domingo, 7 de septiembre de 2008

CAMBIO CLIMÁTICO

Lanzarán programa especial de cambio climático

 

México reduciría 10%

sus emisiones de CO2

 

Es posible que países bajen gases dañinos sin sacrificar desarrollo, asegura Rafael Elvira

 

Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO

 

México tiene en integración un programa especial de cambio climático para reducir en más de 10 por ciento las emisiones de bióxido de carbono que genera en sus diversas actividades productivas, pero "sin sacrificar su desarrollo", adelantó ayer el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan Rafael Elvira Quesada.

En su conferencia magistral sobre el tema, dada a conocer en la Expo Forestal 2008, que se realiza en esta ciudad, el funcionario apuntó que el país aporta alrededor de 1.5 por ciento de las emisiones planetarias de gases de efecto invernadero -entre los que predomina el bióxido de carbono- (622.6 millones de toneladas en el año 2000), pero estaría en posibilidades de bajar unas 75 millones de toneladas de CO2 y de "poner el ejemplo ante el mundo".

La agenda relacionada es la más urgente para México y para toda la humanidad, dijo. Para ello, el gobierno de la república está integrando un "Fondo Verde" complementario a lo que se establece en el Protocolo de Kyoto, pero que ayuda a minimizar las emisiones dañinas que generan el calentamiento global.

 El Fondo Verde "apoyará actividades de mitigación que hoy no pueden aplicar a los esquemas de Kyoto (...) promoverá la transferencia y difusión de tecnologías limpias", y "contribuirá al sustento financiero del régimen futuro de cambio climático", lo que beneficia a todos los países que lo quieran adoptar, explicó.

Se trata de llegar a empresas ejemplares que cuiden el ambiente. Por ejemplo, Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad. "El principal sector que aporta gases de efecto invernadero en México es el energético, con 61 por ciento", advirtió. Lo siguen los desechos, con 10 por ciento; 14 por ciento deriva de la pérdida de bosques y suelos; 7 por ciento de la agricultura y ganadería y 8 por ciento de procesos industriales.

El cambio climático ya está generando en México la reducción en la disponibilidad de agua, los daños a la agricultura, el deterioro de la infraestructura energética, de transporte y comunicaciones, la alteración de ecosistemas, riesgo de rebrote de nuevas enfermedades, así como pérdida masiva de suelo, desertificación y sequías, advirtió el titular de la Semarnat.

Las zonas habitacionales enclavadas en laderas de montañas, en riberas de ríos y arroyos y en la línea costera presentan riesgos cada vez mayores de ser arrasadas por los cambios; eventos como los incendios forestales, lluvias torrenciales o sequías prolongadas también tienen que ver con el fenómeno, pues se hacen más recurrentes.

Entre las líneas de la estrategia nacional para mitigar el problema, la Semarnat busca que las grandes empresas paraestatales (PEMEX, CFE, Luz y Fuerza del Centro ) reporten sus gastos, establezcan un sistema de intercambio de bonos carbono y se incorporen al mismo esquema otras empresas privadas. En el caso forestal, apuesta por fortalecer el mercado de servicios ambientales y el de bonos carbono, pues bosques y selvas son los mejores sumideros de carbono que existen.

DESERTIFICACIÓN

En Expo Forestal, el secretario ejecutivo de la convención contra la desertificación

 

El mundo corre a "tierra

baldía", alerta la ONU

 

300 mil personas al año migran por pérdida de tierras fértiles en México

 

Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO

 

El planeta tierra, hogar de los humanos y de unas dos millones de especies vivas más, algún día fue el jardín selvático de la Biblia, lleno de verdor, formas lujuriantes y agua. Pero hoy, tras siglos de "progreso", está amenazado con convertirse en una tierra baldía por el avance irresistible de la desertificación, un desastre ambiental y social hasta hace poco insospechado, advirtió el secretario ejecutivo de la Convención de las Naciones Unidas contra la Desertificación, Luc Gnacadja.

El experto acudió ayer a la Expo Forestal, que se realiza en esta ciudad, para hablar de este azote de la humanidad que está ocasionando hambre, migración, pérdidas económicas millonarias y pone en predicamento la conservación de los ecosistemas naturales.

En el caso de México, las estadísticas oficiales señalan que año con año, 300 mil personas dejan sus rancherías y pueblos para unirse a las grandes concentraciones urbanas, efecto de la pérdida de fertilidad de sus tierras y en consecuencia, las magras cosechas que levantan.

El país tiene casi 25 por ciento de su territorio en proceso de degradación, pero se trata de una plaga universal, pues 41.3 por ciento de las tierras emergidas son desiertos o están en vías de convertirse por la acción humana irresponsable, lo cual acentúa el calentamiento global que padece el planeta (pues la pérdida de masa forestal libera cantidades ingentes de carbono confinado, hasta 20 por ciento de las emisiones mundiales).

Los procesos de desertificación son más acusados en la región ecuatorial y tropical del mundo, donde se cuenta con la mayor diversidad biológica, pero además, con los suelos más delgados y frágiles y con la mayor masa humana en miseria.

De estos daños, causados o acelerados por factores humanos, "la tierra no puede recuperarse sin ayuda"; sin embargo, "la degradación del suelo es una amenaza poco reconocida" que las naciones y los actores económicos no pueden darse el lujo de ignorar.

Tampoco se puede hacer un lado la grave crisis alimentaria que provoca. "Final del formulario

Vamos llegando a un sistema global alimentario bajo tensión; por un lado, se demandará el crecimiento en 50 por ciento de la producción alimentaria antes del año 2030, pero las tierras de labranza están en retroceso debido a los efectos de merma en las cosechas que trae la degradación de la tierra".

Con el cambio climático "se está perdiendo la tierra de labranza a un ritmo de 30 a 35 veces más la tasa promedio histórica […] 1.9 mil millones de hectáreas de tierra [diez tantos la superficie de México] en todo el mundo se degradaron desde 1950".

Así, 854 millones de personas "viven en una inseguridad alimentaria sistémica; más de 25 mil personas al día mueren de hambre o de enfermedad relacionada con ella".

Los desiertos crecen por el cambio de uso de suelo tanto para actividades de lucro como de supervivencia. El mal uso de la tierra en regiones selváticas (los grandes sumideros de carbono del mundo) por la nula gestión pública y privada precipitan más en la miseria a sus ocupantes. Es un círculo vicioso que hay que romper.

Luc Gnacadja cerró con una memorable cita de Los Vedas, de 1,500 años antes de Cristo: "De este puñado de tierra depende nuestra supervivencia. Cásese con ella [con la tierra] y allí crecerán nuestro alimento, nuestro combustible y nuestro abrigo, y nos rodeará con belleza. Abuse de ella y el suelo se derrumbará y morirá, tomando a la humanidad con él".

CONAFOR

 

Servicios

ambientales, la

gran apuesta

 

Este año crecerá casi 50% el mercado en México, dice el director de Conafor

 

Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO

 

El gobierno de la república tiene puestas grandes esperanzas de revertir el deterioro de los ecosistemas en el programa de servicios ambientales que mantiene la Comisión Nacional Forestal (Conafor) desde el año 2002, que cubre hoy 1.3 millones de hectáreas y se espera incrementar en otras 600 mil ha para este año, dijo ayer el director del organismo federal, José Cibrian Tovar.

El funcionario puso en relieve que hasta ahora se trata de conservar los bosques y selvas básicamente como sitios de recarga de agua, pero ya se ha abierto el mercado de los bonos carbono; la Conafor puede financiar estudios que determinen el potencial de captura que se tenga en los predios para que accedan a estos bonos que son pagados por los grandes contaminadores de los países desarrollados, como compensación al problema de emisiones a la atmósfera que están generando.

El mercado está maduro en Costa Rica y comienza a aplicar en algunos países de América del Sur, y México ya entró porque tiene un gran potencial, pues posee casi 60 millones de ha de bosques y selvas.

Este tema de los servicios ambientales, y el del financiamiento de la conservación, es una de las grandes apuestas de discusión de la Expo Forestal 2008, que se realiza a partir de hoy en la Expo Guadalajara, a cuya inauguración acudirá el presidente Felipe Calderón Hinojosa.

Cibrian Tovar precisó en entrevista con Público que van cuatro años de pagos de servicios ambientales, pero no se pueden mantener estos proyectos exclusivamente con dinero público; la idea es que la sociedad se involucre y comprenda que mantener en pie las umbrías deriva en beneficios directos en su vida cotidiana.

También se refirió al tema polémico de la reforestación, estrategia gubernamental que ha sido acremente criticada por ambientalistas y académicos como "la forma más rápida de tirar el dinero" (Greenpeace). "Reforestar es sin duda lo más caro, pero es inevitable en México porque necesitamos restaurar los ecosistemas y no hay otra forma; si no le ayudamos a la naturaleza, ésta no puede sola" debido a lo avanzado del deterioro, dijo.

- ¿No sería mejor un ambicioso programa de ordenamiento de la ganadería, dado que esta es la actividad más agresiva contra los bosques?

- Se está trabajando en eso, pero tenemos costumbres arraigadas en los modos de producción ganadera en todo el país [ganadería extensiva]; queremos avanzar con los ganaderos en la idea de que cambiar los modos de producir no sólo ayuda al ambiente, sino que es un mejor negocio para ellos.

También se echará a andar un proyecto para producir especies maderables de rápido crecimiento que provean de leña a cuatro millones de campesinos mexicanos que dependen de ella, lo que incluye además la entrega de estufas ahorradoras de combustible, que bajan hasta en 60 por ciento el consumo de madera y reducen riesgos de enfermedades por la exposición al humo.

FORESTAL

José Cibrian, director de la Conafor

 

Sector forestal mexicano recibe

más apoyos pero produce menos

 

Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO

 

Desde la fundación de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), en 2001, los apoyos gubernamentales para fortalecer y profesionalizar al sector han crecido en niveles históricamente inéditos, pero sido insuficientes para evitar su caída.

"La producción maderable del país ha disminuido hasta 6.5 millones de metros cúbicos de madera en rollo en 2007; en la actualidad, la producción nacional equivale a una tercera parte del consumo aparente de productos forestales maderables, mientras que las importaciones equivalen a las dos terceras partes restantes […] a pesar del enorme potencial forestal del país, la participación del sector en la economía mexicana se limita al 1.6 por ciento del Producto Interno Bruto [PIB]", afirmó el director del organismo federal, José Cibrian Tovar.

En su ponencia sobre la situación forestal del país, impartida en la Expo Forestal 2008 que se realiza en Guadalajara, los datos son reveladores: en el año 2000 se producían nueve millones 430 mil m3 de madera en rollo y se abastecía al mercado interno de casi 60 por ciento de sus necesidades. Y aunque las exportaciones han crecido en cinco tantos (de 253 millones de dólares en 2000 a 1,520 millones de dólares en 2006), las importaciones pasaron de 1,862 millones de dólares en 2000 a 6,684 millones en 2006. Un saldo negativo de 5,165 millones de dólares en la actualidad, abismal.

A juicio del funcionario, se debe profundizar en el camino emprendido para generar un sector más fuerte que respete la permanencia de los bosques pero sea también más competitivo.

El camino, dijo está trazado por diversos senderos: "conservar y restaurar la superficie forestal; es decir: reducir la pérdida de superficie forestal; incrementar la superficie forestal restaurada, y proteger la capacidad de los ecosistemas forestales para proporcionar bienes y servicios ambientales".

También, generar desarrollo y expansión económica a partir de "el aprovechamiento sustentable de los recursos forestales, el acceso a los mercados y el incremento de la productividad del sector".

Contribuir a disminuir los índices de pobreza y marginación que existen en la mayoría de las áreas forestales mediante "el fortalecimiento de la organización social, el fortalecimiento de las capacidades institucionales y la capacitación para el uso adecuado de los recursos forestales".

Sólo con esas premisas se puede aspirar a un sector fuerte, competitivo, y que no ponga en riesgo la base del desarrollo nacional, que son los recursos naturales.