jueves, 24 de enero de 2008

Recurrirá Briseño a la SRA para agilizar la solución del conflicto agrario en Manantlán

Enviará misiva al titular de la dependencia; el reclamo, 15 mil hectáreas ejidales

En la comunicación también se alude al despojo de los recursos naturales de la región


Raúl Torres - LA JORNADA JALISCO

AYOTITLaN, 23 de enero.- Después de limar asperezas por la entrega en comodato del predio Las Joyas, en la Reserva de la Biosfera de Manantlán, el rector de la Universidad de Guadalajara, Carlos Briseño Torres, se comprometió a echar a andar el aparato jurídico de la institución educativa para agilizar la solución del conflicto agrario que se cierne sobre este ejido desde hace décadas y los priva de alrededor de 15 mil hectáreas por un desacato de la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA).

Durante la última reunión del Consejo, celebrada el domingo 20 de enero, el jefe de la Unidad de Apoyo a Comunidades Indígenas (UACI) de la UdeG, César Díaz Galván, leyó el borrador de la carta que Briseño Torres enviará al secretario de la Reforma Agraria, Abelardo Escobar Prieto, en la que le pide abocarse a dar pronta solución al conflicto de tierra en Ayotitlán para poder así dar el siguiente paso en la estrategia de defensa de ese territorio, pues durante la reunión del rector con el Consejo, celebrada en la comunidad de Tiroma en noviembre de 2007, se pactó emprender procesos jurídicos para evitar la explotación de los recursos naturales de la zona por parte de mineras como Peña Colorada, que surte de hierro y carbón a varias siderúrgicas del continente.

“Como usted conoce, seguramente, la comunidad indígena de Ayotitlán, revertida en ejido mediante resolución presidencial de dotación otorgada en 1963, enfrenta una grave problemática en cuanto a la certidumbre jurídica de las posesiones que detenta”, señala el documento expuesto ante el Consejo de Mayores para su aprobación o modificación.

En la misiva, Briseño Torres hace referencia al amparo que interpuso la comunidad, según consta en el expediente 1261/04 que se ventila en el Juzgado Quinto de materia administrativa del estado de Jalisco, para intentar que se ejecute en su totalidad la resolución presidencial.

“De las 50 mil 333 hectáreas que se les otorgó en resolución presidencial, solamente se ejecutaron 34 mil 700”, refiere el borrador de la carta.

Después de esto, Briseño Torres menciona el trabajo que la Universidad hace en la región desde que en 1984 promovió la creación de la Estación Científica de las Joyas para solventar así su interés por la resolución de conflictos en la zona.

“A partir de 1994, cuando se crea la Unidad de Apoyo a las Comunidades Indígenas, nuestra Universidad ha contribuido en el análisis y conocimiento de la problemática social, desarrollando diagnósticos participativos que han desembocado en diversos programas y proyectos de desarrollo social”, explica el rector en su carta a Escobar Prieto.

La carta no intenta quedarse sólo en la cuestión agraria, pues hace referencia a la explotación y el despojo de los recursos naturales de la región por parte de madereras y empresas mineras, además de la “constante violación de los derechos humanos (de las comunidades) al no tener acceso a una vida digna”.

La petición directa del rector fue la de crear un “un espacio que nos permita interactuar para que de manera conjunta con la comunidad podamos avanzar en la solución de la problemática agraria y social, desarrollando un esquema de colaboración interinstitucional principalmente en dos ámbitos: el primero para el establecimiento de una mesa de trabajo con representantes de diversas instituciones, como la Secretaría de la Reforma Agraria, la Procuraduría Agraria, la Comisión de Asuntos Agrarios del gobierno del estado, la Semarnat, la Universidad de Guadalajra y los representantes de las comunidades indígenas”.

En segundo término, Briseño Torres plantea en su carta iniciar un programa de actualización en materia de derechos agrarios para otorgar garantías y certezas jurídicas a los miembros de la comunidad en cuanto a la posesión de su territorio.

Los mayores de Ayotitlán escucharon la carta con la que el rector intentará meter de lleno a la Universidad en la resolución del complejo problema agrario en que están enfrascados los indígenas de la zona y dieron su anuencia para que la UdeG comience a presionar por otro flanco a la Secretaría de la Reforma Agraria.

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