martes, 9 de septiembre de 2008

Un caos por la falta de supervisor escolar en Tuapurie

 

Huicholes se quejan de la SEJ

 

Maestros y comunidad se quejan de abandono y discriminación

 

Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO

 

Las autoridades educativas han dejado a quince escuelas primarias, cinco de preescolar y una inicial de la sierra huichola sin supervisión escolar. Esto ha provocado "gran desorganización" en el ciclo escolar naciente y riesgo de perjudicar a 764 alumnos, denunciaron maestros y autoridades comunales en Nueva Colonia, Mezquitic, perteneciente a la comunidad indígena de Tuapurie (Santa Catarina Cuexcomatitlán).

Además, "la documentación oficial y del programa de desarrollo humano Oportunidades han sido enviados por terceras personas que se encuentran fuera del servicio educativo, con ello constatamos la gran negligencia de los titulares de la Secretaría de Educación y la irresponsabilidad al realizar movimientos de esta índole", señalan en una misiva fechada el pasado 4 de septiembre, a la atención de la directora de Educación Indígena de la SEJ, Judith Rimoldi Rentería.

El documento está firmado por la delegación sindical D-I-317, con sede en Pueblo Nuevo, así como las autoridades agrarias, tradicionales y diversos padres de familia de Tuapurie.

Estas acciones generan riesgo de retrasos o extravíos de documentación; "aunado a ello se envían documentos de nuevos programas para su requisitación [sic] sin previa explicación, orientación de su llenado y su funcionamiento; para la entrega de documentación no brindan la tolerancia necesaria de la Jefatura de Zonas de Supervisión, sabiendo que aún no existe un responsable de zona escolar, anexando un pequeño recado, situación que no le da formalidad y seriedad a la responsabilidad encomendada".

Por si fuera poco, añade, hay un ambiente represivo, "como el despido injustificado de compañeros maestros, según la SEJ, aplicando un profesiograma [sic] [que es] limitante y discriminatorio, utilizado sólo para los indígenas; documento negado para su análisis" a través del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (Ifai).

La educación en la sierra, recuerdan, padece de "infraestructura inadecuada para este fin; no existe el equipamiento de tecnología de punta y sobre todo no se han preocupado en mejorar las condiciones laborales; por el contrario [se] ha reducido el presupuesto, lo han cambiado por discursos políticos, y lo más primordial, los contenidos educativos no concuerdan con la gran diversidad [cultural] indígena".

Pero estas denuncias y planteamientos, que no son nuevos, se han topado con el desdén y la insensibilidad de las autoridades, acusan los huicholes en su carta. Y exigen respuestas prontas "o nos veremos en la necesidad de realizar un paro laboral". Dan cinco días de plazo.

Invierten diez millones de pesos para construir rellenos

 

Ayuquila tendrá dos sistemas

de manejo para residuos

 

Junta ambiental cumplió nueve meses de haber sido creada en la zona

 

Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO

 

La Junta Intermunicipal de Medio Ambiente para el Río Ayuquila (JIRA) ya tiene en proceso la conformación de dos sistemas intermunicipales de manejo de residuos que permitirán resolver de forma gradual el problema de la basura en la demarcación de 356 mil hectáreas enclavada en las regiones Sur, Sierra de Amula y Costa Sur de Jalisco, informó el director del organismo, Arturo Pizano Portillo.

Para el efecto, precisó que ya se han asignado diez millones de pesos y se firmó el acuerdo entre nueve Ayuntamientos de la región para sacar adelante los convenios para la conformación de los sistemas intermunicipales denominados Ayuquila Valles (en Autlán, El Grullo y El Limón) y Ayuquila Llanos, en la región del Llano Grande (Tolimán, Tuxcacuesco y Zapotitlán).

Mientras en el segundo caso ya se tiene definido el sitio, para el vertedero de valles hay todavía un debate sobre su mejor ubicación, debido a que un intento por construirlo en el municipio de El Limón se topó con la oposición de la población de ese municipio en años anteriores.

Este proceso ha sido apoyado con la gestión de recursos ante Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades) "para la inversión en acciones hacia mejorar la gestión de residuos sólidos municipales en el marco del Programa Mejor Límpiale". Y se apoya en la amplia experiencia de esta cuenca en el manejo de problemas de contaminación, pues existen precedentes importantes de separación de desechos en municipios como El Grullo, Ejutla, Tonaya, Autlán y Tolimán (en este último se realiza anualmente una feria ambiental que entre otras cosas, trae el saneamiento de residuos en las riberas del río).

Dos tareas más que se realizarán en el territorio de la JIRA es la realización del proyecto ejecutivo de humedal artificial en El Grullo, que resolverá la contaminación de los drenajes domésticos de esa localidad, así como la atención de la propuesta para el seguimiento a la problemática por descargas de aguas residuales en Tonaya.

Pizano Portillo entregó a este diario una evaluación de las gestiones en el primer semestre del año. El primer informe que emite la junta ambiental como organismo público descentralizado (Público, 6 de diciembre de 2007).

Entre otros logros, destacó la instalación y equipamiento de la oficina del organismo, que ya cuenta con reglamento interno, formatos de procedimientos administrativos definidos, reglamento de adquisiciones de bienes muebles e inmuebles, estudios y proyectos; reglamento de transparencia y acceso a la información pública, entre otros.

La JIRA hizo presentaciones de su experiencia, reconocida internacionalmente, en la localidad de Celestún, Yucatán; en el Foro de Actualización del Programa Hídrico del Estado de Jalisco; ante autoridades municipales de Zapotlán del Rey, Jalisco, e investigadores del Centro Universitario de la Ciénega; también ha inspirado la Iniciativa Intermunicipal de la Costa Sur de Jalisco y se ha presentado ante la Comisión de Medio Ambiente del Congreso del Estado de Jalisco.

 

ABASTECIMIENTO DE AGUA EN LA ZMG

 
La ciudad, de la sed al exceso

 

Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO

 

La escasez de agua reduce la competitividad en un mundo donde se mueven libremente, sin lealtades y siempre en busca de "ventajas comparativas", los bienes, los servicios y las personas, señalan los economistas. Los historiadores van más lejos: sin agua, se derrumban civilizaciones. ¿Pero qué pasa cuando el agua sobra?

La zona metropolitana de Guadalajara ha apostado por lo segundo: la abundancia del recurso, con el proyecto de abastecimiento de la presa Arcediano, en el fondo de las barrancas de los ríos Verde y Santiago, todavía hoy, una de las zonas más contaminadas del país.

¿Y qué oportunidades genera Arcediano? Es una nueva fuente de agua que sustituye temporalmente al lago de Chapala y proveerá de 19 mil litros por segundo a una ciudad que actualmente, con sus 4.1 millones de habitantes, demanda 13 mil (pero consume menos de diez mil lts/seg, según los datos oficiales). Esto significa, en aritmética simple, que la metrópolis puede darse el lujo de crecer en casi dos millones de personas más, siempre que el agua prevista llegue al vaso de los cañones (en una región del país con lluvias más o menos erráticas), y siempre que el sistema tenga la rentabilidad financiera para ser operado de forma óptima. O sea, la volunta es expandirse y competir en condiciones ventajosas para la economía global.

Lo que no queda claro es de qué modo se van a amortiguar los costos ambientales producidos por un conglomerado humano cuyo crecimiento demandará entre cinco mil y nueve mil hectáreas más de suelo para habitar, que aumentará su impacto sobre los valles fértiles y las zonas boscosas de los alrededores, que extraerá cada vez más recursos de cuencas ajenas (la mejor demostración de que no se puede hablar de una "ciudad sustentable") y que requerirá en su desbordamiento carretadas millonarias de dinero en servicios básicos e infraestructura (con las altas dosis de clientelismo político que siempre conlleva).

Porque el proyecto se limita a dos cosas en materia de impacto ambiental, las cuales, ciertamente, son esenciales: el tratamiento de las aguas negras, que promedian diez mil litros por segundo, y que se arrojan a la misma barranca, y el decreto de protección de sus escarpados cañones, corazón de "ese magnifico, grandioso y sañudo Occidente mexicano" (José López Portillo y Weber).

El resultado no tiene que ser catastrófico, pero la experiencia que deja la relación del hombre con su entorno, cuando el agua sobra, no es de lo más alentador.

El escenario más agresivo indica que la ciudad, con tanta agua disponible, continuará su loca expansión hasta ocupar todo el valle de Tesistán –antaño líder nacional en producción maicera- y el de Toluquilla, por el poniente y el sur, mientras al oriente "brinca" la barranca hacia la meseta de Ixtlahuacán del Río –un páramo sin agua donde estuvo asentada Guadalajara hasta la guerra Chichimeca (1541)-, lo cual detonaría con la construcción de la nueva carretera Guadalajara-Zacatecas, proyecto a mediano plazo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) que incluye un nuevo puente, más ancho y más cercano a la ciudad. Esto cristaliza un viejo sueño especulador del que alertaba el urbanista Jorge Camberos Garibi.

En contraste, un escenario casi utópico, es que la ciudad reordena su crecimiento, redensifica sus áreas consolidadas y establece anillos de áreas verdes y la infraestructura necesaria para descentralizar la urbe (las famosas "ciudades-dormitorios", que necesitan un buen sistema ferroviario para ser posibles)

La verdad es que nunca se discutió a fondo qué tipo de ciudad generaría Arcediano. "Quienes vemos la necesidad de cambiar el fenómeno económico de crecimiento hacia el verdadero desarrollo no nos resulta suficiente esa manera de hacer las cosas...", dijo poco después de tomarse la decisión de edificar la presa el hoy consultor ambiental Norberto Álvarez Romo.

Por su parte, el investigador de la UdeG, Arturo Curiel Ballesteros, fue más escéptico. "Vamos analizando la creación de una presa inteligente, pero analicemos costos y en este país no se asumen esos costos...".

A su juicio, "se trata de pensar más en una ciudad que garantice ríos y lagos limpios y no otra que deba obtener el agua a través de subsidios de energía y de procesos tecnológicos caros; que hubiera un informe cada año y dijera: este año consumimos, por decir algo, 140 litros por habitante, nuestra meta será llegar a 115 litros; esto es hacer que la población participe y en vez de usuarios del agua se conviertan en actores sociales...".

Alrededor de 2030, Chapala recupera su puesto como fuente principal de agua de la ZMG. Entonces se sabrá si el camino abierto por Arcediano trajo una ciudad con mayor responsabilidad ambiental, o por el contrario, sigue rodeada de ríos muertos y cuencas exhaustas.

RECURSOS NATURALES

La Primavera, el bosque amenazado

 

Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO

 

¿Cómo sería Guadalajara sin el bosque La Primavera? La pregunta es pertinente ahora que la reserva ecológica más emblemática de la región metropolitana enfrenta una nueva ofensiva de los intereses "desarrollistas", que ha derivado a últimos años en incendios devastadores, en un cercenamiento del polígono protegido desde 1980, y en cambios de uso de suelo descontrolados –o más bien, controlados con una lógica restringida a lo comercial-, sobre todo en la zona de bosque que quedó fuera del área decretada.

Precisamente hoy, cuando estas montañas de más de 35 mil hectáreas (30,500 ha protegidas en marzo de 1980) -que fueron olvidadas durante dos decenios- vuelven a posicionarse comercialmente por su alto potencial inmobiliario, recreativo o de generación de energía (geotermia), y cuando la infraestructura regional invade sus linderos y parece condenar al bosque a un aislamiento biogeográfico, los amplios estudios que han documentado su riqueza recuperan su oportunidad, como posible evidencia de que se está haciendo mal el análisis costo-beneficio de una política que alude a "lo verde" como retórica, pero como bien lo señala el investigador Arturo Curiel, en la práctica sólo hace valer las prioridades de la economía.

Si no existiera La Primavera, en Guadalajara habría considerablemente menos agua, un par de grados más en la temperatura promedio anual, y más contaminación atmosférica (el bosque funciona una parte del año como purificador de las corrientes de aire de la ciudad); la erosión se habría comido buena parte de los valles contiguos y la pobreza en formas de vida restaría posibilidades de usos tradicionales de especies vegetales y animales para problemas cotidianos.

El proceso de desertización y desertificación (que los expertos distinguen por sus causas: el avance natural de los desiertos y el avance de los desiertos propiciado por actividades humanas, respectivamente) habría avanzado hasta el borde de la barranca. La Perla de Occidente se ubicaría en un páramo similar a Aguascalientes o Torreón. ¿Esa es la ciudad anhelada?

Los estudios oficiales confirman este gran valor de La Primavera. Primero, como captadora de agua. Según el diagnóstico del programa oficial de manejo (Semarnat, diciembre de 2000), el bosque recarga en su subsuelo cada año 240 millones de metros cúbicos, agua suficiente para abastecer una población de cuatro millones 400 mil personas con una cuota de 150 litros al día.

La sierra alberga más de mil especies de flora, "entre las que se ubican once especies de encinos, cinco de pino y una gran diversidad de orquídeas [80 por ciento de las especies reportadas para Jalisco]". Hay que agregar 200 especies de vertebrados, incluidos mamíferos como el puma [Felis concolor], los murciélagos o el venado cola blanca [Odocoileus virginianus]; reptiles, peces, aves, todas esenciales para el equilibrio del sistema de vida sobre el que se sustenta el hombre. Si uno ensaya calcular la diversidad biológica por kilómetro cuadrado, la densidad de especies es mayor aquí que en Manantlán (casi del doble).

El área, añade el documento, "evita la erosión y controla la sedimentación […] regula la composición química de la atmósfera, mediante la captura de carbono y la fijación de nutrientes, así como del clima en la región, al funcionar como amortiguador y catalizador de las fluctuaciones provocadas por el área urbana adyacente…".

La milenaria caldera volcánica también tiene una diversidad geológica bien estudiada; es "hábitat crítico para especies […] reservorio genético y corredor biológico entre los sistemas naturales"; al "favorecer la continuidad de los procesos evolutivos", conmstituye "un laboratorio vivo". Sus paisajes y sus aguas brindan ocasión para la recreación a miles de tapatíos que huyen de su ciudad desbordada y loca.

¿Estas evidencias científicas han servido? La Primavera tiene desde 1995 una gestión local financiada por el gobierno de Jalisco, y en 2000 se publicó su instrumento de manejo, pero padece de una crónica escasez de dinero, reconoce su director, José Luis Gámez (este año recibe 7.5 millones de pesos, pero necesita al menos 18 millones). En fechas tan cercanas como abril de 2005 sufrió un incendio devastador, sobre más de once mil hectáreas. Dicho siniestro tuvo causas humanas, pero jamás se detuvo al responsable del delito. Los daños más severos no han sido restaurados.

La Primavera también ha visto reducida la superficie protegida, pues el gobierno federal perdió el pasado mes de junio ante el ejido Santa Ana Tepetitlán un juicio de amparo que le obliga a retirar la protección de 552 hectáreas, justo en la zona que colinda con la ciudad. Por si fuera poco, en sus cerca de cinco mil ha no protegidas, pero que forman parte de sus comunidades bióticas (excluidas del decreto por gestiones de poderosos desarrolladores inmobiliarios), la agresiva apertura de fraccionamientos (el caso más reciente es Bugambilias) representa una reducción real de la cobertura forestal.

Y hay incluso una degradación hormiga: fincas que brotan como de la nada en algún rincón del bosque, cercas que obstruyen los corredores de fauna, visita descontrolada que daña flora y fauna, basura, cacería furtiva, actividades clandestinas.

La Primavera es la joya ecológica de la región metropolitana de Guadalajara, pero contradictoriamente, el desdén, la ignorancia y el afán de negocios de los tapatíos están haciendo imposible que en el largo plazo sus ecosistemas sobrevivan.