lunes, 11 de febrero de 2008

Se deslinda Profepa de la contaminación del río Santiago; compete a la CNA, dice

Es su obligación multar a industrias que descargan metales en el cauce: Treviño

Ni Semades ni Semarnat han respondido a las demandas de realizar acciones para revertir la polución


JORGE COVARRUBIAS - LA JORNADA JALISCO

La contaminación del río Santiago y la región de Los Altos compete a la Comisión Nacional del Agua (CNA), respondió la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) al Congreso local en un oficio dirigido particularmente al diputado panista José Luis Treviño Rodríguez, titular de la Comisión de Higiene y Salud.

El legislador y su correligionario Key Tzwa Razón Viramontes solicitaron el 17 de octubre del año pasado a la propia dependencia, a la Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (Semades), Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y a la Comisión Nacional del Agua (CNA) tomar acciones inmediatas para revertir la contaminación que padece el afluente por las descargas residuales de las industrias localizadas en el municipio de El Salto, y se pidió también a las instituciones atender las disposiciones del Tribunal Latinoamericano del Agua, cuyos integrantes exigieron la declaratoria de una “emergencia sanitaria” después de recorrer en ese mismo mes la Cuenca del Ahogado y la cascada de El Salto-Juanacatlán.

A esta demanda, ninguna de las dependencias ha contestado. Después, en el mes de noviembre, Treviño Rodríguez solicitó información a la Profepa y ala Semades sobre el tratamiento de aguas residuales en la región de Los Altos Sur, conformada por los municipios de Acatic, Arandas, Jalostotitlán, Jesús María, Mexticacán San Julián, San Miguel El Alto, Tepatitlán, Valle de Guadalupe, Cañadas de Obregón y Yahualica, en virtud de que la Universidad de Guadalajara dio a conocer un estudio en el cual se confirmó un riesgo a la salud de la población como consecuencia de un “mal tratamiento de las aguas”.

José Luis Treviño

A esta nueva petición, ambas dependencias contestaron que este asunto no entra en el ámbito de su competencia. La Semades, encabezada por Martha Ruth del Toro Gaytán, respondió el 20 de noviembre de 2007, mediante oficio DGVN-023/3980/2007, que en efecto se detectaron descargas de aguas residuales de “empresas tequileras y granjas porcícolas”; sin embargo, la ejecución de sanciones le corresponde a la CNA y la Comisión Estatal de Agua (CEA).

En tanto que el titular de la Profepa, José de Jesús Becerra Soto, contestó apenas el 21 de enero de 2008, en el oficio PFPA-JAL/SJ/196.3/0332/2008, que “de conformidad a lo dispuesto por el Reglamento Interior de la Comisión Nacional del Agua, publicado en el Diario Oficial de la Federación, el 20 de noviembre de 2006, dicho órgano desconcentrado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, es el competente para conocer y atender la problemática por usted planteada”, precisa.

“Asimismo, le comunicamos que la dependencia con atribuciones suficientes para llevar a cabo un análisis toxicológico de las aguas de esa región del estado de Jalisco, para la determinación de posibles riesgos a la salud de los habitantes, es la Secretaría de Salud del gobierno del estado de Jalisco”, añade.

El diputado resaltó que, si bien a la Profepa no le corresponde verificar el saneamiento del río Santiago, sí es su obligación multar a todas las industrias que están descargando sustancias tóxicas y metales pesados tanto al afluente como a la presa de El Ahogado.

Para el archivo

Treviño Rodríguez recordó que no es la primera ocasión que el Poder Legislativo exhorta a las autoridades ambientales a tomar medidas para revertir el problema de contaminación y prevenir la aparición de enfermedades en la población que vive en los márgenes del río Santiago. El 28 de junio de 2007, el diputado priísta Jorge Arana Arana presentó un punto de acuerdo para que se “construyan las plantas de tratamiento de aguas residuales que resulten necesarias para recibir limpias las aguas que se viertan al río Santiago”, y el 6 de agosto el pleno del Congreso aprobó la creación de una comisión paritaria a fin de dar seguimiento a las acciones de saneamiento –la cual nunca se formó– y que pretendió, entre otros asuntos, atender el problema de contaminación en Miravalle y el desarrollo inmobiliario de La Ciudadela, asentado en un terreno que perteneció a la fabricante de teléfonos celulares Motorola.

Lo anterior, dijo el legislador, es una muestra de que los exhortos son como las “llamadas a misa” y el funcionario que quiere acatarlos los acata y el que no, los guarda en el cajón de su escritorio.

“Y éste es el caso, desde octubre nosotros pedimos datos (a la Secretaría de Salud) y los únicos datos (que nos dieron) es por vía de los medios (de comunicación) y en forma oficial no nos han hecho llegar estadísticas”, precisó.

Una eventualidad

A pesar de la alta toxicidad del río Santiago, manifestada en el niño Miguel Angel, quien lleva casi quince días en estado de coma, luego de haber caído a sus aguas, los diputados minimizan el riesgo que significará utilizar este caudal para abastecer la presa de Arcediano.

El legislador panista Arturo Gutiérrez Tejeda descartó que el accidente del menor pudiera servir como prueba para frenar el proyecto del vaso lacustre.

“Mira, no consideraría yo eso, puesto que es una eventualidad, el niño bien pudo haber caído en el lago de Chapala, pudo haber ingerido agua también y en un momento dado pudo haber tenido una repercusión similar a lo que estamos planteando. Yo no consideraría que eso es un impedimento para que se llevara a cabo la construcción de la presa”, afirmó.

Dijo que el agua de Arcediano, cuando ésta termine de construirse, estará limpia y ninguna autoridad que se precie de ser responsable asumiría el costo de transgredir la salud de la población.

De su parte, Treviño Rodríguez recordó que en el periodo de Alberto Cárdenas Jiménez –el primer gobernador de Jalisco emanado del PAN– se pretendió adquirir un crédito japonés para instalar plantas de tratamiento en todo el estado, y de haberse atendido a la propuesta, quizá en estos momentos la contaminación no sería tan severa.

“En esa ocasión el voto mayoritario del PRI echó abajo ese crédito, que ahorita estuviéramos hablando de plantas que valen cinco veces más de lo que costaban en ese tiempo y que hubieran dado solución al problema”, añadió.

Atiborran tapatíos el nuevo parque

Por Héctor Padilla - MURAL

Gozan el espacio recreativo. Cientos de familias llegaron a San Jacinto; esperan que se pueda conservar en buen estado




(11 febrero 2008).- Sentados bajo uno de los árboles más frondosos y con un picnic de tostadas de ceviche y naranjada, la familia Flores estrenó a su manera el nuevo Parque San Jacinto.

Desde la Colonia La Aurora, a unas 10 cuadras de distancia, la familia arribó al ex Taller San Andrés para encontrarse con la sorpresa de un espacio público único en el oriente de la Ciudad.

"Hacía falta un lugar a donde venir a sentarse, a convivir un rato con lo hijos", explicó Marcela Flores.

Tanto los Flores como otras decenas de familias y ciclistas que ayer paseaban por la Vía RecreActiva, abarrotaron el lugar y lo hicieron suyo. Los 24 mil metros cuadrados de espacios abiertos parecían ser insuficientes ante la gran afluencia.

Y no era para menos. Siete canchas deportivas de voleibol, futbol y basquetbol, 5 mil metros cuadrados de áreas verdes, juegos infantiles, un espejo de agua, estacionamiento para bicis y bebederos, dejaron más que satisfechos a los vecinos del lugar ubicado en el cruce de Javier Mina y Plutarco Elías Calles.

En una de las explanadas se montó un escenario con shows de payasos y magos y bajo el área techada, donde se encuentran canchas de tamaño infantil, también se levantó un ring de lucha libre como parte de las actividades de inauguración.

A las 9:00 horas, el Alcalde de Guadalajara Alfonso Petersen Farah, arribó en bicicleta al parque. Ahí informó que se invirtieron 15 millones para transformar el ex Taller San Andrés en el Parque San Jacinto y estimó que unas 240 mil personas serán beneficiadas con la obra.

En el parque no hay cercas que impidan el ingreso, está abierto para todos, lo que significará un reto a la ciudadanía para cuidarlo y mantenerlo impecable, como se les entregó.

Para Eduardo Solano, vecino de la Colonia Hermosa Provincia, eso será lo más difícil, ya que asegura, es una zona peligrosa donde se reúnen muchos vagos.

No obstante, el Primer Edil tapatío confió en que los usuarios del parque se comprometerán a su cuidado.

"Lo que estamos buscando es demostrarnos a nosotros mismos como sociedad que tenemos capacidad de poder cuidar un espacio público que es incluyente", señaló.

El parque tendrá la vigilancia permanente de cuatro guardabosques y habrá un reglamento de uso de las canchas hasta las 22:00 horas, para no molestar a los vecinos.

Además, el sitio servirá como una estación de transferencia, ya que cuenta con estacionamientos para bicicletas y autos, para las personas que quieran tomar el Tren Ligero.




El nuevo parque

Este espacio público gratuito ubicado en el cruce de Javier Mina y Plutarco Elías Calles cuenta con:

-Tres canchas de voleibol
-Tres canchas de basquetbol
-Una cancha de futbol rápido
-Espejo de agua o estanque
-Fuente recreativa
-Circuito peatonal
-Ciclopista
-Bebederos
-Juegos infantiles
-Baños y enfermería
-Estacionamiento para bicicletas y 35 automóviles

Tensión y pugnas entre ejidatarios de Ayotitlán

El comisariado asume la defensa de los intereses empresariales, denuncian

Durante la asamblea de ayer en Ayotitlán, integrantes del Consejo de Mayores recriminaron al comisariado de bienes ejidales, Jesús Michel Prudencio, su actitud fraudulenta en el caso de despojo en contra de la comunidad Foto: ARTURO CAMPOS CEDILLO

El Consejo de Mayores demanda privilegiar los recursos naturales sobre el dinero

Amañada asamblea inicia con amenazas, empujones y golpes entre comuneros

Raúl Torres - LA JORNADA JALISCO

Ayotitlán, 10 de febrero.- Se preveía una sesión ríspida, dura, amañada… y así fue. Los intereses son muchos, el dinero demasiado, y el abandono de las autoridades, constante. Así, la historia de Ayotitlán sigue enredándose con las pugnas del comisariado ejidal, que busca favorecer a las empresas mineras que esquilman los recursos de una comunidad que literalmente camina sobre oro, mientras que la autoridad tradicional, el Consejo de Mayores, intenta que la riqueza que se obtiene de su territorio se reparta mejor y no se pondere el dinero por sobre los recursos naturales.

La primera convocatoria a la asamblea extraordinaria de ejidatarios de Ayotitlán, en enero pasado, se vino abajo por falta de quórum, y aunque en esta ocasión no hubo ni notario público ni representante de la Secretaría de la Reforma Agraria que avalara la legalidad de la reunión, el comisario ejidal, Jesús Michel Prudencio, se empeñó en realizarla porque había que lograr la autorización del ejido para iniciar las negociaciones formales con tres empresas mineras que intentan establecerse en territorio de la comunidad indígena más grande del país.

Las sospechas comenzaron desde temprano, cuando un hombre y una mujer de aspecto asiático (supuestos dueños de una de las mineras) se encerraron durante más de 30 minutos con el comisario ejidal antes de que se iniciara la asamblea; cuando los representantes de la Tercera Visitaduría de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ), Carlos Fernando Martín Orozco y Gaudelio Edurdo García Félix, intentaron acercarse, los presuntos extranjeros prefirieron salir de prisa y abandonar la comunidad a bordo de una camioneta Expedition de color blanco y placas JDT 3277 que conducía otra persona.

Dieron las 11 horas y los ejidatarios de 70 diferentes comunidades arribaron a la bodega del ejido para asistir a la asamblea; sin embargo, no se permitía la entrada de todos, y quien deseara ingresar debía firmar un papel sin leer lo que decía.

La situación molestó a los representantes del Consejo de Mayores, encabezados por Gaudencio Mancilla, quienes exigieron que se dejara entrar a todos, que se tomara asistencia y no se obligara a firmar nada a nadie.

Los ejidatarios afines a Michel Prudencio hicieron un cerco en torno a la entrada de la bodega y comenzó el enfrentamiento: palabras, empujones y golpes se sucedieron durante algunos minutos, hasta que ambos bandos se separaron y comenzó a tomarse asistencia de los presentes.

Minutos después del incidente se presentó el director de Seguridad Pública de Cuautitlán, Miguel Delgado, acompañado por una decena de agentes que –aseguró el mando policial– sólo estaban ahí para cuidar el orden.

Foto: ARTURO CAMPOS CEDILLO Una decena de policías de Cuautitlán se hizo presente en la asamblea de ejidatarios “para cuidar el orden”, según Miguel Delgado, titular de la DSP de ese municipio

A pesar de la falta de autoridades que avalaran la asamblea, el comisariado insistió en que no eran necesarias para que fuera legal: “la intención es darles a conocer lo que ofrecen las mineras para ponernos de acuerdo y entonces nosotros presentar nuestras exigencias”, señaló Jesús Michel Prudencio en entrevista previa a la reunión con los demás ejidatarios.

En su opinión, lo que hace la minera Peña Colorada por la comunidad es más que suficiente, pues invierte alrededor de un millón de pesos por año en servicios y becas y paga 200 mil pesos anuales por la ocupación temporal de tierras con los desechos de la mina.

“Gracias a Peña Colorada el ejido tiene vida, ellos trajeron la luz eléctrica, dan becas y hay 200 ejidatarios trabajando en la mina; no es que yo quiera defenderla, pero es una empresa que beneficia a este lado (Jalisco) como a aquel lado (Colima); recibe mucho dinero pero también reparte mucho”, argumenta el comisario ejidal cuando se le pregunta si no es poco lo que recibe Ayotitlán por parte de una de las minas de hierro más grandes de América.

Pedro Ciprián Elías, tesorero del comisariado ejidal, y José Ciprián Elías, ejidatario, son otros de los que creen que el progreso que traen las mineras es bueno, pues –aseguran– hacen más estas empresas por el pueblo que los mismos gobiernos, que prácticamente los tiene en el abandono.

“Por el apoyo que da Peña Colorada con las becas, muchas personas de aquí han salido a estudiar”, dicen en referencia a las 25 becas que oferta la minera entre los cientos de ejidatarios.

Después de las casi dos horas que se llevó tomar asistencia, inició la asamblea con una advertencia de Michel Prudencio: “quien no sea ejidatario no puede entrar”.

Se nombró “secretario de debates” a José Ciprián Elías, quien se encargó de fraguar lo que se tenía planeado.

Leyó la orden del día, donde los puntos 3, 4 y 5 implicaban la discusión de la autorización o no de los ejidatarios sobre los “contratos de ocupación temporal” para la explotación minera que pretenden realizar Rodolfo Pérez Orta, Fernando Trujillo Hernández y la compañía minera Los Juanes; después preguntó si se estaba de acuerdo con la orden del día y la mayoría votó a favor.

Esa fue, según él y el comisario ejidal, la aprobación que el ejido dio para iniciar negociaciones formales con los mineros.

Burdamente y sin discutir los puntos para su aprobación, el comisariado ejidal negó la palabra a quienes se oponían a esta forma de proceder, como Gaudencio Mancilla y el propio Lino Roblada, propietario del predio en el que el mes pasado irrumpió la empresa Comercializadora Internacional de Minas SA de CV para explotar una veta de oro y plata.

“En esta asamblea no se harán aclaraciones de lo que dicen los contratos, esas mesas de trabajo ya se hicieron, el que no se enteró ni modo”, dijo Ciprián Elías y dio por concluida la asamblea.

La barranca, la siguiente área natural a proteger

Comenzó la consulta para un decreto de protección en las barrancas de los ríos Santiago y Verde, donde se preservará el agua de Arcediano.

Hoy mismo, el Santiago padece una grave contaminación de sus aguas. Protegerlas obligaría a sanearlas. Foto: Rafael del Río

El Gobierno federal propone 56 782 hectáreas para reserva ecológica

Agustín del Castillo - PÚBLICO

La presa Arcediano va a requerir agua de calidad para satisfacer la creciente sed de la segunda zona urbana del país. Y ése es uno de los objetivos centrales de la nueva área natural protegida que el gobierno federal pretende decretar en más de 56 mil hectáreas de los cañones del río Verde y Santiago, que en caso de lograrse, será la tercera reserva ecológica más extensa de Jalisco.

Por ello, el pasado 1 de febrero, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) puso en consulta el “estudio previo justificativo” (www.conanp.gob.mx) para establecer el área de protección de recursos naturales Barrancas de los ríos Santiago y Verde, la cual se extenderá a lo largo de doce municipios jaliscienses: desde Juanacatlán hasta Amatitán, de oriente a poniente, por el Santiago, y de Tepatitlán a Ixtlahuacán del Río, de norte a sur, por el Verde. Se trata de 115 kilómetros de hondonadas talladas por ambas corrientes fluviales, entre 890 y 1,350 metros sobre el nivel del mar.

Con esta declaratoria, se logran varias cosas: por un lado, cumplir de forma sobrada una de las “condicionantes” de impacto ambiental que impuso la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) al autorizar la obra de la presa, que fue establecer un área protegida contigua, que inicialmente era de sólo nueve mil hectáreas. Una segunda condición fue proteger el agua a nivel cuenca para garantizar una calidad óptima en el vaso artificial. “La utilización de estas corrientes como fuente de agua potable haría impostergable la obligación de cumplir con las normas oficiales sobre tratamiento de aguas residuales a lo largo de los cauces de los ríos”, señala el documento de consulta.

Y allana el camino a una tercera condición de la Semarnat: preservar la flora y fauna local, estudiarla y fomentar su reproducción, sobre todo en el caso de las especies protegidas por afrontar algún tipo de riesgo de desaparecer.

Pero por encima de los trámites administrativos, es el primer paso serio para alcanzar el rescate de esta formidable falla natural. “El área protegida requiere concebirse vinculada a su importante colindancia urbana”, pues hay una frontera de unos 70 kilómetros con la zona metropolitana de Guadalajara.

“Pese a su gran valor ambiental y paisajístico, la ciudad históricamente le ha dado la espalda a la barranca, acumulando en sus bordes la degradación, la basura y la pobreza urbana; vertiendo por sus laderas sus aguas negras que contaminan el río Santiago. No es permisible que la ciudad desperdicie y deteriore, en forma tal, tan valioso patrimonio”.

El área de protección de recursos naturales tendrá así uno de los retos más importantes para cualquier reserva protegida en México: que la metrópoli de más de cuatro millones de habitantes deje de dañarla. Si el proyecto tiene éxito, se elevará la calidad de vida citadina. Por eso es un proyecto esencial para el futuro de la urbe de nombre árabe, Wad-al-hidjará, que, por cierto, significa fluvium lapidum o “río entre piedras”.

La frontera indómita

La historia de la colonización española en Jalisco revela el papel clave de las barrancas del Santiago y el Verde como zonas de contención. Dificultaron tanto la conquista europea hacia el norte como la extensión al sur de la rebelión caxcana, y fueron “destino” de la propia ciudad errante. Guadalajara se asentó de forma definitiva, hasta su cuarto sitio, en la planicie de Atemajac, protegida de los embates indígenas por las formidables simas de agua entre bosques tropicales secos.

El posterior olvido histórico no lo fue para los hombres de talento, arrobados ante la magnificencia del áspero paisaje. El tapatío José López Portillo y Weber la llamó “la cicatriz que hizo en la tierra el dios Plutón”, y el oaxaqueño José Vasconcelos relató su visita de 1929 en el cuarto libro de sus memorias, El proconsulado: “Hicimos un alto en el mirador natural, desde donde se abarca el espectáculo de la barranca, un poco abrupto, pero imponente. Cerca de mil metros, si mal no recuerdo, baja la quebrada, cubiertas sus dos laderas de vegetación de diversos climas; en torno, la extensión es desierta, salpicada de arbustos, la tierra amarilla. Uno de esos panoramas inhumanos y grandiosos, tan frecuentes en nuestro desamparado territorio...”.

A partir de los años setenta, el olvido se transformó en daño.

Hoy es peor que nunca. “En la cuenca Santiago-Guadalajara, la principal fuente de contaminación son las aguas residuales tanto municipales como industriales, ya que 20 por ciento de las aguas municipales no se colecta en el alcantarillado y la mayor parte de la que sí es colectada se vierte sin tratamiento alguno al cuerpo receptor”. De este modo, “el agua del río Santiago es turbia y maloliente”.

Los contaminantes más comunes, agrega el texto, son coliformes fecales, materia orgánica, grasas, aceites y detergentes, “las que están mezcladas con aguas industriales que contienen además metales pesados y compuestos orgánicos sintéticos”. En promedio, cada año se arrojan al río 93,768 toneladas de contaminantes.

Un problema añadido es la basura: los vertederos de la zona metropolitana se ubican en cuencas tributarias al Santiago y generan desechos líquidos. Se estimaba en 1998 que habría enterradas más de cinco millones de toneladas de desechos en torno a la metrópoli.

Y a este cuadro de perjuicios nacidos por el desprecio, se agregan otros nacidos de la avaricia: “Una actividad extractiva que tiene impacto sobre la fauna local es la captura de aves de ornato, utilizando redes de niebla y trampas de resorte en diferentes localidades, según las especies buscadas […] en las áreas de cañadas húmedas se capturan mulatos, calandrias, pericos y mirlos. En la zona de transición entre el bosque tropical caducifolio y las áreas de cultivos, o en las orillas de caminos, las aves capturadas con mayor frecuencia son zenzontles, primaveras, gorriones azules y de pecho rojo, cuitlacoches y algunas aves de presa como el cernícalo y el halcón de cola roja”.

Las aves capturadas “son comercializadas principalmente en Guadalajara, en lugares como El Baratillo, el mercado Libertad y en diversos tianguis”. El aprovechamiento de fauna es ilegal, de acuerdo con la Ley General de Vida Silvestre. “Por otra parte, dado que la cacería se realiza sin respetar épocas, género, edades ni especies, afecta adversamente la abundancia de fauna. Aunque la principal especie aprovechada es el venado cola blanca, los cazadores no desprecian otras especies como el jabalí, el armadillo, la ardilla, el conejo y las palomas”.

Otros animales, como el coyote, el mapache, el coatí, la zorra gris, el lince o gato montés e incluso el puma “son cazados aunque de manera incidental durante las expediciones en busca de venado”.

El espacio mantiene, no obstante, una alta riqueza biológica. Tiene una red de 131 arroyos perennes y 985 corrientes intermitentes con una longitud total de 492 kilómetros. Este amplio tejido de agua arropa a seis comunidades vegetales, como la selva o bosque tropical caducifolio. Hay 946 especies de flora y 294 especies de vertebrados; unas 45 especies están protegidas en la NOM-059-SEMARNAT-2001.

La consulta está abierta. La sociedad metropolitana y la rural en torno a Guadalajara tienen la palabra.

De nada servirá entubar el Río Santiago: UdeG


Entubar es una propuesta colonial, sostiene experto Vanesa Robles - PÚBLICO

La propuesta de desviar el río Santiago, para que no cause perjuicios a su paso por El Salto y Juanacatlán, es lo mismo que llevar el daño a otros ecosistemas y asentamientos humanos, opina el presidente de Comunicación y Educación de la Unión Mundial para la Naturaleza (UINC, por sus siglas en inglés), Arturo Curiel Ballesteros.

¿Y entubarlo? Es una alternativa de la época colonial, que cayó en desuso a mediados del siglo pasado, ante las innovaciones tecnológicas, señala el también coordinador de la Cátedra del Agua de la Universidad de Guadalajara.

La semana anterior, el gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, tuvo la ocurrencia de desviar el Santiago, después de reconocer que la contaminación del río sería causante del estado de coma en el que se encuentra el niño Miguel Ángel López Rocha, de ocho años de edad, que entró en el río los últimos días de enero de 2008. Al mismo tiempo, el secretario de Salud de la entidad, Alfonso Gutiérrez, declaró que lo mejor sería entubar las aguas hediondas.

¿Se puede limpiar el Santiago de las decenas de descargas que recibe a diario: nomás casi diez mil litros por segundo de excrementos de la zona metropolitana de Guadalajara, más decenas de líquidos industriales enriquecidos con plomo, mercurio, arsénico y cadmio? Se puede. Pero las autoridades deben estar concientes que, en el corto plazo, limpiar el río es más caro que entubarlo. En el largo plazo, el resultado sería un recurso para el desarrollo de las comunidades vecinas y de toda la zona metropolitana de Guadalajara.

Otros especialistas afirman que meter las aguas venenosas del Santiago en un tubo traería como consecuencia el nacimiento de un desierto a lo largo de los 550 kilómetros que el torrente recorre desde su nacimiento, en el municipio de Ocotlán, desde el lago de Chapala, hasta su desembocadura, en el océano Pacífico.

En el país y en el resto del mundo existen experiencias de éxito en la restauración, recuerda Arturo Curiel Ballesteros. La más cercana está en las cuencas de Tehuacán, Puebla, donde se realizó un buen trabajo de saneamiento. Otro ejercicio de limpieza en buen proceso es el del río a cielo abierto Chao Phraya, que parte en dos a la ciudad de Bangkok, la capital de Tailandia, y finalmente el Sena, de París, que a mediados de los años cincuenta estaba considerado muerto, como hoy lo está el Santiago, y ahora recibe bañistas en temporada de verano.

El problema del río, añade el académico, es que las propuestas para sanearlo, que comenzaron alrededor de 1950, se han quedado sólo en buenas intenciones.

Hoy, las autoridades de los gobiernos estatal y federal —el río Santiago es propiedad federal y lo maneja la Comisión Nacional del Agua— tienen la oportunidad de reconocer el problema y admitir que no puede haber población sana si no existe ecosistema sano, en lugar de llevar la amenaza a otros sitios. Y para que existan buenos resultados, es indispensable incluir a los ciudadanos, que hoy sólo asumen los costos de un caudal muerto, finalizó Curiel Ballesteros.



La reserva propuesta

Son doce los municipios que aportan superficie a la reserva: Acatic, Amatitán, Cuquío, El Salto, Guadalajara, Ixtlahuacán del Río, Juanacatlán, San Cristóbal de la Barranca, Tepatitlán, Tonalá, Zapopan y Zapotlanejo. Los que más integran son Zapopan, con 26,179 ha, y San Cristóbal, con 12,037 ha

Las áreas de protección de recursos naturales, como la propuesta, “son áreas destinadas a la preservación y protección del suelo, las cuencas hidrográficas, las aguas y en general los recursos naturales localizados en terrenos forestales de aptitud preferentemente forestal”

El área propuesta “se extiende desde la confluencia del río Santiago con El Ahogado hasta la presa Santa Rosa, entre Zapopan y Tequila. Mientras que, siguiendo el cauce del río Verde a partir de su confluencia con el Santiago, el área llega hasta los arroyos Cerrito Colorado y Los Sauces, en las inmediaciones del poblado de Mezcala [municipio de Tepatitlán]. La línea perimetral se estableció generalmente en la ceja de la barranca, donde iniciaban las pendientes más pronunciadas, coincidiendo con la frontera entre la vegetación natural en mejor estado de conservación y las zonas de uso agropecuario y urbano circundantes”

Se asume que el río Santiago “formó el cañón hace unos 35 mil años, al drenar un inmenso lago que existía en la depresión de Chapala. La cuenca fue obstruida debido a una serie de erupciones volcánicas que formaron cerramientos y, cuando la cuenca se saturó, el río Santiago comenzó el proceso de erosión que duró alrededor de cinco mil años”

En la zona se han registrado 294 especies de vertebrados. “El grupo más diverso es el de las aves, con 203 especies [69 por ciento del total], seguido por los mamíferos y los reptiles, con 40 especies [13.6 por ciento] para cada grupo. Respecto a los peces, se han registrado once especies y se considera que otras 17 especies tienen altas posibilidades de ser encontradas…”

Dada la ubicación biogeográfica de la zona, entre la región neoártica y la neotropical, “algunas especies encuentran en ella sus límites de distribución”, como sería el caso de la guacamaya verde (Ara militaris), el perico enano (Forpus cyanopigius), el ocelote (Leopardus pardalis) y la boa constrictor

Fuente: Estudio previo justificativo para el establecimiento del área de protección natural