Vanesa Robles y Rubén Martín - PÚBLICO
La contaminación proviene de aguas municipales no tratadas. Además empresas químicas, tequileras y granjas porcícolas también contaminan.
Hace tiempo que se sabe que el río Santiago, y otros afluentes, están contaminados. Se sabe además quienes, cómo y cuántos contaminantes descargan a estos cauces de agua.
La Comisión Estatal de Agua (CEA) identificó en diciembre de 2006 la existencia de 217 fuentes de contaminación en los ríos Santiago y Zula, de los cuales 119 son descargas municipales, 46 de origen industrial, 28 fuentes se caracterizaron como mixtas, 16 de origen pecuario y ocho pluviales.
Los datos están contenidos en el detallado estudio Identificación y caracterización de fuentes de contaminación de las cuenca directa del río Santiago, entre los municipios de Ocotlán y Tonalá, y directa del río Zula, que la CEA pagó a la empresa AyMA Ingeniería y Consultoría.
La investigación de campo se llevó a cabo durante octubre y noviembre de 2006 y el análisis de las muestras permitió caracterizar las fuentes de contaminación, su efecto sobre los cuerpos de agua, evaluar la toxicidad de las descargas específicas, así como precisar la toxicidad de las aguas del río Santiago y Zula. Esta investigación forma parte de los requisitos que el gobierno del estado debe cumplir a fin de hacer viable el proyecto de la presa de Arcediano.
Los resultados no son nada halagüeños. El trabajo de campo reportó 57 descargas que contenían “contaminantes básicos y nutrientes”, se identificaron 34 descargas con “metales pesados y cianuro”, además de arsénico, metaloide que intoxicó y mató al niño Miguel Ángel López Rocha. El estudio patrocinado por CEA identificó 28 descargas con toxicidad aguda.
En términos generales el análisis sobre las fuentes contaminantes del Santiago y del Zula identifica cinco vectores de contaminación. Por un lado, las descargas de aguas residuales municipales, destacando la gravedad de la situación en Ocotlán donde se encontraron doce emisoras con descargas directas a los ríos estudiados.
Otra fuente importante de contaminación proviene de las granjas porcícolas asentadas especialmente en los poblados de Atotonilco, La Capilla y Puente Grande (Tonalá). De hecho, como muestra el gráfico, la lista las principales contaminantes la encabeza la granja Genpro (empresa mexicana con sede en Sonora). “La descarga de una granja es particularmente agresiva al medio ambiente y a la salud pública. El vertido de la granja Genpro en La Capilla, con descarga al canal de Atequiza a través de un arroyo, excede con amplitud los límites máximos permitidos de seis parámetros básicos. Los valores más altos arriba indicados corresponden invariablemente a dicha instalación”, sostiene el estudio referido.
La industria tequilera asentada, particularmente en Arandas, Atotonilco, Tototlán y La Laja aporta una cantidad relevante a toxicidad del Santiago y del Zula.
La planta industrializadota de basura de Los Laureles, que aunque están Tonalá vierte los lixiviados hacia la población de El Salto, es mencionada como otra fuente relevante de contaminación.
Y finalmente se menciona a las diversas industrias asentadas en el corredor industrial El Salto-Ocotlán que vierten sus aguas a dichos cauces y que no cumplen con la norma oficial mexicana. Ahí resaltan en particular las empresas de la rama química, como Ciba Geigy, Quimikao, Agydsa y Sachs’s Boge.
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