Ausencia de Semarnat y de alcalde de Mezquitic evitó llegar a acuerdos
Agustín del Castillo - PÚBLICO
Los comuneros de Santa Catarina Cuexcomatitlán, Mezquitic, rechazaron ayer la segunda intentona de reunión para negociar el levantamiento del bloqueo a las obras de la carretera Bolaños-Huejuquilla que sostendrían con diversos representantes de los gobiernos municipales de la región, del gobierno de Jalisco y del gobierno federal.
La causa: no se presentaron en la sierra el delegado estatal de la Semarnat, José de Jesús Álvarez Carrillo, ni el presidente municipal de Mezquitic, Ernesto de la Torre Martínez, lo que motivó que no se entablara la discusión con la asamblea y que los representantes de las dependencias debieran bajar a pernoctar a Huejuquilla el Alto, 40 kilómetros al norte de la zona del bloqueo, en espera de una nueva oportunidad.
“Lo que hemos acordado es que se deje en manos del gobierno del estado la convocatoria a la nueva reunión, a la que sí asistan todas las dependencias; hubo por allí una propuesta de que esa reunión se realizara en Mezquitic o Huejuquilla, pero nosotros no estamos de acuerdo; la minuta que hemos firmado al anochecer señala que deberán llegar a este paraje [Ciénaga de los Caballos, a un lado del cerro La Puerta, que permanece tomado por los wixaritaris desde el lunes 11 de febrero] para que se sostenga el diálogo con la asamblea”, señaló por vía telefónica uno de los dirigentes huicholes, que pidió no ser identificado, tras considerar que no se trata de una postura personal, sino de un acuerdo comunitario.
Lo que sí se anunció durante la larga espera para una negociación que no se dio, fue que la delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), comenzará el próximo lunes 18 de febrero los trabajos de inspección, para determinar si hubiera violaciones a la legislación ambiental en los trabajos que realizan las constructoras de la ruta pavimentada de poco más de 120 kilómetros, según las denuncias de la comunidad huichola o wixárika (Público, 12 de febrero de 2008).
En resumen, la oposición de los indígenas es porque la asamblea, máxima autoridad de las comunidades indígenas según la Ley Agraria, no avaló la construcción de la carretera, y de ese modo se “está faltando al respeto a la comunidad”, aunque las autoridades sostienen que sí existe el acta de asamblea que aprueba las obras.
Señalan que esta nueva infraestructura pone en riesgo sus lugares sagrados y las costumbres tradicionales, y además, abre las puertas de diversos depredadores, como cazadores y talamontes.
En contraste, los presidentes municipales creen que la carretera reduciría la marginación de estas montañas. “Da tristeza ahora darles apoyos para comprar el ataúd para bebés muertos en el trayecto, porque están muy lejos de los hospitales; a mí me tocó ayudar al sepelio de una mujer huichola de Nueva Colonia que no alcanzó a llegar; se muere la gente y no quieren la carretera, pero no ven la ventaja, porque se van a salvar vidas”, señaló a este diario el alcalde de Huejuquilla el Alto, Miguel Ángel Medina López.
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