martes, 23 de diciembre de 2008

Se ha visto vulnerada la salud de mujeres jaliscienses en los últimos dos años: SSA

Viridiana Saavedra - LA JORNADA JALISCO

La salud de las mujeres en Jalisco se ha visto vulnerada durante los dos últimos años, pues de acuerdo con las cifras del Programa de Acción Caminando a la Excelencia, en el caso del cáncer cérvico uterino, en 2006 Jalisco estaba en el lugar número 9, calificado por la Secretaría de Salud (SSA) como satisfactorio, y este año está en el lugar 24 a nivel nacional, lo que lo ubica dentro del grupo de las entidades con niveles de atención de la salud más precarios, de acuerdo con la dependencia federal.

Los niveles de mortalidad también han aumentado. Las cifras de 2006 indicaban que era de 12.9 por ciento y ahora es 13.6, pese a que la cobertura ha aumentado en casi el 10 por ciento.

Respecto al cáncer de mama, que también afecta considerablemente a las jaliscienses, el estado se ubica en el lugar 18, pero las cifras más alarmantes son aquellas que tienen que ver con los programas de prevención, que por estar en una entidad donde el conservadurismo sigue latente, es difícil que se lleven a cabo –al menos así lo indican las cifras–, pues en el caso de la planificación familiar, Jalisco, uno de los estados con mayor presupuesto para educación y salud a nivel nacional, está ubicado en el lugar número 28, y la cobertura de programas encaminados a dicho sector sólo tienen el 33 por ciento, lo que contrasta con el estado de Durango (primer lugar en planificación familiar), que tiene cerca del 80 por ciento de cobertura.

Violencia familiar y de género es otro de los espacios que no se han atendido, y Jalisco, a la par con Querétaro, no presenta interés en emprender algún programa a través de la Secretaría de Salud (SSJ), pues sus indicadores marcan cero. Dicha lista la encabezan el Distrito Federal, Tlaxcala y Michoacán.

En la cobertura de atención a mujeres que viven con violencia severa las cifras no son más alentadoras, pues al igual que en el caso anterior, la entidad sigue en blanco y a la par de Querétaro, pero esta vez San Luis Potosí, Coahuila y Aguascalientes encabezan la lista de mayor atención a dicha problemática social.

El asunto de atención a adultos mayores, al que se ha dado suma importancia en la capital del país, es otro de los puntos que en Jalisco se han descuidado, pues en 2006 la entidad estaba en el lugar número 7, con el 100 por ciento de cobertura de vacunación, y en 2008 se ubica en el lugar 28, con sólo el 66 por ciento de vacunación a ancianos.

Los enfermos de diabetes son otro de los sectores que se han descuidado, pues en 2006 Jalisco estaba ubicado a nivel nacional en el lugar 23 en la cobertura de diabetes, y ahora se ubica en el número 29.

Las cifras están, y los cuestionamientos de los grupos en favor de la salud surgen luego de ver que los números se modificaron durante los dos últimos años, justo los que lleva la actual administración, dirigida por Alfonso Gutiérrez Carranza, a quien han calificado de incompetente.

Nuevo San Juan, el oasis purépecha

Caso notable de éxito social y económico en las regiones indias de México lo constituye esta comunidad que creció entre dos volcanes muertos: el milenario pico de Tancítaro y el legendario Paricutín; los purépechas superaron ampliamente la avaricia de los talamontes y el fuego de la última montaña ígnea que se vio nacer; sus empresas generan hoy 1,400 empleos y han sacado de la marginación al municipio

Nuevo San Juan Parangaricutiro, Michoacán.

Agustín del Castillo, enviado.

PÚBLICO-MILENIO

La mayoría de las comunidades indias y mestizas de la meseta Purépecha sobreviven entre los despojos legales o ilegales de sus tierras, las mafias más o menos violentas que saquean sus bosques, y una falta general de oportunidades que incentiva la emigración. Pero la historia exitosa de los indígenas de Nuevo San Juan Parangaricutiro, a 30 kilómetros de Uruapan, demuestra que en algún momento de la vida, la fatalidad es una elección.

Ellos así lo ven. En 1980, tras décadas de discreto nivel económico y de entregar sus riquezas a contratistas inescrupulosos, optaron por el camino de la apropiación de sus recursos: cuidar la floresta de los talamontes clandestinos, recuperar sus tierras primordiales, generar una institucionalidad fuerte y democrática al interior de la asamblea, y seguir la ruta de las empresas bien gestionadas.

Hoy sostienen dos decenas de fábricas, procesadoras y proyectos que aportan más de 800 empleos directos y 500 indirectos y son el soporte económico del municipio de Nuevo Parangaricutiro, el cual ha superado las barreras de marginación endémica que padecen las demarcaciones indígenas nacionales, pues se ubica entre los 600 municipios más desarrollados del país (en un universo de 2,400).

Las cifras económicas de esta comunidad-empresa se guardan celosamente para las asambleas de comuneros. No obstante, se trata de millones de pesos anuales que se reinvierten para crecer y dar certidumbre de largo plazo a los puestos de trabajo. "La idea es que a ningún comunero ni a su familia le falte trabajo, es lo más importante que consideramos", señala Daniel Aguilar Saldaña, director técnico de las empresas.

Hay además un elevado potencial de crecimiento de ingresos: una investigación del Instituto Nacional de Ecología (INE) reveló lo que se podría cobrar por la captura de carbono en sus bosques —la gran apuesta global contra el cambio climático—, al menos nueve millones de dólares, considerando un promedio de captura de 100 toneladas de carbono por hectárea.

Nuevo San Juan es un pueblo que nació contiguo a un volcán apagado, el Tancítaro, y sobrevivió a la furia del último volcán que ha nacido en este planeta, el legendario Paricutín, de 1943. Y después no fue invadido por conquistadores caucásicos ni recolonizado por extraterrestres; simplemente, sus moradores eligieron evolucionar social, económica y ambientalmente para romper con los fatalismos culturales, la abulia y el destino de víctima que dictan los prejuicios sobre lo indígena.

Hoy habitan industriosos en medio de la locura especulativa y criminal desatada en la meseta por el auge del aguacate, ese oro verde que no a todos corrompe.

El difícil aprendizaje

En realidad no sabían cómo, confiesa el presidente de bienes comunales, Alejandro Anguiano Contreras.

"En todas estas comunidades todo el tiempo se vivió en lo forestal, y al cerrar en cada año, siempre había pérdidas; fue en 1980 cuando nos comenzamos a organizar, fueron varias reuniones, pero no sabíamos cómo empezar ni el gobierno creía en comunidades como ésta. Nos costó mucho trabajo, pero arrancamos".

El primer aserradero se montó en 1983. "Nada más un aserradero y alrededor de 60 gentes; como cualquier otra comunidad, inicia sin capital; quisimos sacar un crédito y una comunidad no es sujeto de crédito, entonces hay una empresa que ahora es Crisoba, y nos presta para financiar y abastecerlos; así, comenzamos a producir tabla y a repartir utilidades […] en el segundo año se determina por asamblea que ya no se van a repartir utilidades, porque les tocó equis cantidad a cada comunero, y son 1,254 comuneros; fue poco y nomás sirvió para que se emborracharan o hicieran cosas que no tenían ningún beneficio…", añade Daniel Aguilar.

¿Qué se hace desde entonces? Reinvertir todo, "de tal forma que cuando se presenta a dar resultados el gerente, cada año, con la utilidad que se genera se presentan propuestas de proyecto, y la asamblea determina cuál es el más viable, y se empieza a trabajar en el siguiente año".

De este modo, se pasó del aserradero a las estufas, para industrializar lo mejor posible la madera. Hoy se cuenta con estufas de secado, con una fábrica de muebles (que surte de forma preferencial a una gran mueblera mexicana), con una astilladora "que se encarga de procesar todo el desperdicio: va moliendo y haciendo el material que es celulosa, que es lo que mandamos a [la empresa productora de cuadernos] Scribe"; existe un taller que hace los empaques; "también se hizo una inversión en una mezcladora de resina", lo cual ayuda a que la gente visite el monte y este se encuentre vigilado constantemente, con dos ganancias adicionales: evitar la presencia de talamontes y hacer más eficiente el combate de incendios, advierte el director técnico. Todo el proceso forestal tiene certificación de calidad ambiental y social, y se puede vender en los mercados más desarrollados del mundo.

Pero "no todo lo que se haga o vaya a generar va a ser del bosque; se trata de ir abriendo nuevas cosas; tenemos una empresa de huertas comunales [que cultiva y cosecha exitosamente cientos de hectáreas de aguacate]; tenemos otra empresa que se llama Bodega de Fertilizantes; tenemos otra que es una tienda comunal, que ayuda a equilibrar precios en el mercado local, e incluso tenemos una empresa de transporte y una que da el servicio de televisión por cable". Sin faltar una embotelladora de agua de manantial y una importante zona ecoturística en un claro de bosque desde el que se observa la silueta del volcán.

Otro aspecto de la gestión empresarial, dice por su parte el gerente de las empresas, Martín Antolino Echeverría, es cuidar la capacitación constante del personal, la adquisición de nuevas tecnologías, un abastecimiento adecuado de insumos, la promoción y comercialización de las mercancías, el mantenimiento del equipo y una contabilidad rigurosa.

Paralelamente al proceso económico, parte de las utilidades se reinvierten en un aspecto medular para este éxito: la seguridad en la tenencia de la tierra. Creada como comunidad según las Leyes de Indias vigentes en el imperio español, en 1715, el decreto de restitución se gestionó desde los años cuarenta del siglo XX, hasta su emisión, por el presidente Carlos Salinas de Gortari, en 1991. La superficie original supera 18 mil ha, pero quedaron alrededor de cuatro mil ha pendientes, en litigios que han sostenido, de forma mayormente exitosa, desde ese momento "refundador".

El orgullo de Nuevo San Juan Parangaricutiro es que en más de 25 años, jamás han dejado de reunirse en su asamblea mensual. La perla de su vida democrática es que nunca se ha hecho un proyecto que no sea apoyado por la mayoría de votantes. Pero esta próspera república de indios está vedada a los forasteros, con el mismo espíritu con que las prohijó el humanismo de tata Vasco de Quiroga en el siglo XVI: gerentes, asesores técnicos, operadores, burocracia en general de la comunidad, son cargos sólo para sus miembros y descendientes.

No es el viejo y cristiano miedo a la corrupción exterior, fantasma que perseguía a los franciscanos evangelizadores, sino un acotamiento racional de los alcances del proyecto económico y cultural que es Nuevo San Juan, aferrado a seguir siendo purépecha, pero no por eso, menos moderno. Sus productos se pueden encontrar en Nueva York o París como en Guadalajara o Mérida; sus paisanos se mueven libremente entre México y Estados Unidos. Su prestigio llena de perplejidad o asombro a otros comuneros o ejidatarios visitantes, que no han sabido o podido acceder al misterio difícil de elegir.

El pueblo que se negó a morir

El 20 de febrero de 1943 nació el volcán Paricutín y obligó al poblado de San Juan a ser evacuado mientras la lava inundaba más de tres siglos de asentamiento. Otros hubieran decidido —siempre se abre la oportunidad de optar por algo— emigrar y desaparecer en las grandes corrientes de la historia, pero como dice la propaganda del Ayuntamiento de Nuevo Parangaricutiro, este pueblo "se negó a morir".

Hoy prospera entre dos volcanes extintos y en medio de una marea desconcertante de cambio y violencia que inunda los bosques de la meseta purépecha, hogar de otros indios, que parecen condenados.

CLAVES

Los antecedentes de la comunidad purépecha más próspera Nuevo San Juan Parangaricutiro pertenece a la cultura purépecha, propia del oeste de Michoacán. Cuenta con títulos virreinales desde 1715, y vivió en 1943 la erupción del volcán Paricutín, que sepultó el poblado principal; la lava se detuvo a las puertas de la iglesia

En 1944, la población decide trasladarse 30 kilómetros al sureste, y fundar Nuevo San Juan Parangaricutiro. Crece desde entonces la fama del Señor de los Milagros, que hoy atrae 1.5 millones de peregrinos al año

La comunidad cuenta con 18,138.25 hectáreas, bajo los siguientes usos: arbolado bajo cultivo silvícola, 10,464 ha; arbolado de protección a manantiales y áreas de recreación, 578 ha; plantaciones forestales, 1,100 ha; plantaciones agrícolas, 3,162 ha; plantaciones frutícolas, 1,208 ha; con lava volcánica, 1,626 ha

Madera. Los volúmenes de aprovechamiento en la comunidad promedian 80 mil m3 anuales de pino, encino, oyamel y otras hojosas; se obtiene también resina de pino en mil toneladas por año

Aspectos jurídicos: la titulación de bienes comunales se obtuvo en 1991. Son 1,229 comuneros censados

Antecedentes a la organización comunal (que fue a partir de 1980): aprovechamiento irracional del bosque por particulares, sin ninguna inversión al mismo; escasa o nula participación de los comuneros; la comunidad indígena no recibía ingresos por el corte de madera; imperaba el caciquismo de los pequeños propietarios; las actividades principales de los comuneros eran la resinación, el cultivo de maíz para autoconsumo y la confección de artesanías. Se iniciaba el cultivo de frutales

A finales de los años setenta se participó en la creación de la Unión de los ejidos y comunidades de la meseta tarasca, sin resultados satisfactorios. Por medio de esa organización se obtuvo la primera autorización de aprovechamiento forestal en 1979. En 1981 la comunidad indígena inició el aprovechamiento forestal con personal contratado, "pero poco a poco los comuneros se fueron capacitando", lo cual ha dejado esos oficios en sus manos

En 1983 se estableció un primer aserradero, marcando el inicio del proceso organizativo. A partir de 1983 se tienen asambleas mensuales ordinarias y se ha integrado un consejo comunal, compuesto por 80 comuneros, que sesiona mensualmente, revisa los estados de las empresas y toma las decisiones más importantes

Preocupa a dependencia federal erosión de suelos en el bosque de La Primavera

Evelyn Águila Carranza - EL INFORMADOR A pesar de que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) no emitió opinión alguna sobre el proyecto de Geotermia en La Primavera, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), le dio luz verde a este centro de generación de energía eléctrica. Durante el proceso de evaluación, la dependencia federal le pidió a la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Semarnat, información adicional sobre el volumen de tierra que será extraída en el sitio de Cerritos Colorados, dentro del bosque, pero nunca se la hizo llegar. Alberto Elton, director de la Conanp en la región Occidente, aseguró que por no contar con toda la información, es que hasta el momento no han emitido una opinión técnica del proyecto que pretende la perforación de 14 pozos en La Primavera. Prefieren reservarla. “Nosotros le pedimos (información adicional) directamente a la dirección de Impacto y Riesgo Ambiental de la Semarnat, le dijimos que para poder dar una opinión técnica requerimos de elementos extras. Pero no nos han mandado nada. “Les dijimos que nos dieran información sobre el movimiento de suelos y cuando nos las den, nosotros les damos nuestra opinión, entonces no me pueden aplicar la positiva ficta, es decir ‘opinión a favor’, porque les preguntamos y nunca respondieron, nosotros respondimos a la primera”, detalló. El pasado 11 de noviembre, la dirección de Impacto y Riesgo Ambiental de la Semarnat, encabezada por Eduardo González, ex funcionario de la Secretaría estatal de Medio Ambiente (Semades) en Jalisco, dio el permiso para instalar esta central de generación de energía, luego de siete meses de evaluación y sin que ninguna organización civil ni experto opositor solicitara una reunión pública para mostrar su rechazo. Este proyecto operó hace casi 10 años, pero fue suspendido en 1989 debido a los daños ambientales provocados por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), quien tumbó más de 31 mil árboles en La Primavera. Con este permiso, la paraestatal podrá perforar 14 pozos destinados a la generación de energía eléctrica, adicionales a los 12 pozos ya creados por la misma dependencia en los años 80 en el bosque. El funcionario sostuvo que aunque no hayan opinado, existen una serie de condicionantes emitidas por la Semarnat al proyecto de la Comisión Federal de Electricidad que deben cumplir, para iniciar con las obras. “Ya está autorizado, tienen condicionantes, entonces van a tener que cumplirlas y la mayoría son antes de que arranquen”. — ¿Pero para la Conanp es viable el proyecto? — Gran parte del proyecto de geotermia es viable, otra no. — ¿Qué no sería viable? — El movimiento de suelos que van a tener, como están ampliando, van a tener un movimiento de suelos y no se sabe con claridad dónde van a quedar, a dónde los van a echar. Se tiene que cuantificar el volumen de suelo que va a salir y a dónde se va a ir ese suelo. Sobre la contaminación de aguas subterráneas que se provocarían por esta obra, el funcionario sostuvo que no será así y que en el propio documento de Manifestación de Impacto Ambiental se especifica lo que harán con sus aguas. Sin embargo, Alberto Elton insistió en que es preocupante la remoción de suelos, porque se modificará el hábitat donde crece la vegetación. “Es algo muy importante porque lo que van a crear es que van a empezar a depositar suelo de un tipo en otro lado donde hay otro tipo de suelo, entonces ese es un problema de contaminación natural, pero es contaminación. “Lo que pasará es la modificación del hábitat, la vegetación se va a distribuir en un tipo de suelo bajo un tipo de clima, si tu le cambias el tipo de suelo, automáticamente las especies que se distribuyen o prosperan en un tipo de suelo al cambiarlo, van a cambiar las especies, entonces empiezas a modificar el hábitat, empiezas a transformar la vegetación”, subrayó. En la Manifestación de Impacto Ambiental, la CFE señala que en este campo geotérmico se instalará una unidad de generación eléctrica con capacidad total de 25 megawatts, bajo el argumento de solventar la creciente necesidad de energía que demanda la Zona Metropolitana de Guadalajara. Adicionalmente, construirá una línea de transmisión para enviar la energía fuera del bosque, por lo que se deberán eliminar algunas áreas de arbolado dentro del Área Protegida de La Primavera. Incluso, esta sólo sería la primera etapa de construcción, ya que la paraestatal pretende adicionar —en una segunda etapa— infraestructura para generar hasta 75 megawatts de energía. Aunque la paraestatal cuenta con 12 meses para comenzar a operar, todavía falta que se autorice el cambio de uso de suelo. De ser así, la Comisión ya no contaría con ningún impedimento para arrancar. El Bosque La Primavera es considerado como el “pulmón” de la Zona Metropolitana de Guadalajara, al contar con 30 mil 500 hectáreas protegidas. El proyecto: - La superficie requerida es de 15 hectáreas. - Para la generación de energía se perforarán 14 pozos adicionales a los existentes. - Se instalará una línea de conducción eléctrica. - En total, la paraestatal desembolsará poco más de 42 millones de dólares. - Se removerá vegetación en una extensión de tres hectáreas. - La paraestatal cuenta con 12 meses para comenzar a operar. - Se instalará una unidad de generación eléctrica con capacidad de 25 megawatts. Fuente: Manifestación de Impacto Ambiental autorizada por la Semarnat. “Con el movimiento de suelos que van a tener, no se sabe con claridad dónde van a quedar, a dónde los van a echar. Se tiene que cuantificar el volumen de suelo que va a salir y a dónde se va a ir éste” Alberto Elton, director de la Conanp en la región Occidente.