domingo, 2 de marzo de 2008

Buscan retener pelícanos

El Ayuntamiento de Chapala pretende ofrecer otro atractivo con las aves migratorias

Los pelícanos borregones, que llegan a fines de octubre a Chapala y se retiran hasta marzo, son un atractivo para los turistas. Foto: Raúl Méndez


Sergio Hernández - MURAL

El Ayuntamiento de Chapala quiere atraer las parvadas de pelícanos borregones que llegan al lago durante la temporada invernal, para convertirlos en un atractivo turístico adicional.

Por ello, desde hace tres meses, empleados de la dirección de Servicios Públicos Municipales se dan a la tarea de alimentarlos con vísceras y esqueletos de pescado, que son los sobrantes no comercializados por los lugareños.

Las aves tienen como nombre científico Pelecanus erythrorhynchos, y llegan provenientes del norte de Estados Unidos, Canadá y Groenlandia.

Pero cuando arriban, prefieren ubicarse en una zona del embalse alejada de la cabecera municipal de Chapala, esto es, en la orilla opuesta, cerca de Petatán, y Cojumatlán, en territorio de Michoacán, donde también los pescadores les dan las sobras de su producto.

La actual Administración municipal de Chapala quiere atraer los pelícanos borregones a la zona del malecón, por lo que diario, entre las 13:30 y las 15:00 horas, los animales son agasajados con entre 17 y 25 cubetas de restos de pescado.

"Lo que pasa es que se busca tenerlos cerca para el turismo", comentó Bernardo Muñiz García, uno de los empleados del Ayuntamiento, mientras aventaba el alimento a los pelícanos, los cuales atrapaban al vuelo el producto con sus enormes picos.

Debido a que la gente se acerca demasiado a la orilla del lago para apreciar los pelícanos, siempre hay un policía turístico que invita a los curiosos, niños y adultos, a retirarse un poco para evitar que la parvada se asuste.

"Los niños los apedrean también y pues se asustan, y también a veces se meten perros que los corretean", dijo Jesús Amézquita García, otro empleado municipal.

Una cantidad indeterminada de pelícanos llegan cada año al Lago de Chapala durante el otoño, a fines de octubre, y regularmente inician su regreso a finales de marzo.

Para juntar el alimento de las aves, los empleados del Ayuntamiento recorren Chapala durante 4 ó 5 horas acumulando las cubetas de pescado que finalmente avientan al agua en la orilla del lago, ubicada en la zona poniente del malecón, recién remodelada.

"Cuando empezamos había como 18 ó 19 pelícanos nada mas y luego poco a poco fueron aumentando", agregó Jesús.

Al menos ayer, la parvada de pelícanos era cercana a las 200 aves, además de un grupo de pequeñas garzas que aprovechan la bondad alimenticia del Ayuntamiento, situación de la que también se benefician algunos patos prietos.

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