El comisario ejidal de Ayotitlán se niega a abandonar el cargo, pese a sentencia de tribunal colegiado
En la asamblea de ejidatarios celebrada el pasado domingo, Jesús Michel Prudencio se aferró a la presidencia del Comisariado, a pesar de que un tribunal administrativo decretó ilegal su nombramiento. Michel es acusado por Gaudencio Mancilla, representante del Consejo de Mayores, de allanar el camino a las mineras Peña Colorada y Los Juanes para explotar la riqueza de la región en detrimento de la población. En la imagen, Michel y Mancilla discuten durante la sesión FOTO: ARTURO CAMPOS CEDILLO
Jorge Covarrubias - LA JORNADA JALISCO
Como se anticipaba. Fue una sesión ríspida, dura y con enfrentamientos verbales que por fortuna no terminaron en riña. Representantes del Consejo de Mayores tenían previsto destituir el domingo pasado a Jesús Michel Prudencio de la presidencia del Comisariado Ejidal de Ayotitlán por su presunto nombramiento ilegal al frente de este órgano de gobierno en la comunidad indígena el 23 de octubre de 2005 y cuya actividad, dicen sus opositores, ha redundado en beneficios a empresas mineras que pretenden explotar los yacimientos de oro, plata y hierro que se encuentran en el subsuelo.
Gaudencio Mancilla Roblada, representante del Consejo de Mayores, llegó a la sesión con una sentencia del Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Tercer Circuito de Guadalajara dictada el 21 de julio pasado, cuyo documento desconoce efectivamente al comisario ejidal.
Como era de esperarse, Michel Prudencio se negó a abandonar el cargo y para ello se las ingenió con varias artimañas; se armó de un discurso melodramático, les quitó el micrófono a sus oponentes, acusó a la prensa y a la misma Unidad de Apoyo a Comunidades Indígenas (UACI) de confundir a su gente, calificó de “papelucho” el documento legal que ordena su destitución y finalmente argumentó que hasta que la Procuraduría Agraria le notifique oficialmente de la sentencia jurídica se irá del puesto.
“En esto está metida la UACI, la Universidad de Guadalajara, la UACI, que anda también echando golpe allá. Aquí, yo creo asambleístas, aquí mandan ustedes, mandan ustedes, no mandan otras dependencias; aquí manda el ejidatario y el comunero si ustedes quieren”, dijo ante un auditorio repleto de ancianos, hombres, niños y mujeres de tez oscura.
Eran alrededor de las 13 horas y la gente seguía llegando a la asamblea de poblaciones cercanas, como Telcruz, El Platanar, Las Pesadas, algunos caminando, otros a caballo o a bordo de camionetas. Los que no alcanzaron a desayunar, ahí mismo lo hicieron en los puestos de tacos, café y pozole que se servía en platos desechables por 10 pesos.
Elementos de seguridad ya estaban en el lugar desde temprana hora, así como representantes de la Cuarta Visitaduría de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ).
El Consejo de Mayores no sólo acusa a Michel Prudencio de haberse erigido de manera ilegal como presidente del Comisariado Ejidal con un recurso propio de los regímenes priístas, la inflación del padrón de ejidatarios de mil 414 a 2 mil 120, sino de favorecer desde su posición el ingreso de empresas mineras que codician los yacimientos de oro, plata y hierro que se encuentran en el subsuelo de la región.
Es empleado de la minera Peña Colorada, lo reconoció durante la sesión; sin embargo, aclaró que de ninguna manera se ha prestado a los intereses de la industria.
“Yo no vendo minas, yo no ando negociando minas pa' vender, ni para hacerme rico. Verdad buena que ni un cinco”, afirmó.
Varias veces, Gaudencio Mancilla lo interpeló sin mucho éxito. En una de sus intervenciones le exigió al comisario ejidal que presentara su nómina complementaria, donde supuestamente ha recibido atractivas compensaciones por allanarles el camino a las mineras. La voz del representante del Consejo de Mayores fue silenciada, no le dieron la menor oportunidad de que tomara el micrófono y defendiera sus ideas.
En su contra se unieron los integrantes de la mesa directiva y un nutrido grupo de ejidatarios que, como enjambre de abejas, impidieron que se escuchara a Mancilla, a pesar de que éste se ubicó al frente del salón de asambleas.
Michel monopolizó el micrófono para continuar con su defensa y hacer una apología de la minera Peña Colorada que, según él, ha generado empleos, ha ofrecido becas, ha construido accesos carreteros y ha traído los servicios de salud necesarios.
El comisario ejidal se calificó como un altruista que “gana poco”, “que da empleo a 12 gentes”, y que de lo “poquito que le queda pa' comer” reparte a la gente necesitada.
Gaudencio Mancilla no quitó el dedo del renglón, una y otra vez le exigió a Prudencio cuentas de los contratos que ha firmado con Peña Colorada y Los Juanes, esta última actualmente en litigio por la invasión a una parcela que pertenece al campesino nahua Lino Roblada.
“Usted ha andado en la grilla, toda su vida ha sido así. Nunca ha apoyado, siempre ha estado en contra de todo”, respondió Prudencio ya iracundo.
Después del comisario ejidal hubo tres intervenciones más, una de ellas exhortando a no cerrarse a la posibilidad de tener ingresos con la explotación minera, pero en beneficio de toda la comunidad con la construcción de carreteras, escuelas y hospitales, porque el dinero sólo se quedaría en unas cuantas manos.
Los roces verbales continuaron hasta que el presidente de la mesa directiva, Israel Martínez, dio por concluida la sesión.
Es un limpiabotas
En posterior entrevista, Gaudencio Mancilla comentó que bien podrían demandar por la vía penal a Prudencio, pero no se desea la confrontación con nadie de la comunidad. Para él es claro que el comisario ejidal actúa a favor de Peña Colorada, aunque éste se canse de negarlo.
“Eso es como decir que no me gustan los cigarros y estoy fumando. El es el limpiabotas de la empresa, nomás que la gente se cohíbe de decirle porque, pues, por respeto, pero yo como su representante no me canso de decirle que esto no es legal”, puntualizó.
El periodo de Prudencio termina en octubre; sin embargo, desde este momento sus huestes comienzan a operar para mantenerse al frente del Comisariado Ejidal, denuncia Mancilla.
Contrariamente a lo que dice el líder ejidal, Gaudencio sostiene que el ingreso de Peña Colorada no ha mejorado las condiciones de vida de sus pobladores. Pagan 200 mil pesos anuales por la ocupación temporal de sus tierras (lo que representa un centavo por cada 3 mil pesos de dividendos), mientras obtienen ganancias cercanas a los 2 mil millones de dólares por año, y las supuestas becas de apoyo a los estudiantes indígenas apenas alcanzan los 700 pesos mensuales.
El futuro de Ayotitlán es incierto, demasiado el dinero en juego y el olvido de las autoridades. El asedio de las mineras es intenso y ha ocasionado incidentes mayores entre los ejidatarios, conminándolos a sacar las armas para dirimir sus diferencias.
Gaudencio Mancilla pide que la Procuraduría Agraria convoque de inmediato a la elección de un nuevo Comisariado Ejidal y detenga la injerencia que podría intentar nuevamente la minera Peña Colorada a través de uno de sus principales operadores en la región: Ambrosio Farías Vaca.
Según Mancilla, la minera, a través de este sujeto, continúa impugnando la resolución que desde 1968 ordena a la Secretaría de la Reforma Agraria a ejecutar la complementaria del ejido, que implica la entrega de las más de 20 mil hectáreas que le pertenecen y no le son reconocidas.
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