Aceptan que la cacería furtiva se ha convertido en un problema dentro del Área Natural Protegida
Deciden contratar 10 guardabosques y colocar dos nuevas casetas de vigilanciaSergio Hernández - MURAL
Dos patas y algunos restos de su cuerpo fue lo que quedó de una cría de venado que el fin de semana pasado fue víctima de cazadores furtivos en el Bosque de La Primavera, que paradójicamente está declarado como Área de Protección de Flora y Fauna.
El hallazgo fue realizado el domingo 8 de junio por ciclistas de montaña en una zona del bosque conocida como Rancho Planillas, en territorio de Tlajomulco, donde también es común el motociclismo, otra de las muchas actividades prohibidas en La Primavera, donde sólo dos guardabosques cuidan las 30 mil 500 hectáreas arboladas.
El director de La Primavera, José Luis Gámez Valdivia, reconoce que la cacería furtiva se ha extendido en el bosque, y no sólo con armas de fuego sino la moda, asegura, es la persecución de animales con arco y flecha, por lo que califica que el problema ya se ha convertido en un asunto de gravedad.
“Sí se está manifestando como grave en virtud de que hay varios lugares que se han detectado algunas flechas. Ya está de moda la cacería con arco, ya se sienten Robin Hood las nuevas generaciones y están agarrando como moda la cacería con arco”, lamentó el funcionario quien tiene apenas desde el 9 de mayo como director de La Primavera.
“Hay falta de vigilancia en las casetas, no hemos podido controlar la situación de tener personal capacitado, ordenado e identificado para poder controlar los accesos y evitar a gente que va con otros fines que los que van a disfrutar el bosque”.
El viernes 13 de junio sesionó el Comité Técnico de La Primavera donde se puso sobre la mesa la falta de vigilancia y el hecho de que, con los dos únicos guardabosques para el bosque, es imposible controlar las faltas administrativas y los hechos delictivos.
Por ello se aprobó que en la brevedad se contraten 10 nuevos guardabosques para que estén trabajando en el transcurso de 15 días, y se coloquen dos nuevas casetas de vigilancia, una en el camino de ingreso a la zona de Planillas, por donde se presume entraron los cazadores a matar el pequeño venado, y otra caseta en un ingreso al bosque conocido como Villa Felicidad, en Tala.
Además de estas dos casetas se adecuará el funcionamiento de ubicada termina la prolongación de la Avenida Mariano Otero, en municipio de Zapopan.
“Tenemos una caseta que ha sido destruida por el vandalismo y vamos a poner otra más en Villa Felicidad por donde están entrando cazadores y lo que me está preocupando ahorita, que no tenemos personal suficiente”, indicó José Luis Gámez.
La caseta que se ubicará en el ingreso al bosque que es territorio de Tlajomulco, en la zona sur oriente del Área Protegida, es de vital importancia, según el director de La Primavera.
“Es de las zonas que nos preocupan más porque los fines de semana es por donde más ingresan motos y cuatrimotos e incluso materiales de construcción. Es por donde pasan muchos vehículos y es uno de los puntos estratégicos, controlar ese lado”, indicó.
“A pesar de la escasez de personal se hacen recorridos pero lo hacen dos personas el recorrido del bosque, son 30 mil 500 hectáreas para dos personas y es imposible, pero ahora con 10 personas más vamos a recorrer un poquito más”.
Dejan la malla
El sitio para la reproducción de venados que un particular quería echar a andar el año pasado en el Bosque de La Primavera sigue siendo un sueño, ante las faltas a la normatividad ambiental que no han sido subsanadas por el dueño del predio, Ramón Sánchez.
El venadario se ubicaría en un predio donde Ramón Sánchez tiene una casa y sus alrededores fueron enmallados por completo para supuestamente reproducir los venados. Las autoridades sospechan que el venadario es sólo un pretexto para resguardar la finca que además, durante las noches, genera contaminación lumínica en el bosque debido a los potentes reflectores con que cuenta.
El delegado de la Semarnat, José de Jesús Álvarez Carrillo ha manifestado que esa malla debe ser retirada, y es la delegación Jalisco de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, encabezada por José de Jesús Becerra Soto, donde deberían haber ordenado el retiro del alambrado.