37 solicitudes y denuncias de vecinos de Jalisco y Nayarit llegan a nada.
Agustín del Castillo - PÚBLICO
Nomás nos ha faltado hablar con Dios", resume doña Blanca Ortiz, ejidataria de Ixtapa, en Puerto Vallarta, quien ha participado en 37 gestiones diversas 24 de ese núcleo agrario ante todo tipo de autoridades para contener la extracción desmedida de materiales pétreos de los ríos Ameca y Mascota, en los linderos de Jalisco y Nayarit.
A poco más de cuatro años, más de 20 extracciones continúan socavando ambos ecosistemas, modificando el curso de los ríos y dañando sus comunidades biológicas. Todo por la arena, grava y piedra que demanda el gigantesco proceso de urbanización que, si bien es anterior a la Riviera Nayarit, fue llevado a sus mayores niveles a partir de este proyecto turístico.
La ejidataria da cuenta de 25 documentos presentados ante autoridades enclavadas en Jalisco y doce ante las de Nayarit. Respuestas: sanciones, inspecciones, condiciones de operación, suspensiones temporales; pero los explotadores siempre regresan.
El caso Ixtapa, un ejercicio estéril. La primera denuncia del ejido fue hecha ante la delegación Jalisco de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, el 5 de noviembre de 2003. Una denuncia popular "por las extracciones que realizan las cribas en el río Mascota [ ] solicita se verifique la autorización emitida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales [Semarnat] en materia de impacto ambiental, o bien, verificar las condiciones bajo las cuales se emita dicha autorización".
Esto trajo un rosario de peticiones documentales: el 11 de marzo de 2004, ante "la falta de respuesta a la denuncia del 5 de noviembre de 2003 [ ] ocasionando la continuación en la explotación irracional de los recursos naturales en el cauce del río Ameca ".
El 29 de marzo de 2004 insisten ante la Profepa. El 14 de junio de 2004 acuden a la Comisión Estatal de Derechos Humanos por la violación de su derecho de petición. El 30 de noviembre de 2004 acuden a la delegación de la Semarnat en Jalisco para solicitar consulta pública "en referencia a la denuncia del 5 de noviembre de 2003, para revisión de estudios de impacto ambiental de las cribadoras ". El 14 y el 20 de diciembre de 2004, de nuevo a la Profepa de Jalisco, con la novedad de dos cribadoras recién instaladas.
Año 2005. El 1 de abril piden a la Semarnat Jalisco consulta pública de los estudios de impacto ambiental. El 4 de abril, a la Profepa Jalisco, solicitan la regulación de las actividades de las cribas "con la finalidad de permitir la regeneración natural del río Mascota"; el 23 de mayo, a la Presidencia Municipal de Puerto Vallarta, demandan inspeccionar "los caminos usados para transportar material pétreo, mientras se concluyen gestiones de la denuncia del 5 de noviembre de 2003".
El tiempo largo no es eternidad, pero cómo se parecen. El 27 de junio, los ejidatarios hicieron cuatro gestiones: ante la Gerencia Regional Lerma-Santiago-Pacífico de la Comisión Nacional del Agua (CNA), la Semarnat-Jalisco, la Profepa-Jalisco y el Ayuntamiento de Puerto Vallarta. "Solicitud de participación para conveniar y solucionar problema de sobreexplotación de recursos del río Mascota".
19 de agosto. A la Semarnat-Jalisco. "Solicitud de consulta pública para el análisis de los estudios de impacto ambiental de las cribadoras Géminis Int, Hermanos Santana Alencaster, Érik Curiel Curiel, Agregados San José, Ricardo Jiménez Ramírez y Materiales para Construcción". Otra petición, del 23 de agosto, pide la copia electrónica de los documentos. El 24 de octubre, solicitan autorizar de forma "condicionada" a tres cribadoras no regulares.
Y en 2006, el ejido entablaría, de nuevo, el 18 de enero, denuncia popular contra las cribadoras del río Ameca; el 25 de enero, contra las del Mascota. El 5 de septiembre piden a la Semarnat Jalisco las "condicionantes" exigidas a tres cribadoras; el 2 de octubre piden los resolutivos de impacto ambiental. A la Profepa, el mismo día le demandan los resultados de su inspección al río Mascota; la misma dependencia recibió el 30 de octubre una denuncia contra Juan José Pilas Amaya por extraer materiales sin permiso. Será el 29 de noviembre de 2007, más de un año después, cuando se inconformen por un nuevo permiso.
La semana pasada, el 24 de enero de 2008, doña Blanca Ortiz acudió al Congreso de Jalisco en busca de una nueva gestión. Y se sintió profundamente frustrada al confirmar que sus amados ríos siguen subsidiando la demanda inagotable de los constructores de la Riviera Nayarit.
A poco más de cuatro años, más de 20 extracciones continúan socavando ambos ecosistemas, modificando el curso de los ríos y dañando sus comunidades biológicas. Todo por la arena, grava y piedra que demanda el gigantesco proceso de urbanización que, si bien es anterior a la Riviera Nayarit, fue llevado a sus mayores niveles a partir de este proyecto turístico.
La ejidataria da cuenta de 25 documentos presentados ante autoridades enclavadas en Jalisco y doce ante las de Nayarit. Respuestas: sanciones, inspecciones, condiciones de operación, suspensiones temporales; pero los explotadores siempre regresan.
El caso Ixtapa, un ejercicio estéril. La primera denuncia del ejido fue hecha ante la delegación Jalisco de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, el 5 de noviembre de 2003. Una denuncia popular "por las extracciones que realizan las cribas en el río Mascota [ ] solicita se verifique la autorización emitida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales [Semarnat] en materia de impacto ambiental, o bien, verificar las condiciones bajo las cuales se emita dicha autorización".
Esto trajo un rosario de peticiones documentales: el 11 de marzo de 2004, ante "la falta de respuesta a la denuncia del 5 de noviembre de 2003 [ ] ocasionando la continuación en la explotación irracional de los recursos naturales en el cauce del río Ameca ".
El 29 de marzo de 2004 insisten ante la Profepa. El 14 de junio de 2004 acuden a la Comisión Estatal de Derechos Humanos por la violación de su derecho de petición. El 30 de noviembre de 2004 acuden a la delegación de la Semarnat en Jalisco para solicitar consulta pública "en referencia a la denuncia del 5 de noviembre de 2003, para revisión de estudios de impacto ambiental de las cribadoras ". El 14 y el 20 de diciembre de 2004, de nuevo a la Profepa de Jalisco, con la novedad de dos cribadoras recién instaladas.
Año 2005. El 1 de abril piden a la Semarnat Jalisco consulta pública de los estudios de impacto ambiental. El 4 de abril, a la Profepa Jalisco, solicitan la regulación de las actividades de las cribas "con la finalidad de permitir la regeneración natural del río Mascota"; el 23 de mayo, a la Presidencia Municipal de Puerto Vallarta, demandan inspeccionar "los caminos usados para transportar material pétreo, mientras se concluyen gestiones de la denuncia del 5 de noviembre de 2003".
El tiempo largo no es eternidad, pero cómo se parecen. El 27 de junio, los ejidatarios hicieron cuatro gestiones: ante la Gerencia Regional Lerma-Santiago-Pacífico de la Comisión Nacional del Agua (CNA), la Semarnat-Jalisco, la Profepa-Jalisco y el Ayuntamiento de Puerto Vallarta. "Solicitud de participación para conveniar y solucionar problema de sobreexplotación de recursos del río Mascota".
19 de agosto. A la Semarnat-Jalisco. "Solicitud de consulta pública para el análisis de los estudios de impacto ambiental de las cribadoras Géminis Int, Hermanos Santana Alencaster, Érik Curiel Curiel, Agregados San José, Ricardo Jiménez Ramírez y Materiales para Construcción". Otra petición, del 23 de agosto, pide la copia electrónica de los documentos. El 24 de octubre, solicitan autorizar de forma "condicionada" a tres cribadoras no regulares.
Y en 2006, el ejido entablaría, de nuevo, el 18 de enero, denuncia popular contra las cribadoras del río Ameca; el 25 de enero, contra las del Mascota. El 5 de septiembre piden a la Semarnat Jalisco las "condicionantes" exigidas a tres cribadoras; el 2 de octubre piden los resolutivos de impacto ambiental. A la Profepa, el mismo día le demandan los resultados de su inspección al río Mascota; la misma dependencia recibió el 30 de octubre una denuncia contra Juan José Pilas Amaya por extraer materiales sin permiso. Será el 29 de noviembre de 2007, más de un año después, cuando se inconformen por un nuevo permiso.
La semana pasada, el 24 de enero de 2008, doña Blanca Ortiz acudió al Congreso de Jalisco en busca de una nueva gestión. Y se sintió profundamente frustrada al confirmar que sus amados ríos siguen subsidiando la demanda inagotable de los constructores de la Riviera Nayarit.
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