las fuerzas policiacas que estaban en la zona desde hace más de un año, "pero hoy nos vemos ante esta situación, y la estamos solicitando para salvaguardar la integridad física de toda la comunidad que esta ahí, de todos los visitantes; también tenemos ahí equipo valioso, tenemos laboratorios; por eso no entiendo al juez: el gobernador actual fue a inaugurar estos laboratorios, para dar el banderazo de una serie de proyectos que se presentaban en Las Joyas, y todo esto es del dominio público y es muy notorio, por eso se nos hace inconcebible lo que hizo el juzgado".
Solórzano Carrillo refirió que la fuente del procedimiento de usucapión o prescripción positiva que ganaron los particulares (proceso 749/2006) "parte de una hijuela, esto es, un contrato privado de compraventa; un documento que firman dos particulares, donde acuerdan y pactan comprar un terreno; sin embargo, se omite señalar que esa escritura ya había sido anulada por un juez […]".
Preocupa "no solamente que estén atentando contra un área núcleo de la reserva de Manantlán que es propiedad del gobierno del estado, sino que están despojando al ejido Ahuacapán y a una propiedad; entonces, por esta resolución se van a contraponer contra quienes forman parte de un ejido, y esto, en el actual estado de conflictos por las posesiones, es un agravante social, que puede dar lugar a un desencuentro entre particulares y ejidatarios".
Por ello, espera que haya prudencia y se dé celeridad al trámite judicial para respetar los derechos legítimos.
A esta reciente pifia judicial, en que el Juzgado Segundo de lo Civil de Autlán prescribió a favor de particulares, basado en una escritura ilegal, el terreno y otros predios aledaños de origen ejidal o privado, se agrega una carretada de denuncias, pleitos y calumnias de que ha sido objeto el trabajo desplegado allí por casi 25 años por parte del Instituto Manantlán de Ecología y Conservación de la Biodiversidad (Imecbio), de la UdeG.
Tan sólo en 2007, cuando se negoció la formalización del contrato de comodato entre la casa de estudios y el gobierno de Jalisco, propietario del terreno de 1,245 hectáreas desde 1984, se puso bajo la lupa la legitimidad de esa concesión. Entre los señalamientos más graves está el de que, presuntamente, investigadores del Imecbio habrían apoyado al gigante de biotecnología Monsanto a "robar" ejemplares del teocintle Zea diploperennis, pariente silvestre del maíz moderno, que fue causa inicial del proyecto de reserva de la biosfera. Esta acusación jamás fue comprobada: se demostró que hubo trabajos de colecta para investigaciones académicas, pero no de uno financiado por la transnacional, para caracterizar maíces criollos, que es totalmente independiente de dichas colectas (Público, 23 de marzo y 6 de abril de 2008).
Otra acusación fue que Las Joyas era usado de forma exclusiva por la UdeG, sin permitir la participación de ejidos y comunidades indígenas, a los que se prohibía el acceso a sus propias tierras. Como respuesta, el Imecbio entregó datos de las colectas de zarzamora que cada año hacen los campesinos y de su participación decisiva en el programa contra incendios forestales.
Una tercera acusación fue que no había investigación para apoyar el proyecto de protección y desarrollo social, pero el organismo sostiene decenas y, de hecho, generó el programa de manejo vigente en el área. Se quiso impedir en 2007 el comodato, pero el gobierno del estado lo firmó. Ahora, una escritura ilegal busca terminar este largo proyecto científico.
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