sábado, 3 de mayo de 2008

Reforestar no siempre es adecuado

Debe ser parte de una política integral de manejo, advierte Enrique Jardel; en caso de una degradación avanzada, y con controles, es opción viable

Agustín del Castillo. PÚBLICO

La cuestión no es si se plantan pinos, caobas o nopales, "sino dónde se plantan, para qué y si se establecen las reforestaciones y se mantienen a largo plazo. La reforestación no se acaba después de plantar un arbolito y tomarse la foto correspondiente, sino años después, cuando se tiene un bosque, una selva o un matorral cubriendo lo que antes era un terreno desmontado", advierte el experto forestal del Instituto Manantlán de Ecología y Conservación de la Biodiversidad, Enrique Jardel Peláez.

En relación con los saldos de Pro Bosque, devenido en "pro nopal" con 130 millones de especies no arbóreas, propias de clima semidesértico (Público, 28 a 30 de abril de 2008), el investigador de la UdeG hizo comentarios para este diario.

"El argumento de Vicente Arriaga me parece correcto: hay que seleccionar las especies adecuadas para las condiciones de los sitios a reforestar, y en México una alta proporción de las tierras forestales [alrededor de 60 por ciento], corresponden a zonas áridas y semiáridas…".

Desde luego, "generalmente lo forestal se asocia a bosques y selvas, y la misma Conafor lo hace con frecuencia: su lema se refiere a esos ecosistemas y su programa principal se llama Pro Árbol, y esto es un indicio del sesgo que ha predominado históricamente en la política forestal mexicana, para la cuál parece que hay ecosistemas forestales 'de primera' [bosques de coníferas y selvas húmedas] y de 'segunda' [manglares y pantanos, matorrales semiáridos y selvas secas]".

Sin embargo, "la diversidad de México requiere una política forestal y ambiental integral, y hay que tener claro que la reforestación es solo una parte de esta política y que su éxito depende de que funcionen bien otros componentes, como el manejo forestal comunitario, las áreas protegidas, la integración de cadenas productivas, la protección forestal [control de plagas y enfermedades, prevención de incendios y manejo del fuego], el desarrollo tecnológico y la economía del sector".

De los programas de reforestación, a Jardel lo que le preocupa "es cómo se llevan a cabo […] una reforestación mal hecha puede tener efectos ambientales negativos, como interferencia en procesos de regeneración natural e introducción de especies exóticas [las que no son nativas del lugar y pueden ser introducidas deliberada o accidentalmente], incluyendo en ocasiones organismos causantes de plagas o enfermedades y plantas invasoras".

Por eso, es importante "definir los objetivos". Es decir, si se trata de recuperar cobertura forestal, establecer una plantación con fines comerciales, mejorar condiciones de paisaje o restaurar un área degradada. Cada caso requiere manejo distinto y componentes variables, acota.

"Restauración […] implica una serie de intervenciones en un área deteriorada para eliminar o controlar las causas de degradación y recuperar la composición de especies, estructura y funciones ecológicas, como formación de suelo, captación de agua, hábitat para la conservación de biodiversidad, captura de carbono".

Así, obliga a un entendimiento de los procesos ecológicos y una planeación adecuada. "Si el estado de degradación no es demasiado crítico [aún se conserva suelo y hay áreas adyacentes no alteradas que pueden servir como fuente de semillas], el control de los factores de deterioro [quemas, sobrepastoreo, desmontes o tala] puede ser suficiente para que el sitio se regenere solo.

Casi siempre la regeneración natural es una mejor opción que la reforestación". Si el grado de deterioro es alto, entonces se requieren intervenciones y ahí encaja una reforestación.

Planificarla lleva a vigilar el aspecto del sitio tanto en lo ecológico como en lo social y lo económico. "Ver las condiciones sociales: tenencia de la tierra, uso del suelo y las causas sociales que han generado la deforestación. Si esto último no se resuelve, el área reforestada va a sufrir el mismo destino", y terminará en fracaso, puntualiza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimado Sergio: te faltó subir esta nota de seguimiento del "pronopal", ahí te la dejó, saludos