El rector de la UdeG, Carlos Briseño Torres, se sumó a las protestas en contra de la destrucción del bosque Los ColomosRaúl Torres - LA JORNADA JALISCO
Después de analizar el caso con el aparato jurídico de la Universidad de Guadalajara, el rector de la institución, Carlos Briseño Torres, se sumó a las protestas de los vecinos del bosque Los Colomos que intentan detener los proyectos inmobiliarios que se ciernen sobre el predio de 15 mil 131 metros cuadrados que se encuentra en el 1815 de la calle Retorno al Torreón y que supuestamente pertenece al área de protección hidrológica del bosque.
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, Briseño Torres pronunció un discurso en el que, ante los manifestantes que lo acompañaron, acusó a los gobiernos municipales de Guadalajara y Zapopan de ser cómplices de este “ecocidio” por permitir que particulares se apropien de un predio público y protegido.
“Hoy vemos cómo la voracidad de quienes no se han hartado de ganar dinero a costa de la población, con apoyos desde el Ayuntamiento de Guadalajara y posiblemente de Zapopan, quieren fraccionar cercenando este parque ecológico de los jaliscienses; sabemos que hay funcionarios en el Ayuntamiento de Guadalajara que tienen intereses particulares en fraccionar”, señaló el rector.
Aunque el predio está delimitado con maya ciclónica y ostenta letreros donde se advierte que es propiedad privada, los miembros de la asociación Vecinos por Colomos abrieron la entrada del cercado e impidieron que los cuidadores volvieran a cerrar las puertas; una vez que el rector de la UdeG llegó al lugar de la protesta, los organizadores lo invitaron a entrar a la supuesta propiedad privada para que ahí dentro diera su mensaje.
“Han tumbado árboles, han cercado y estamos aquí dentro de lo que ellos denominan propiedad privada, haciendo patente nuestra inconformidad y nuestra solidaridad plena con los ciudadanos que quieren defender uno de los pulmones de la Zona Metropolitana de Guadalajara”, arengó Briseño Torres antes de exigir a los ayuntamientos de Zapopan y Guadalajara, y a sus respectivos alcaldes (Juan Sánchez Aldana y Alfonso Petersen Farah) a que tomen cartas en el asunto.
“Queremos que vuelvan a plantar los árboles que quitaron, pero si no lo hacen vendremos nosotros a plantar nuevos árboles para reforestar este espacio de 15 mil metros cuadrados que hoy pretenden fraccionar para ganarse dinero fácil”, señaló el funcionario universitario antes de invitar a “los ciudadanos conscientes” a unirse a esta lucha.
El rector aseguró tener pruebas y alegatos jurídicos que implican a un regidor del Ayuntamiento de Guadalajara en presuntas irregularidades a favor de quienes pretenden construir dentro del bosque.
“Tenemos pleno conocimiento (de quienes detentan la posesión del predio), como dice el refrán popular: tenemos los pelos de la burra en la mano. En su momento los daremos a conocer”, dijo Briseño Torres.
Sin mencionar nombres, Briseño Torres se refirió al regidor Juan Pablo de la Torre Salcedo, a quien se le relaciona con Alvaro Corvera Nepote y Tomás Colsa Chalita, dos de los supuestos dueños del predio en cuestión.
El rector recordó que el propietario de las 248 hectáreas del bosque es el gobierno del estado y corresponde a los ayuntamientos de Zapopan y Guadalajara cuidarlo, por lo que –consideró– están fallando los dos niveles de gobierno. En ese sentido exhortó al gobierno de Jalisco a recuperar la totalidad de hectáreas que le pertenecen al bosque.
Del lado de Zapopan las invasiones registradas por la asociación Vecinos por Colomos son: torres Las Reservas, coto Soto Grande, coto Pontevedra, iglesia de San Juan Macías, fraccionamiento Puerta de Hierro y Plaza Andares. Por el lado de Guadalajara la única invasión registrada hasta el momento es la del predio de Regreso al Torreón.
Por su parte, el abogado general de la Universidad, Jorge García Domínguez, dijo que de acuerdo a los planos que desde 2005 se elaboraron para determinar los dos polígonos que indican los límites del bosque, el terreno de Regreso al Torreón se encuentra dentro del área protegida, por lo que las escrituras que detentan los presuntos dueños deben tener alguna irregularidad.
Reconoció que no ha visto personalmente esas escrituras, pero basó su opinión en los mapas trazados por el gobierno de Jalisco y que ya son de dominio público.
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