martes, 27 de enero de 2009

Cesan a juez civil por despojo de Las Joyas

El Consejo de la Judicatura encontró graves anomalías en el juicio de prescripción que otorgó el predio a particulares; la UdeG se congratula; acelerará amparo para echar abajo sentencia en segunda instancia
Investigadores en la estación científica Las Joyas de la UdeG. Desde ayer, la zona es resguardada por patrullas para prevenir cualquier incidente.
Investigadores en la estación científica Las Joyas de la UdeG. Desde ayer, la zona es resguardada por patrullas para prevenir cualquier incidente. Foto: Marco A. Vargas

Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO

El Consejo de la Judicatura del Estado de Jalisco determinó cesar el pasado 23 de enero al juez segundo de lo civil de Autlán de Navarro, José Guadalupe Lomelí González, al demostrarse las anomalías en que incurrió en el juicio de usucapión (prescripción positiva) 749/2006, que tuvo por efecto despojar, en primera instancia, del predio Las Joyas al gobierno de Jalisco y a la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Tal determinación fue dada a conocer ayer por el consejero Enrique Villanueva Gómez, quien fue entrevistado luego de anunciar su desvinculación temporal del órgano regulador del Poder Judicial de Jalisco, pues contenderá por la candidatura priista a la alcaldía de Zapopan.

En el asunto de Las Joyas, el funcionario refirió que todo derivó de una queja interpuesta por un representante de la UdeG, lo que motivó a citar al juzgador a comparecer ante sus superiores, y de ahí se acordó la remoción de su cargo, pues se encontraron graves anomalías en el proceso.

Las más notables: que una muerta notificara al demandado, que la personalidad de éste fuera dudosa, así como la de un testigo; que jamás se emplazara al propietario "público y notorio", el gobierno estatal, ni al posesionario, la UdeG, que mantiene en operación desde hace casi 25 años el laboratorio científico de Las Joyas, corazón de la reserva de la biosfera Sierra de Manantlán. Lo peor: que el sustento fuera una escritura cancelada desde 1988 (Público, 23 de enero de 2009).

"Él indebidamente otorgó la posesión a través de un juicio de prescripción positiva […] la resolución no fue atinada, no se apegó a la legalidad", añadió escuetamente el consejero.

Por su parte, el rector del Centro Universitario de la Costa Sur de la UdeG, Enrique Solórzano Carrillo, mostró beneplácito con la rápida acción de la judicatura.

"Sabemos que en la semana anterior se le pidió al juez comparecer y llevar los expedientes correspondientes. Esta semana nos enteramos que fue separado del cargo, y esto nos confirma las anomalías que detectamos, entre las que sobresalía que una persona fallecida fuera actor clave en el proceso cinco años después de muerta, así como el cambio de género de un testigo y no notificar a las partes", explicó en entrevista telefónica.

Solórzano Carrillo destacó que independientemente de ese resultado, se debe seguir la impugnación legal hasta echar abajo la sentencia irregular, por lo cual se está trabajando aceleradamente en el amparo que se promoverá con el gobierno del estado para la plena restitución de las propiedades, que además de unas 900 hectáreas del predio público, incluye alrededor de 1,300 hectáreas de la pequeña propiedad Ex Hacienda de Ahuacapán y 400 del ejido Ahuacapán.

"Una vez que nos enteramos tenemos quince días hábiles para hacerlo, y se nos notificó en el Consejo General Universitario; estamos en tiempo de promover amparo para la nulidad; una cosa es que lo remuevan al juez y otra es que la sentencia no cause hecho, por eso sigue necesitándose el amparo". Por ello, se busca también a los otros propietarios legítimos afectados.

En su opinión, las muy evidentes omisiones del juez "ponen en riesgo la frágil convivencia que hay en el ejido", y desatan "la codicia de promotores en usar la riqueza biológica de esa zona", que es de las más altas de todo el centro-occidente mexicano.

Por ello, consideró necesario permanecer atentos a la actuación de otros responsables, como el juez que admitió la demanda en 2006, Luis Martín Chan Aviña; del propio secretario del juzgado, cuya labor por lo general orienta al juez en turno, y "revisar el caso del abogado que promovió el procedimiento, pues es claro que generó los movimientos fraudulentos". Ayer, ya estaban en Las Joyas tres patrullas de la Dirección Estatal de Seguridad Pública, con seis elementos, para reguardar la zona de cualquier eventual incidente.

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CLAVES

Perlas de un proceso

El juicio de usucapión 749/2006, fue admitido por el juez Luis Martín Chan Aviña y sentenciado por el juez José Guadalupe Lomelí González; entregó a una veintena de propietarios casi todo el predio de Las Joyas (unas 900 hectáreas de las 1,245 totales), así como otras 400 ha de propiedad social (ejido Ahuacapán) y 1,300 ha de privada (ex Hacienda de Ahuacapán)

El supuesto demandado aparece como José Félix Barbarín, pero en el documento fundatorio de la acción se llama "José Félix Morales Barbarín y condueños"

El demandado fue notificado en el domicilio que ocupan dos de los actores de la demanda (rivales), Aurelio López Garibay y Esthela Montaño Panduro, esto es: Aldama número 9, de la localidad de Ahuacapán, en Autlán, un día no precisado del mes de enero de 2007, a las 17:00 horas

El presunto demandado fue supuestamente notificado por la señora Silveria Panduro Aldaco, quien falleció el 6 de noviembre de 2001, seis años y dos meses antes del emplazamiento que ella realizó

La escritura presentada como fundatoria del proceso fue declarada nula, en otro juicio civil ordinario radicado en el Juzgado de Primera Instancia de Ameca, que se ventiló bajo expediente 476/88, promovido por Carlos y José de la Torre Valencia, en contra de los señores Rodolfo Longinos Vázquez y María de la Luz Barreto, en la que se ordenó la cancelación de la inscripción de la escritura pública que es el origen del fundatorio presentada por los actores.

Guadalajara/Agustín del Castillo

G-Bosque pide replantear política forestal en México

Los ajustes son necesarios para cubrir las deficiencias de Pro Árbol, señalan trece ONG; piden reducir "reforestación de relumbrón" y ampliar programas para una agricultura sostenible
Acciones de reforestación. Grupos ciudadanos abogan por un manejo sustentable y comunitario de los bosques.
Acciones de reforestación. Grupos ciudadanos abogan por un manejo sustentable y comunitario de los bosques. Foto: Felipe Salgado
Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO

El Grupo Bosque (G-Bosque), integrado por trece organizaciones de la sociedad civil que trabajan en México, pidió ayer al gobierno de la república la modificación de la política forestal, tras las revelaciones públicas de las deficiencias del programa Pro Árbol que opera la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

"Mucho se ha dicho ya sobre los recursos que gasta Proárbol por el simple cumplimiento anual de metas administrativas de siembra de arbolitos y logro de récords que sólo producen relumbrón pero poco contribuyen a la conservación y restauración de los ecosistemas forestales. Esos esfuerzos, además, no contribuyen a reducir el déficit comercial forestal nacional que en 2008 alcanzó 5,288 millones de dólares, y menos aún al bienestar de las comunidades que habitan en las zonas forestales", señala el texto.

G-Bosque está formada por trece ONG: Grupo de Estudios Ambientales (GEA), Estudios Rurales y Asesoría (ERA), Grupo Interdisciplinario de Tecnología Rural Apropiada (GIRA), Grupo Autónomo de Investigación Ambiental (GAIA), Unión de Comunidades de Productores Zapoteco-Chinanteco (Uzachi), Pronatura Sur; Unión Nacional de Organizaciones de Forestería Comunal (Unofoc); Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales (Red Mocaf); Unión Nacional de Productores de Chicle; Red Mexicana de Esfuerzos contra la Desertificación y Degradación de los Recursos Naturales (Riod-Mex); Red de Desarrollo Sostenible de México (RDS); Greenpeace México y Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS).

Este complejo de organizaciones "ha hecho público desde 2005 que la solución a la deforestación, la pobreza de las comunidades en regiones forestales y la crisis de la economía del sector forestal nacional sólo será posible en la medida en que la política forestal tenga como prioridad el desarrollo forestal sustentable, el manejo comunitario de los bosques, el fortalecimiento de la economía local, la reconversión tecnológica y la mejora en las condiciones de competitividad económica del sector".

Sobre ese asunto, el coordinador general de Conservación y Restauración de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), Vicente Arriaga Martínez, aseguró a Público que tales condiciones ya las cumple Pro Árbol.

"Creo que eso matices ya lo tenemos, se cree que el Pro Árbol es un programa de reforestación y no es cierto; es también un programa de aprovechamiento forestal, de desarrollo forestal comunitario, de conservación; tenemos ya mas de un millón de hectáreas bajo esquema de pago por servicios ambientales: le pagas a una comunidad o a un particular propietario de un bosque para que lo mantenga en pie…".

Pero G-Bosque subraya que es insuficiente. "Varios cientos de comunidades y ejidos han avanzado en la ordenación y manejo planificado de más de seis millones de hectáreas de bosques y selvas demostrando con ello que es compatible la conservación de los recursos y el desarrollo local. Sin embargo […] aún quedan más de 50 millones de hectáreas que no han sido incorporadas a ningún esquema de manejo ni planificación por lo que están expuestas a los incendios, a la tala ilegal y al cambio de uso de suelo".

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CLAVES

Lo que piden las asociaciones

El Pro Árbol, consideran las asociaciones agrupadas en G-Bosques, se ha desvirtuado en busca de cifras espectaculares, lo que llevó a meter especies no arbóreas en la reforestación sin avisarlo a la opinión pública, por más buenas razones que hubiera en ello (Público, 28 de abril de 2008) y a inflar las cifras de plantaciones forestales comerciales logradas en la realidad hasta en más de 1,200 por ciento (edición de 26 de enero de 2009). Por ello, piden una nueva política forestal basada en cuatro grandes lineamientos:

Uno, fortalecimiento de la gestión comunitaria de los bosques y selvas para desarrollar la producción forestal comunitaria.

Dos, democratización efectiva para la toma de decisiones, para garantizar la gobernanza en la gestión forestal, eliminando la intromisión de diversas mafias burocráticas o de las propias regiones forestales.

Tres, integración de la política de desarrollo rural con la forestal, ante su evidente desconexión con lo agrícola y ganadero, que mantienen más peso en los presupuestos y la política nacional.

Cuatro, información, transparencia y rendición de cuentas que sirvan para corregir a tiempo anomalías.

Guadalajara/Agustín del Castillo