martes, 8 de julio de 2008

El despojo sería un “grave retraso” para las áreas protegidas

Rocío Ramos - PUBLICO En graves circunstancias estarán todas las áreas naturales protegidas de México si se pasa por alto la decisión judicial de eliminar más de 550 hectáreas de La Primavera, advirtió Arturo Curiel Ballesteros, investigador del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA). Las instancias de Jalisco y la nación deben idear la manera de echar atrás la decisión, alertó el académico: “Todas las áreas naturales protegidas están basadas bajo el interés público sobre el interés particular y un interés público que prevalece a través del tiempo; yo creo que lo que estaría pasando en La Primavera pondría en graves circunstancias todas las áreas naturales protegidas de México”. Curiel Ballesteros invitó a legitimar intereses para responder a aspectos especulativos, pues opinó que son una falta grave en materia de planeación y entorpecen el desarrollo del estado. “Desde hace cien años se sabía que el área [La Primavera] era importante, pero no hay defensas bien elaboradas, y yo creo que no están identificados con el valor de la amplia riqueza que tiene Jalisco, ni de la velocidad con la que lo está perdiendo la competitividad que tiene el estado”, agregó. El académico declaró que el que no exista una visión en términos de valoración de los servicios de los ecosistemas para el bienestar humano debería retomarse con mucha claridad, para que el estado mantenga cierta competitividad en los próximos años. “El criterio es destruir los lugares para hacer algo que se puede hacer en cualquier lado, sin valorar lo que se pierde”, recalcó. Abonó a la discusión el tema de las plantaciones de árboles que no funcionan para recuperar zonas devastadas. “La plantación de árboles, como la que se hizo la semana pasada, no contribuye a mejorar el medio ambiente, porque en términos de plantaciones estamos perdiendo la mitad”. La contabilidad de los árboles, para que sea certera, se hace tres años después de la plantación, y se pierden 800 hectáreas por cada una que se restaura, recordó el investigador del CUCBA. La reforestación, dijo, no se está haciendo de manera responsable, porque no se hace en los lugares adecuados. “Además, primero se debe resolver el sobrepastoreo y los incendios”, expresó.

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