Blanca Valadez . Milenio
Luego de que algunos empresarios ignoraran el Código de Autorregulación de Publicidad de Alimentos y Bebidas dirigida al Público Infantil (PABI), que entró en vigor en 2009, la Secretaría de Salud anunció que iniciará la revisión de los anuncios que se transmiten en televisión para modificar su contenido, o bien, sacarlos del aire, ya que sólo contribuyen a incrementar la obesidad en los niños.
Además, la Ssa anunció que elabora junto con la Secretaría de Economía (SE) una serie de reformas sanitarias y normas integrales para que el consumidor, por un lado, sepa qué lo que come y elija bien a la hora de comprar y así, los empresarios elaboren productos con menos grasas saturadas, bajos en contenido de azúcar y con más fibra, todo con la finalidad de que no provoquen daños a la salud o muertes prematuras.
“Se trabaja en la actualización del marco normativo en el cual se pretende establecer incentivos a los alimentos saludables e impuestos a los que arriesgan la salud, y con la Secretaría de Educación Pública se actualiza el reglamento de las cooperativas escolares para facilitar el acceso a productos con alto contenido nutricional”, precisó Córdova Villalobos.
El encargado reconoció que las modificaciones legales será un proceso complejo ya que se enfrentan a intereses que se afectarán a la industria, sin embargo, recordó que desde finales de 2008 la cúpula empresarial, se comprometió al firmar el convenio PABI, para erradicar los mensajes televisivos “engañosos”, que sólo promueven conductas de consumo compulsivo hacia la comida chatarra
Sin embargo, no todos atendieron al llamado, y es que más de la mitad de los alimentos anunciados, de acuerdo a un estudio de la Ssa, no son recomendables como parte de una dieta saludable ni como parte de una dieta para controlar el peso.
La dependencia estimó que los niños mexicanos ven, en promedio, 12 horas y media de televisión a la semana. Un niño de entre cuatro y 12 años puede llegar a observar en promedio 61 anuncios de publicidad por día, casi 22 mil mensajes por año.
“De estos mensajes, cerca de 42 por ciento corresponden a anuncios de alimentos y entre estos últimos, 39 por ciento corresponden a golosinas, 12 a frituras, nueve a bebidas calóricas, ocho a galletas y, siete por ciento a pastelillos.
En contraste, los anuncios relativos a agua, frutas y verduras aparecen únicamente como leyendas instantáneas que nos dicen “aliméntate bien y come frutas y verduras”.
“Es urgente incidir en la obesidad ya que en México entre ocho y diez por ciento de las muertes prematuras, es decir, las personas que mueren antes de los 75 años, se debe a consecuencias de la obesidad, problema que tiene un costo anual para el sector salud de 25 mil millones de pesos”.
De acuerdo a un comunicado, 90 por ciento del dinero que los niños reciben de sus padres para comprar en la escuela lo utilizan en adquirir golosinas o frituras, y la práctica de ejercicio se considera secundaria porque aun cuando en las escuelas hay espacio.
Los jóvenes prefieren sentarse y platicar o hacer juegos que no impliquen movimiento, pero incluso a los que corren, los regañan.
El secretario de salud detalló que mientras 64 por ciento de los hombres de 12 a 14 años hace ejercicio, al llegar a los 25 años, sólo 34 por ciento lo practica.
Sólo 48 por ciento de mujeres entre 12 y 14 años se ejercita, pero a los 25 años, nada más 15 por ciento lo hace.
La Ssa establece que 26 por ciento de los niños de cinco a 11 años tienen peso excesivo, lo que representa 4.2 millones de niños con problemas de obesidad y sobrepeso.
El convenio PABI y las nuevas estrategias de la Ssa tienen como objetivo revertir en los menores de dos a cinco años el crecimiento de obesidad y sobrepeso, y en los adultos disminuir la aceleración del aumento en la recurrencia.
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