martes, 29 de mayo de 2007
Sin sostenibilidad ambiental los proyectos turísticos Marina Careyes y Tambora
Los estudios para crear tales desarrollos presentan deficiencias
BOLETÍN INFORMATIVO DE LA UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA
Las manifestaciones de impacto ambiental realizadas por los promotores de los proyectos turísticos Marina Careyes y La Tambora, en La Huerta, Jalisco, presentan deficiencias técnicas y omiten información, aspecto que impide garantizar el cuidado del medio amiente, aseguró el Rector general de la UdeG, Carlos Jorge Briseño Torres.
“Concluimos que la sostenibilidad ambiental de los proyectos IEL La Huerta Tambora, no está demostrada y asegurada, ni por los promotores de los desarrollos turísticos, ni por la Dirección general de impacto y riesgo ambiental, de la Semarnat, mediante los términos y condiciones de las resoluciones emitidas”.
Este martes, en la sala de Exrectores de la UdeG, fue realizada una rueda de prensa para dar a conocer un análisis técnico de las manifestaciones de impacto ambiental, efectuado por investigadores de la UdeG.
Briseño Torres añadió que los proyectos, de la manera que están propuestos, generarían daños ecológicos a esta zona, una de las más protegidas en México y con alto valor de conservación por su riqueza de ecosistemas costeros y bosques.
“Con las condiciones actuales, los desarrollos turísticos de la marina Careyes y La Tambora dañarían de manera significativa”, incluso irreversible, al medio ambiente. Destacó que la UdeG no está en contra del crecimiento; sin embargo, para avalar los desarrollos resulta necesario replantearlos.
Aseguró que son urgentes más estudios, involucrar a diferentes instituciones que garanticen el menor daño al medio ambiente, establecer medidas de prevención, mitigación y restauración, una mejor planeación y regulación del desarrollo sustentable de la costa, así como fortalecer las oportunidades y la oferta educativa en la zona.
“El costo ambiental, institucional y social de mantener una postura, que de acuerdo a muchos actores es técnica, legal, ética y moralmente cuestionable, puede ser muy elevado para Jalisco y el país, pero también para los propios desarrollos turísticos, quienes por su perfil y cuota de mercado a la que están orientados, requieren del llamado sello verde para prosperar”.
Desde finales de 2006 se han planteado tres mega desarrollos (IEL–La Huerta, La Tambora y Rancho Don Andrés) que, en suma, tienen una extensión superior a las mil 500 hectáreas. Están ubicadas en una línea de costa de cerca de 15 kilómetros y próximas a la reserva de la biosfera Chamela-Cuixmala.
El investigador del Departamento de Desarrollo Sustentable de Zonas Costeras, del CUCSur, Enrique Godínez, dijo que el proyecto de la Marina Careyes, por su infraestructura, requeriría una alta demanda de agua potable; sin embargo, los estudios de las empresas no garantizan la disponibilidad sostenida de este recurso.
En entrevista añadió que existe preocupación por estos proyectos y por otros que pueden detonar un crecimiento explosivo de la costa sur de Jalisco. “Sí nos preocupan, pero también lo que viene, porque nosotros consideramos que no existen los criterios ecológicos y ambientales adecuados para evaluar estos estudios de impacto ambiental”.
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