martes, 22 de enero de 2008

Policías “sitiaron” la sierra limítrofe

Senador Ramiro Hernández denuncia retenes de Colima

Propondrá al Senado una comisión mixta para llevar gobierno y paz.


La zona padece por excesos y falta de gobierno, según el legislador. Foto: Público


Agustín del Castillo - PÚBLICO

Los habitantes de la región que se disputan Jalisco y Colima padecen la “ausencia de gobierno y el exceso de gobierno”, lo que se traduce en la falta de servicios públicos o en su duplicación, y en la violación de garantías elementales como el derecho de libre tránsito.

Hoy, la zona de la sierra está tomada por retenes policiacos de Colima, denunció el senador jalisciense Ramiro Hernández García.

“Tengo un punto de interés para presentar en el Senado, en la primera sesión de febrero: un acuerdo del pleno para que la Comisión de Límites promueva la integración de una comisión de apoyo a las comunidades en la zona de conflicto; la idea es que pueda estar formada por las dos partes en conflicto, y que tenga la presencia del gobierno federal con el interés de apoyar el desarrollo de estas comunidades y garantizar la gobernabilidad”, anunció ayer en entrevista con este diario.

Relató que apenas la semana pasada recorrió la sierra. “Estuve el miércoles y el jueves en la zona; me quedé muy preocupado porque son comunidades que están en condiciones de pobreza extrema, pero pareciera que son una zona de guerra, tomada por las fuerzas de seguridad del estado de Colima; pude constatar la presencia de retenes al ingreso de las brechas, muchos policías en las comunidades, como si estuvieran tomadas y, lo más delicado, hay duplicidad de autoridad, hay escuelas dobles, centros de salud dobles, autoridades duplicadas, y el hecho de que hagan una obra unos y la suspende la otra autoridad, ha venido generando una fricción entre los propios habitantes, sobre todo en El Platanar, en donde está la comunidad muy dividida, unos del lado del gobierno de Colima y otros del lado del gobierno de Jalisco”.

De este modo, la presencia de ambos estados, “lejos de ayudar a que se genere un ambiente de convivencia más armonioso entre la gente que vive ahí, la viene polarizando…”.

—Entonces es una violación sistemática de las garantías individuales…

—Sí, hay un control de los ingresos, me tocó a mí vivirlo; me pidieron que me identificara y seguramente tuvieron que hablar con sus jefes para que permitieran el acceso; les pregunté que a quiénes dejaban y a quiénes no, obviamente no me contestaron, y es una violación para el libre tránsito de las personas en esa zona. Me parece que están yendo mas allá de un conflicto entre dos estados, por eso la importancia de que se pueda generar una comisión para la atención y la gobernabilidad de estas comunidades, que ayude a integrar los recursos […] Lo importante es que, lejos de que salgan afectadas, puedan salir beneficiadas de manera doble.

—¿Y hoy son afectadas doblemente?

—Sí, están siendo acosadas doblemente y, cuando les dan los servicios, se duplican, pero sólo para generar la confrontación.

—¿Y se desquitan de los de Jalisco que trabajan en Colima, que van a hospitales, por ejemplo?

—Sí, en el trato mismo en la calle, en la zona de contacto de vecinos. Yo espero que esta propuesta sea aceptada favorablemente y que la Comisión de Límites se convierta en la promotora y vigilante de que la propuesta prospere.

Minera invade Ayotitlán; ejidatarios detienen máquinas

La minera Los Juanes pretendió explotar una parcela por 30 mil pesos Los Juanes posee desde 1997 la concesión minera 209099, pero eso no le da derechos de propiedad sobre la tierra. Agustín del Castillo - PÚBLICO Desde agosto de 2007, por medio de engaños y de 30 mil pesos entregados a un pariente del ejidatario afectado, la minera Los Juanes invadió la parcela de don Lino Roblada, campesino nahua de Ayotitlán, y se dedicó a extraer decenas de toneladas de materiales en sus labores de exploración, pues buscan hierro, pero también oro y plata. El pasado 15 de enero, ante la lentitud con que la justicia federal resuelve esta violación de garantías, los campesinos se metieron a la parcela y se llevaron dos camionetas pick up y un camión de volteo, y los dejaron asegurados en la delegación de Ayotitlán, municipio de Cuautitlán, en la región Costa Sur de Jalisco. En esta movilización se llegó a hablar del presunto secuestro del operador de uno de los vehículos, pero la realidad es que éste huyó hacia la sierra, y fue localizado dos días después, perfectamente sano, en las inmediaciones de Telcruz, según testimonio del campesino Miguel Monroy. El domingo 20 de enero, las autoridades tradicionales del núcleo agrario dieron a conocer los hechos. Aclararon que la empresa está pisoteando sus derechos y que se defenderán jurídicamente, para lo cual cuentan con el apoyo en asesoría de la Universidad de Guadalajara (UdeG). Los Juanes posee desde 1997 la concesión minera 209099, pero eso no le da derechos de propiedad sobre la tierra. “Ellos se acercaron a un hermano de don Lino y le dieron 30 mil pesos, algo ínfimo para lo que esperan sacar, y que además, fue entregado a quien no es titular de los derechos parcelarios […] La entrada de la mina no pasó además por la asamblea, que es la máxima autoridad en los núcleos agrarios, entonces permanece en estado ilegal”, dijo a este diario Jaime Hernández, integrante de la asesoría jurídica que da la casa de estudios a los nahuas de Ayotitlán. Por si fuera poco, hay temor de que este problema sea aprovechado por la mayor minera de la zona, Peña Colorada, para reiniciar sus trabajos de exploración en el mineral de Chianquiahuitl, cerca de la zona limítrofe con Colima. El amparo ya fue interpuesto, pero el juez quinto de Distrito en Materia Administrativa de Guadalajara ha sido lento y no ha otorgado la suspensión de plano, beneficio que la ley concede a los ejidos y comunidades agrarias como forma de prevenir violaciones irreparables a sus derechos.

Frío y contaminación, matrimonio peligroso


PÚBLICO

El aire que se respira en la zona metropolitana de Guadalajara por estas fechas, no sólo es gélido. Cada inspiración que realizan los tapatíos está acompañada de sustancias químicas, regalo de la contaminación atmosférica predominante en la temporada invernal. Pequeñísimas partículas que flotan y van a parar directamente al organismo humano al ser inhaladas por la nariz o la boca. Este maridaje entre frío y polución tiene un efecto inmediato: aumento de enfermedades respiratorias que, según la fuente, varía desde un 15 hasta un 50 por ciento en esta urbe… la segunda más contaminada del país.

Para el común de los mortales, se trata de enfermedades benignas pero molestas, con un alto grado de transmisión entre personas, explican especialistas. Es la tos, el estornudo o el escurrimiento nasal del compañero que se disemina por todo el centro de trabajo, la guardería, el cine, la iglesia o la escuela. Que se manifiesta en gripa, resfriados o garganta irritada. Sin embargo, para los enfermos crónicos (de asma o enfermedad pulmonar obstructiva), para los niños menores de cinco años y para los adultos mayores de 65, produce la exacerbación de estos síntomas aparentemente menores y fácilmente los puede llevar al hospital e incluso a la muerte.

El doctor Alfredo Feria Velazco, director de la División de Ciencias Biológicas y Ambientales del Centro Universitario de Ciencias Biológico Agropecuarias (CUCBA) de la Universidad de Guadalajara, explicó que en todo el mundo se han incrementado los niveles de contaminantes atmosféricos, en especial “las partículas suspendidas menores a una micra de diámetro” (la milésima parte de un milímetro).
“Partículas de ese tamaño, tan pequeñitas, entran libremente al aparato respiratorio y provocan bronquitis, faringitis y enfermedades de esa naturaleza. Y las hay mucho más pequeñas que 0.1 micra [la diezmilésima parte de un milímetro] que penetran a la circulación sanguínea y afectan diferentes sistemas. El sistema inmunológico, el endocrino, el sistema nervioso. También causan alteraciones crónico-degenerativas y tumores malignos porque afectan el genoma”.

Especialista en toxicología ambiental y su relación con la salud, Feria Velazco señala que los contaminantes predominantes en el ambiente de la zona metropolitana de Guadalajara (ZMG) son los hidrocarburos aromáticos, cuya fuente principal son las emisiones de motores, desechos industriales, la quema de basura y de llantas. Y asegura que en el mundo hay suficiente estudios de carácter científico que han probado la relación entre la presencia de estos hidrocarburos y la incidencia de linfomas, cáncer de mama, cáncer de pulmón y de vejiga, órganos donde se depositan estas sustancias.

“La mayor concentración de estas sustancias químicas se tiene en las ciudades grandes”, donde flotan por encima de la superficie terrestre, pero no se eliminan totalmente a menos que haya corrientes de aire” Sucede que esta época del año, con las inversiones térmicas “los contaminantes se queden estacionados bajo una especie de tapa invisible, en lugar de subir hacia el resto de la atmósfera, y los individuos estamos más expuestos a ellos”. Hacia las doce del día, esa nata se “rompe” y los contaminantes se elevan a la atmósfera. Con las corrientes se dispersan o arrastran a otra zona y el aire se limpia.

En el intermedio, la gente enferma. El doctor Raúl Ortiz Peregrina, jefe del Servicio de Inmunología y Alergias del Hospital Civil de Guadalajara “Juan I. Menchaca”, informa que el aumento de ingresos hospitalarios por afecciones respiratorias es de hasta 50 por ciento en esta época.

“Regularmente en este hospital recibimos a quienes ya padecen enfermedades respiratorias. Ellos son los más afectados en esta época; al igual que las personas en los extremos de la vida”, indica, tras detallar que son pacientes con asma bronquial, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (epoc), fibrosis pulmonar y fibrosis quística “quienes cuando se exponen a la contaminación y el frío, presentan aumento de síntomas que los llevan a una crisis de su misma enfermedad”.
Sin embargo, el frío y la contaminación también se coluden contra gente sana, que padecen afecciones de las vías respiratorias., “porque con el frío disminuye el movimiento de los cilios [pelitos en el interior de las mucosas] y los contaminantes y virus penetran con gran facilidad causando la resequedad, irritación e inflamación de estas vías y creando un espacio propicio para las infecciones”, explica Ruth de Celis, investigadora del Centro de Investigación Biomédica de Occidente del IMSS.

La gente sólo padece, sin darse tiempo a investigar los nombres científicos de sus males. Jorge Castillo es empleado en una oficina en el centro de la ciudad y se lamenta de sentirse “mal”. A la pregunta ¿qué tienes?, responde “creo que gripa”. Y despotrica contra el clima.

En las zonas habitualmente contaminadas de la ciudad, la gente ya no se queja. En Miravalle, sufren el ardor de ojos, la comezón y secreción nasal y no hace falta caminar mucho para toparse con testimonios de mujeres, hombres y niños que los padecen.

Las autoridades de Salud aseguran que han hecho lo suyo al establecer y difundir un Plan de Invierno que contiene recomendaciones preventivas de enfermedades, aplicables lo mismo a Miravalle que al resto de la urbe. Y señalan que hay un incremento de infecciones respiratorias, pero el “habitual” de la temporada: 15 por ciento.

Ortiz Peregrina opina que las estadísticas varían y ciertamente no se registra a todos los que se enferman. En consulta externa el incremento es de 15 por ciento, coincide, pero en el hospital el impacto es mayor. “Regularmente vemos por día 30 pacientes, y por estos días llegamos a 60 pacientes”.

¿Qué hacer? Desde el punto de vista médico, la respuesta parece una mala broma: evitar exponerse a los cambios bruscos de temperatura y a la contaminación. Si puede, salga de su casa después de las once de la mañana. Si no, cargue chamarra y bufanda, y resígnese a que en un descuido pueda volverse parte de la estadística de la temporada.

La Profepa realizará 20 incursiones al mar


Buques pesqueros en mar abierto serán revisados con apoyo de la Marina.

Agustín del Castillo - PÚBLICO


Esta misma semana se realizará la primera de 20 incursiones al mar que durante tres meses hará personal de la delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y de la Secretaría de Marina (Semar), en busca de embarcaciones pesqueras que pudieran utilizar implementos ilegales que sean causa del deceso de tortugas marinas y delfines frente al playón de Mismaloya, en Tomatlán.


Juan Carlos Díaz Morales, vocero de la institución, explicó que para el efecto, desde el pasado mes de septiembre de 2007, todas las delegaciones de estados con salida al mar cuentan con una lancha debidamente equipada para hacer recorridos y reforzar las labores de inspección.


La embarcación tiene un valor de 1.5 millones de pesos.“Nos informa el personal de la zona costera que las embarcaciones para captura de camarón deben ubicarse por lo general diez millas náuticas mar adentro, en la llamada zona somera, donde tienden sus redes.


Normalmente este trabajo lo hacen por noche y eso dificulta que se puedan encontrar en flagrancia”, indicó.


Sin embargo, las citadas operaciones de la Profepa y la Semar se internan en el mar y pueden revisar que los barcos camaroneros o de cualquier otro tipo de pesca cumplan con lo que plantea la ley, en especial con relación a la norma oficial mexicana NOM-061-PESC-2006, que establece los tipos de redes a usarse en estas labores, las cuales deben incluir características que permitan la posibilidad de que cualquier reptil o mamífero marino que sea capturado de forma incidental pueda liberarse y no perezca por asfixia, como ha sucedido en las semanas anteriores.


Tres denuncias de pescadores y de miembros del campamento tortuguero de La Gloria, de la Universidad de Guadalajara, suman 30 muertes en cuatro eventos desde el pasado 3 de diciembre de 2007, con la presunta responsabilidad de las redes de los pescadores de camarón. Las víctimas documentadas son 27 tortugas golfinas (Lepidocheys olivacea), una tortuga prieta o negra (Chelonia agassizi) y dos delfines de la especie Tursiop spp; todos los ejemplares fueron arrojados por el mar (Público, 21 de enero de 2007).


El primer suceso fue denunciado por escrito a la Profepa el 5 de diciembre de 2007, admitida bajo el expediente 444/2007, pero como “no se presentaron más indicios de los presuntos responsables, estaba en términos muy generales, fue archivada y se determinó darle un procedimiento de oficio, a través de las inspecciones”, precisó el vocero de la Profepa.


De la denuncia verbal, por vía telefónica, del 14 de diciembre siguiente, no se tienen datos en la delegación, aceptó Díaz Morales. Los últimos eventos, hace menos de una semana, ya no fueron reportados al organismo federal, que nunca respondió a los denunciantes por los casos anteriores.


Díaz Morales indicó que la voluntad de la Profepa en el combate de estos hechos ilícitos se demuestra en la detención de ocho ladrones de nidos de tortuga durante el año 2007, acciones que “no se detendrán”, aseguró.