domingo, 27 de abril de 2008
Ven“riesgos” por el cambio en La Primavera
Agustín del Castillo - PÚBLICO
Para Rafael González Franco, director de la consultoría Define, “no se puede pretender un área natural protegida, sobre todo una con la vulnerabilidad de La Primavera, que no ocasione afectaciones a intereses particulares; es evidente que el interés de los propietarios fue afectado ya, con la creación del decreto en 1980, y que ellos hoy en buena parte quieren echar atrás una estrategia de conservación”.
Por eso, consideró “muy preocupante” que el secretario de Desarrollo Rural, Álvaro García Chávez, haya señalado que el próximo director de La Primavera deberá “conservar sin perjudicar a los propietarios”.
Esto lo llevó a preguntarse a qué clase de intereses sirve el funcionario estatal, lo que a su juicio deja en pie la duda sobre los verdaderos motivos de la destitución de Salvador Mayorga Castañeda como director ejecutivo del área de protección de flora y fauna, realizada sorpresivamente la noche del pasado miércoles (Público, 24 de abril de 2008).
González Franco encabezó la elaboración del Diagnóstico del estado actual y gestión para las áreas naturales protegidas del estado de Jalisco: Nevado de Colima, sierra de Quila y bosque La Primavera, entregado en 2004 a la Seder como base de los cambios que se requerían para garantizar a largo plazo la conservación de los valores naturales enclavados en dichas áreas. Allí se señaló para La Primavera un diseño institucional inadecuado y la falta de compromiso real de los actores con el proyecto de conservación, como sus principales problemas (ver edición del 9 de mayo de 2005). Tras el devastador incendio de hace tres años, se prometieron acciones pero no terminaron de cuajar.
A partir de ese conocimiento, el director de Define se hace las interrogantes acerca de lo que acarrea la destitución de Mayorga Castañeda.
“De entre las cosas que me brincan de las declaraciones que dio en Tamazula [el titular de Desarrollo Rural el jueves 24 de abril], en primer lugar, eso de que se cumplieron las formalidades en la sesión del consejo en que Salvador fue destituido, tengo mis dudas, y de que se haya dado una votación unánime, también; pero lo que más preocupa es cómo se pretende un nuevo director del bosque cuando se dejó de lado cómo asumir los retos de La Primavera, y estaba claro que debía discutirse la propuesta del programa de manejo, que debe ser el instrumento rector”.
“Desde el famoso ‘La Primavera no es ya una quinceañera’ que emitió el entonces gobernador [Francisco] Ramírez Acuña tras el incendio de abril de 2005, no se ha dado una discusión en serio sobre lo que se busca, si se pretende o no cambiar la categoría de protección del bosque y cuáles son los aspectos a proteger; entonces, un nuevo director va a responder a qué proyecto, si eso no se ha discutido”.
Por otro lado, “en ningún lugar se decide una destitución sin tener claro el procedimiento para hacerlo; no comprendo por qué tanta prisa; debería derivar de un procedimiento muy claro y con un perfil muy definido del puesto que se busca”. Así, se llega a un escenario donde no hay proyecto, no hay claridad, no hay recursos y no hay perfil, “y todo eso ocasiona sospechas fuertes sobre los verdaderos motivos del cambio de Mayorga”.
El cambio del director, si bien es facultad del organismo de gobierno de la reserva protegida, obliga a consultarlo con el gobierno federal, por medio de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), “al menos, correrle la cortesía”, pues se trata de una demarcación protegida por un decreto del Presidente de la república, y en última instancia, responsabilidad de la propia Conanp.
Historia
Los conflictos de Salvador
Mayorga Castañeda
Salvador Mayorga Castañeda, de profesión arquitecto, llegó a la dirección ejecutiva de La Primavera en 1997, bajo la sombra de su hermano, el ex secretario de Desarrollo Rural Francisco Mayorga Castañeda, y aunque este nombramiento generó dudas entre los protectores del bosque, con el tiempo reconocieron la voluntad de aplicar la protección en las 30,500 hectáreas de la demarcación protegida
Pronto entró en conflicto con el grupo de propietarios rurales afectados con el decreto de 1980, que dio al traste con negocios inmobiliarios multimillonarios como Ciudad Primavera, de Jorge Dipp Murad. Éstos lo señalaron de “intransigente” y en diversas ocasiones demandaron su cese
El servidor público dio muestra de habilidad al sacar adelante el programa de manejo vigente, en 2000, y al mantener la presencia institucional pese a los escasos recursos. Ninguno de los tres gobernadores que atraviesa su gestión otorgaron dinero suficiente; en los últimos tres años, el enfrentamiento con la Seder —dependencia con un enfoque claramente productivista, y no proteccionista como es el decreto federal— lo aisló
Desde el incendio de 2005, en que al gobernador Ramírez Acuña le vendieron la idea de su responsabilidad en el desastre —el fuego pasó por más de once mil hectáreas— se ha cantado su destitución. Los grupos conservacionistas, como Greenpeace, y diversos científicos, consideraron que sería contraproducente. Pero la Seder lo logró el pasado 23 de abril.
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