domingo, 2 de marzo de 2008
Culpan al río de males
Jesús Martínez - MURAL
Además de las molestias por malos olores y zancudos, los habitantes que viven a las orillas de Río Santiago padecen de diversas enfermedades que, según algunos estudios epidemiológicos de médicos del IMSS, se derivan de la contaminación.
Una encuesta de MURAL aplicada a los habitantes de El Salto y Juanacatlán arrojó que el 45 por ciento de los entrevistados sufre de manera muy frecuente dolores de cabeza y un 40 por ciento de tos.
Otras enfermedades que también padece al menos la tercera parte de los adultos son malestares estomacales, infecciones en los ojos, fluido nasal constante y náuseas.
Casi la totalidad de los entrevistados, a excepción del uno por ciento, considera que el Río Santiago está muy contaminado y desean que el Gobierno federal intervenga para solucionarlo.
La mayoría de entrevistados, el 71 por ciento, percibe que al Gobierno del Estado le importa poco o nada resolver el problema de la contaminación; tampoco perciben mucho interés en las autoridades de ambos Municipios.
La atención que hasta ahora ha brindado el Gobernador Emilio González Márquez para resolver el problema es reprobatoria y le asignan un 4.3.
La calificación más alta por la atención al problema de la contaminación es otorgada a los mismos habitantes de ambos Municipios al obtener 6 en promedio, seguido de los grupos ambientalistas con 5.8.
A pesar de saber que el Río Santiago está muy o algo contaminado y de aceptar que no es un buen lugar para vivir, el 72 por ciento admitió que sí le gusta vivir ahí.
El problema de contaminación del Río Santiago tiene aproximadamente 35 años, cuando industrias de la región empezaron a desechar en mayor volumen contaminantes al río; la misma cantidad de años es la que tienen los entrevistados en promedio viviendo en ese lugar.
De acuerdo a la encuesta, el 89 por ciento de los entrevistados atribuye la muerte del niño Miguel Ángel López a que tragó agua del río y estarían de acuerdo con que a los municipios de El Salto y Juanacatlán los declararan como zona de emergencia ambiental y zona de acción extraordinaria en materia de salubridad general.
Buscan retener pelícanos
Sergio Hernández - MURAL
El Ayuntamiento de Chapala quiere atraer las parvadas de pelícanos borregones que llegan al lago durante la temporada invernal, para convertirlos en un atractivo turístico adicional.
Por ello, desde hace tres meses, empleados de la dirección de Servicios Públicos Municipales se dan a la tarea de alimentarlos con vísceras y esqueletos de pescado, que son los sobrantes no comercializados por los lugareños.
Las aves tienen como nombre científico Pelecanus erythrorhynchos, y llegan provenientes del norte de Estados Unidos, Canadá y Groenlandia.
Pero cuando arriban, prefieren ubicarse en una zona del embalse alejada de la cabecera municipal de Chapala, esto es, en la orilla opuesta, cerca de Petatán, y Cojumatlán, en territorio de Michoacán, donde también los pescadores les dan las sobras de su producto.
La actual Administración municipal de Chapala quiere atraer los pelícanos borregones a la zona del malecón, por lo que diario, entre las 13:30 y las 15:00 horas, los animales son agasajados con entre 17 y 25 cubetas de restos de pescado.
"Lo que pasa es que se busca tenerlos cerca para el turismo", comentó Bernardo Muñiz García, uno de los empleados del Ayuntamiento, mientras aventaba el alimento a los pelícanos, los cuales atrapaban al vuelo el producto con sus enormes picos.
Debido a que la gente se acerca demasiado a la orilla del lago para apreciar los pelícanos, siempre hay un policía turístico que invita a los curiosos, niños y adultos, a retirarse un poco para evitar que la parvada se asuste.
"Los niños los apedrean también y pues se asustan, y también a veces se meten perros que los corretean", dijo Jesús Amézquita García, otro empleado municipal.
Una cantidad indeterminada de pelícanos llegan cada año al Lago de Chapala durante el otoño, a fines de octubre, y regularmente inician su regreso a finales de marzo.
Para juntar el alimento de las aves, los empleados del Ayuntamiento recorren Chapala durante 4 ó 5 horas acumulando las cubetas de pescado que finalmente avientan al agua en la orilla del lago, ubicada en la zona poniente del malecón, recién remodelada.
"Cuando empezamos había como 18 ó 19 pelícanos nada mas y luego poco a poco fueron aumentando", agregó Jesús.
Al menos ayer, la parvada de pelícanos era cercana a las 200 aves, además de un grupo de pequeñas garzas que aprovechan la bondad alimenticia del Ayuntamiento, situación de la que también se benefician algunos patos prietos.
Un fumador promueve en Jalisco ley antitabaco
La iniciativa para crear más espacios libres de humo creó polémica. Su promotor en Jalisco (que fuma) pide entender que el interés es proteger a la gran mayoría de la población (que no fuma).
Maricarmen Rello - PÚBLICO
La polémica que se avivó con la aprobación de la llamada “ley antitabaco” en el Senado de la República y en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal no amilana al impulsor de una iniciativa semejante en Jalisco. El diputado panista José Luis Treviño confía en que existe la “conciencia” suficiente de la sociedad para apoyar una legislación “sobre todo preventiva”. Él mismo es un ejemplo. Se reconoce como “fumador social”, lo que no obsta para defender espacios cerrados libres de humo.
¿Qué escenario prevé a partir de lo que sucedió con la ley antitabaco en el Senado y el DF?
Es un tema polémico, en el cual 20 por ciento de la población, que es fumadora, obviamente acude a defender los derechos que contempla el primer artículo de la Constitución, pues se dicen discriminados.
¿La ley los discrimina?
La realidad es que se trata de una ley que protege a la mayoría, que busca el bien común y que no limita su derecho que tienen a fumar. Lo pueden hacer fuera de los espacios cerrados. Es una ley que protege a los no fumadores porque el humo, producto del consumo del tabaco, genera en quienes obligadamente lo aspiran en los espacios cerrados tos, asma bronquial, enfisema pulmonar, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y, por supuesto, cáncer. La atención de estos padecimientos genera gastos extraordinarios al sistema de salud que cada vez son más altos. El cobro del impuesto que se da por la venta del tabaco, lo que paga la industria tabacalera, no resarce al Estado esos gastos. El argumento principal es que los derechos del fumador llegan hasta donde empiezan los derechos del no fumador.
Sin embargo, no se ha entendido así…
La idea no es polarizar a la población ni enfrentar a los fumadores con los no fumadores, sino avanzar en el entendimiento de lo que queremos: una medida preventiva de salud, junto a otras, como limitar el acceso de los menores de edad al tabaco. En Jalisco, el promedio en que empiezan a fumar es a los doce años, por ello es prohibir y castigar la venta de cigarrillos a menores, prohibir su venta en las escuelas, prohibir el consumo en todos los espacios cerrados, públicos y privados, de tal manera que Jalisco implemente medidas para homologar el Reglamento de la Ley Estatal de Salud a la ley federal.
¿En qué punto está esta iniciativa en Jalisco?
Está en la Comisión [de Salud], en proceso de dictaminación; le tocó el turno a Juan Carlos Márquez Rosas, a quien hemos pedido no sacar el dictamen hasta no realizar un foro de consulta con los actores involucrados, que pretendemos convocar este mes.
Los restauranteros se manifiestan en contra…
Los líderes de la industria restaurantera nos dieron verbalmente su opinión y les hemos pedido que la hagan llegar por escrito, sin respuesta hasta ahora. También los vamos a convocar al foro de consulta.
¿Cuál es la principal oposición que les manifestaron?
Básicamente que ellos no tienen por qué llamar a un policía para que saque a un cliente por fumar.
¿Les representa pérdidas la restricción?
Así lo piensan, aunque la experiencia internacional, en países como Francia e Italia, es que, una vez implementada, la ley no disminuye la clientela… El otro problema es que 80 por ciento de los giros son locales pequeños, cenadurías, fondas, pequeños restaurantes de menos de cien metros cuadrados, donde no habría espacio para poner una barrera física o implementar extractores e ionizadores para limpiar el aire, un gasto que no está a su alcance.
¿Qué se prevé en este caso?
Les hemos comentado que podríamos elaborar un convenio, independientemente de otorgar mayor plazo de hasta seis meses para adecuar la infraestructura [la ley prevé originalmente 90 días] y poder llegar a un convenio con la Secretaría de Economía, a través del Fondo Nacional de Empresas en Solidaridad [Fonaes], para el otorgamiento de créditos blandos para hacer las adecuaciones, sobre todo a locales grandes…
Cierto, el cliente pasa menor tiempo en una fonda o cenaduría. El problema se da con los grandes restaurantes, bares y los llamados antros, donde se da por un hecho natural que se fume, e incluso que el lugar esté lleno de humo de cigarrillo.
¿Se prevén multas tanto para clientes y propietarios?
Así es, en diferente medida, por supuesto. Los líderes de la industria restaurantera no quisieran que las multas fueran tan altas como las que se aprobaron en el Senado o el DF. En ese sentido, la reglamentación que nosotros proponemos conlleva una multa de 30 a cien salarios mínimos y cárcel de hasta de 36 horas en caso de reincidencia o en caso de violentar el proceso contra un policía municipal… También les preocupa que un enemigo se disfrace de cliente en busca de fumar para hacerles daño. Son cosas que tenemos que ir viendo para no afectar intereses de la industria restaurantera y hacer una ley a la medida de Jalisco, que se pueda aterrizar, sea viable y aceptada por todos los actores, incluidos los fumadores.
¿No es una quimera?
Si esto no se hubiera hecho antes, yo estaría de acuerdo con usted. Creo que la madurez de los jaliscienses es suficiente para entender que si 80 por ciento de la población no fuma, tenemos que avanzar para proteger la salud de todos.
¿Usted no fuma?
Sí… soy fumador social… Tengo tres días sin fumar, intento dejarlo
El Santiago, una muerte y cuatro versiones
Vanesa Robles - PÚBLICO
Un río envenenado, un niño pobre muerto, cuatro versiones del poder para explicar el deceso, un hombre rico dispuesto a tomar agua de caño, una evidencia clave “perdida”: un caso que se le antojaría a cualquier detective de ficción. Pero el caso es real. Sucedió aquí, en esta ciudad amable, en apenas un mes y una semana. Y para el gobierno de Jalisco es un caso cerrado.
Las descargas industriales y de aguas negras aquejan al torrente. | |
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Huele a podrido
El río huele a podrido y se llama Santiago. Los vecinos se quejan de que el aroma a huevo pútrido —ácido sulfhídrico— los marea al grado de la ceguera. Para el gobierno, nomás huele a heces (caca, mierda, excremento): “Todos los metales están dentro de la norma” en el caudal de aguas negras… Dentro de la norma; la norma es la norma… aunque sea la que se aplica a los torrentes de aguas negras.
El niño se llamó Miguel Ángel López Rocha, tenía ocho años, habitaba una casa diminuta con sus tres hermanos y sus padres, una casita de cuento —28 metros cuadrados, menos la cochera vacía para un auto—, de las que siguen construyéndose a unos pasos del torrente, en un sitio que se llamaba La Azucena, donde había humedales y se cultivaban sandías, hasta que el agua se envenenó, 30 años atrás. Hace menos de un lustro llegó una constructora, HIR, desecó los humedales y sembró doce mil casas —son más caras que las sandías— y bautizó el sitio con el nombre de Bonito Jalisco. El Ayuntamiento de El Salto le dio permiso “todo es legal” y hiede a muerte. Bonito Jalisco huele feo.
Es 25 de enero de 2008. Miguel Ángel juega cerca del río, igual que todos los días. No hay parques por su casa y el niño es inquieto —el ácido sulfhídrico los pone locos, advierte la ciencia—. En ese momento, una vecina discute con su hija y busca un respiro, a la orilla del Santiago. Ahí, Aurora Rodríguez ve caer a Miguel Ángel al agua. Nadie se asusta: “Todo está dentro de la norma”. El niño sale, se estila y juega.
En La Azucena o Bonito Jalisco hay doce mil casas, todas vecinas del maloliente río Santiago. | |
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Por la noche, Miguel Ángel empieza a morir con una diarrea blanca, acuosa. El siguiente día sus padres lo llevan a la Cruz Verde y de ahí al Hospital General de Occidente (HGO). En el sanatorio público, Miguel Ángel dice que cayó al río. Convulsiona, alucina, cae en coma. Jamás despierta.
Esto huele a metales pesados, sospechan los médicos. El 29 de enero la jefa de Pediatría, Teresa Martínez, anota en un documento del expediente de Miguel Ángel: “Deshidratación, diarrea y crisis convulsivas + intoxicación por metales pesados”. Tres días después, el 1 de febrero, cuando ese informe permanece oculto, el director del HGO, Enrique Rábago, declara: es muy probable que el pequeño esté intoxicado por derivados del opio: segunda versión oficial, segunda. La primera la da unas horas antes el secretario de Salud de Jalisco, Alfonso Gutiérrez Carranza: el niño se cayó y se golpeó la cabeza. ¿Cuál río? ¿Cuál contaminación?
Tercera versión oficial: los exámenes de orina los realizó una prestigiosa toxicóloga, Luz María Cueto, a solicitud de las autoridades sanitarias de Jalisco. Encontró entre cuatro y diez veces más arsénico de lo normal. El 7 de febrero, en una conferencia de prensa junto con la especialista, las autoridades de salud admiten que el arsénico juega con la vida de Miguel Ángel. A los padres del Miguel Ángel, María del Carmen Rocha y Raúl Luna, se les prohíbe el uso del teléfono celular en el hospital y la constructora HIR despide a la tía del niño, María del Refugio Rocha, que limpiaba las casas recién terminadas de Bonito Jalisco.
Miguel Ángel murió la tarde del 13 de febrero.
La muerte ronda al río. Miguel Ángel, de ocho años, falleció el 13 de febrero, días después de caer al agua. | |
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El parte médico del hospital público indica que Miguel Ángel murió a causa de una infección generalizada, segundaria a una intoxicación por “agente químico”. Los partes médicos son de pocas palabras.
El gobernador Emilio González Márquez manda condolencias de lejos. Admite que el río Santiago está muy contaminado y se le ocurre: habría que entubarlo. Versión oficial: el río Santiago está contaminado, apesta.
Verde y café, y espumoso. el gobernador lo olió en agosto pasado y declaró: "no se puede vivir así"
Los habitantes de El Salto que han vivido más de 40 años recuerdan la escena. Una mañana de los años 70 el río Santiago se pintó de colores, como una alucinación psicodélica; al rato, cientos de peces —los más exagerados afirman que eran miles— aparecieron muertos en las aguas superficiales. Nadie le dio importancia. Incluso, muchos se pusieron contentos: ya no tenían que molestarse en pescar. Y no: los peces se acabaron para siempre. En cambio, el corredor industrial de la cuenca, el que todos confundieron con progreso, marchaba viento en popa.
La molestia ciudadana mereció esta reacción oficial: entubarán el río | |
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En los años ochenta y noventa, la Comisión Nacional del Agua documenta la presencia de metales pesados en el torrente: mercurio, plomo, arsénico, níquel; también hay cianuros. En 2000, el estudio de Juan Gallardo, un científico del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño de Jalisco (Ciatej), reitera la existencia de metales pesados en el lodo del río y gases en el aire de El Salto y Juanacatlán. En 2005 la Universidad de Guadalajara alerta: metales pesados en el río. En 2006, la Comisión Estatal del Agua, del gobierno del estado, comprueba: hay metales pesados en el río.
En 2008, el 20 de febrero, un empresario promete: está dispuesto a tomar agua del Santiago; es más, se mete a bañar al río para demostrar que el agua es buena. El de la boca es Javier Gutiérrez Treviño, coordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco. Versión sin validez: al final, no se anima.
Por esos días: Emilio González, el gobernador, se reúne con algunos pares de Javier y representantes de varios medios de comunicación. Les dice, en versión extraoficial, que en la necropsia del cuerpo de Miguel Ángel se encontraron “sorpresas”, un eufemismo de abuso sexual y golpes.
-El Santiago viene desde chapala a la ciudad por el salto y Juanacatlán | |
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Unos días después, el 25 de febrero, en versión oficial: el colaborador más cercano de Emilio, el secretario de Gobierno Fernando Guzmán, dice, en resumen, que no sabe de dónde salió el rumor del abuso sexual y los golpes. Dice: los rumores no son buenos; hay que esperar la necropsia.
Y la necropsia se hace pública 48 horas después. Y la cuarta versión oficial afirma: no hay arsénico en el cadáver de Miguel Ángel. La diarrea, los moretes y todo el cuadro clínico tan similar al envenenamiento por arsénico era en realidad un cuadro clínico de intoxicación por heces fecales (caca, mierda, excremento). ¿Y la primera versión oficial, la de los golpes? No hay. ¿Y la segunda, que hablaba de enervantes? No hay. ¿Y la extraoficial, la del maltrato? No hay. ¿Y la tercera, del arsénico? ¿Las pruebas de laboratorio prestigioso que avaló la Secretaría de Salud? “Se perdieron?”, se encoge de hombros el director del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, Claudio Lemus Fortoul, como si hablara del extravío de un lápiz usado.
El agua lleva níquel, plomo, arsénico y cianuros. La cea lo supo en 1992 | |
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La versión oficial de los promotores de vivienda de la constructora HIR, la tarde del viernes.
—Bonito Jalisco. ¿En qué podemos servirle?
—¿Tiene casas?
—Tenemos de dos plantas, con dos recámaras, a 306,125 y 328 mil pesos. Usted debe ganar por lo menos 8,500 pesos mensuales y no aparecer en el buró de crédito. Va a haber unas más económicas a finales de este año.
—Pero no están cerca del río, ¿o sí?
—Sí, pero no se apure: no hay problema. El río está en la norma y lo van a entubar: el gobierno acaba de decir…
A los ojos del gobierno estatal, y de los vecinos, el río se muere |
Somos los ciudadanos quienes debemos resolver el problema de contaminación: Víctor Rodríguez
Viridiana Saavedra- La Jornada Jalisco
El problema de la contaminación no lo van a solucionar los gobernantes ni los partidos políticos, sin importar el color y la ideología, pues es ocasionado por nosotros como ciudadanos, y somos nosotros quienes lo debemos resolver, aseguró el fotógrafo y activista social Víctor Rodríguez.
En la Zona Metropolitana de Guadalajara “el problema fundamental es que estamos produciendo basura degeneradamente” a causa de una moda llamada consumismo, afirma el autor de la exposición Recicle Sessions patrocinada por el ITESO y por la empresa recolectora de basura Caabsa Eagle.
Las personas en general piensan que consumir más los hará felices, pero “no nos hemos dado cuenta de que nos estamos enfermando nosotros mismos” al comprar productos empaquetados que producen cantidades enormes de basura.
Víctor Rodríguez señaló que en lo único que nos pueden ayudar las autoridades, mismas que no se comprometen a resolver el problema, es por medio de leyes que obliguen a los ciudadanos a separar los desechos orgánicos de los inorgánicos, pues en realidad “la basura es la mezcla de desechos”.
Por su parte, Marcos Lozano, miembro del Colectivo Ecologista de Jalisco, en una postura similar a la de Rodríguez, aseguró que “somos nosotros los que producimos la basura y los responsables de lo que pase con ella”, por lo que necesitamos contribuir en su separación, así como en el reciclaje, para poder tener aire de mejor calidad.
“Si este problema no lo empezamos a trabajar, las siguientes generaciones lo van a lamentar”, apuntó Lozano, al asegurar que los problemas de contaminación no sólo afectan a los seres humanos, sino a todos los organismos vivos que habitan el planeta.
El ambientalista considera importante que se cree conciencia entre los ciudadanos, quienes por comodidad no separan la basura ni le dan uso a las botellas de vidrio o a las bolsas de plástico, que son los ejemplos más comunes, y simplemente las depositan en el bote de basura, sin importar que terminen mezclándose con alimentos putrefactos.
“Para exigirle al gobierno necesitamos cambiar nosotros”, afirmó Lozano, al referirse a los comentarios de los ciudadanos, quienes por comodidad prefieren culpar a los encargados de recoger la basura, en lugar de buscar estrategias que eviten generar tantos residuos.
En el tema de los productos biodegradables, el activista aseguró que a pesar de que muchos detergentes y productos de plástico, metal o vidrio aseguran su destrucción en determinada cantidad de años –o siglos–, esto nunca llega a pasar, pues aunque no podamos ver “la bolsa o el envase” después de un tiempo, millones de partículas se desprenden de ella generando contaminación.
Para concluir, ambos coincidieron en la necesidad de involucrar a la sociedad en un mal “que, de seguir así, será lamentado por las futuras generaciones”.
Planean tratamiento residual del Río Atemajac
Gilberto Franco – EL INFORMADOR
Con el objetivo de contribuir al saneamiento del Río Santiago, los ayuntamientos de Guadalajara y Zapopan, por acuerdo de
El alcalde de Guadalajara, Alfonso Petersen Farah, explicó que este cauce tiene la oportunidad de ser limpiado, ya que aún conserva diversos tramos en los que corre al aire libre hasta llegar a
“Este río tiene la ventaja de que todavía corre por la superficie, particularmente en torno a avenida Patria, precisamente donde están Los Colomos.
Posteriormente, llega a la avenida Federalismo a través de un canal, y después hasta la barranca mediante un río abierto”, precisó el primer edil.
Para garantizar la potabilidad del cauce, Petersen Farah indicó que el proyecto de saneamiento contempla la colocación de plantas de tratamiento en diversos puntos del río que permitan limpiar el líquido.
“Lo que nosotros queremos es generar una alternativa que nos permita darle solución a la contaminación del río. Estamos esperando los resultados del estudio que hasta el momento van caminando de manera satisfactoria”, dijo el edil.
El estudio de factibilidad elaborado por la empresa alemana Tecmed, tendrán un costo aproximado de dos millones de pesos, mismos que serán pagados de forma igualitaria por los municipios de Guadalajara y Zapopan.
“El primer tramo que está propuesto, es el que corre por avenida Patria, entre el municipio de Zapopan y Guadalajara hasta la presa de Zoquipan”.
El mandatario tapatío estimó que el documento que avale la intervención y el saneamiento del cauce quedará listo a mediados del presente año, y reflejará el impacto económico que cada Ayuntamiento erogará para consolidar el proyecto.