Desde octubre de 2007 resolvió responsabilizar a los tres niveles de gobierno por el deterioro del río Santiago
Una carta proporcionada por el Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (Imdec) menciona que el Tribunal Latinoamericano del Agua (TLA) envió un documento a las autoridades jaliscienses en relación con el caso de la contaminación del río Santiago, donde señala importante la relación que existe entre la contaminación del río y las enfermedades que se han presentado en la zona.
La muerte de Miguel Angel López Rocha es también un caso mencionado por el Tribunal mediante la carta dirigida a la Secretaría de Salud del estado de Jalisco, a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, al Organismo de Cuenca Lerma-Santiago-Pacífico, a la Secretaría de Gobierno del estado y a la Comisión Estatal del Agua.
El documento menciona la preocupación del organismo por el caso de Miguel Angel, el niño que murió “debido a una intoxicación por metales pesados según consta en los partes médicos del Hospital General de Occidente”.
Cabe señalar que el TLA, en una audiencia llevada a cabo en Guadalajara el 11 de octubre de 2007, resolvió “responsabilizar a las autoridades, en los tres niveles de gobierno, por el alarmante deterioro del río Santiago y la cuenca a la cual pertenece, y por las repercusiones sobre las condiciones de vida y la salud de las poblaciones de El Salto y Juanacatlán”.
La carta señala que entre las recomendaciones del TLA se mencionó “la elaboración urgente de un estudio epidemiológico e interdisciplinario que permita determinar los posibles efectos de la contaminación del río Santiago en la salud de la población”.
“La complejidad del marco jurídico ambiental existente entre los niveles del Estado mexicano impide una coordinación eficiente y de responsabilidades que garantice la aplicación efectiva de las normativas pertinentes para una gestión sustentable del río Santiago”, fue una declaración hecha en el TLA, según el documento proporcionado por Imdec, AC.
El TLA reconoce que existe “gran divergencia entre las opiniones que señalan al río Santiago como la causa que provocó la muerte del niño y las que no”, pero resulta inevitable establecer una relación entre la contaminación del río y las enfermedades entre los habitantes de la zona.
Para concluir, exhortan a las autoridades gubernamentales “a tomar medidas efectivas y urgentes para evitar que tan tristes sucesos se repitan”, confiados en que actuarán con la diligencia que merece la situación.
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