Pedirán que se declare a los municipios de El Salto y Juanacatlán zona de emergencia
Comprometieron a los alcaldes a encabezar la protesta; buscarán que el gobernador asista
Río Santiago
Raúl Torres - LA JORNADA JALISCO
Ejerciendo sus derechos como empleadores de los servidores públicos y antes de emprender acciones desesperadas, entre las que se vislumbra bloquear la carretera a Chapala y la entrada al Aeropuerto de Guadalajara, los habitantes de Juanacatlán y El Salto decidieron darle la última oportunidad a las instituciones de gobierno para resolver el problema de contaminación en el río Santiago; tras una reunión de más de tres horas celebrada el miércoles pasado, los pobladores de estos municipios lograron comprometer a sus respectivos alcaldes para convocar a una marcha multitudinaria para el 14 de abril, cuyo objetivo es “sentar al gobernador” para que de una vez resuelva este problema y no le dé más largas al asunto.
“No queremos más papelerío”, dijeron los poco más de 300 asistentes a la cuarta de las reuniones que desde hace aproximadamente un mes se celebran en la plaza Juárez de El Salto, y se referían a la burocracia que, lejos de agilizar un proceso que requiere acciones inmediatas, parece postergar la situación que para quienes habitan en esa zona de Jalisco es ya insoportable.
En representación de los alcaldes de Juanacatlán y El Salto, acudieron a la reunión Adrián Salinas Tostado, encargado de Ecología y Medio Ambiente del El Salto; Enrique Tinoco Covarrubias, de la Dirección de Protección Ambiental; el regidor panista Ricardo Castillo Gutiérrez y Santiago Márquez, regidor de Juanacaltán, quienes a petición de los ciudadanos dieron cuentas de los “resultados” que han arrojado las reuniones entre los diferentes niveles de gobierno.
Salinas Tostado señaló que el gobierno federal y estatal no han cumplido los acuerdos que se habían pactado, incluso afirmó que la secretaria de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (Semades), Marta Ruth del Toro Gaytán, defendió con firmeza el cumplimiento de los acuerdos pero “le dieron con la puerta en la mano”; ante esta declaración, los ciudadanos exigieron que los municipios tomaran una postura de mayor compromiso para con la gente y lanzaron la pregunta: “¿qué se necesita que hagamos para que los alcaldes avalen nuestras acciones?”. “Lo que están haciendo, que sigan organizándose”, fue la respuesta.
Comenzaron entonces las propuestas de las y entre autoridades y ciudadanos y se llegó al consenso de que los ayuntamientos convocarían oficialmente a la marcha para intentar aglutinar al menos a 5 mil personas, en tanto, los habitantes de El Salto y Juanacatlán seguirán haciendo el trabajo de base para organizar a la comunidad.
Con la marcha se exigirá que se declare como zona de emergencia a los municipios de Juanacatlán y El Salto, que no se renueve la concesión del vertedero de Los Laureles y se clausure, que se detengan las obras para entubar el río, porque la medida no soluciona de ninguna forma el problema, y que por ley se obligue a separar la basura en la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Los representantes del municipio aseguraron que los alcaldes de ambos municipios encabezarían la marcha y se apoyarían en que ese día algunos diputados federales harán una visita a la zona para presionar al gobernador, Emilio González Marquez, a estar presente y sentarse a escuchar.
Pero en la reunión, la gente del El Salto y Juanacatlán dejó en claro que la intención de entrevistarse con el mandatario estatal no es para escuchar un discurso monocromático repleto de promesas, sino para que en ese mismo momento tome las medidas pertinentes para resolver el problema. “Ya no nos toca entregar más proyectos y propuestas, han pasado muchos años y no queremos que nos sigan entreteniendo con esto”, señalaron los presentes en la reunión al plantearse la posible negativa del gobernador a escucharlos.
Aunque aún no se tienen claras las medidas que se tomarán en caso de que fracase este último intento de acercamiento con las autoridades, desde El Salto y Juanacatlán ya extienden llamados de solidaridad hacia las comunidades de Poncitlán y Puente Grande, que padecen una situación similar a la de ellos. En ese tenor, las distintas asociaciones de El Salto y Juanacatlán que mantienen esta lucha desde hace años, ya buscan vincularse con grupos organizados de la Zona Metropolitana para intentar promover mediante movilizaciones la conciencia de que el problema de contaminación del río Santiago no afecta sólo a los pobladores de aquellos municipios, sino que es un problema de toda la región y el estado.