miércoles, 9 de julio de 2008

Sólo busca desprestigiar a Puerto Vallarta, dice Bravo Carbajal

Rechazó que exista contaminación en dichas playas, aunque aceptó que los resultados bacteriológicos “pueden afectarse sensiblemente" Javier Santos - Corresponsal, LA JORNADA JALISCO Justo donde se carece de planta de tratamiento de aguas, en Mismaloya, fue donde Greenpeace denunció el pasado domingo que existía la playa más contaminada del país. Tras ello, el alcalde de Puerto Vallarta, Javier Bravo Carbajal, con datos “oficiales” de la Secretaría de Salud de Jalisco y la Comisión Nacional del Agua (CNA), rechazó que exista contaminación en dichas playas, aunque aceptó que los resultados bacteriológicos “pueden afectarse sensiblemente en temporada de lluvias”. Subrayó que Greenpeace hace alusión a una de las diez playas en las que se realizan mediciones mensuales y enseguida arremetió contra los ambientalistas al destacar que solamente buscan desprestigiar al destino. “La playa de Mismaloya, respecto a las demás playas de Puerto Vallarta, es la que ha presentando algunas variaciones en sus indicadores, pero siempre por debajo de la norma, a excepción del 12 de febrero, que fue un hecho aislado; sin embargo, en relación con las mediciones que realizan las secretarías del Medio Ambiente y Recursos Naturales, de Marina, de Salud y la de Turismo, cuyos datos se encuentran en las páginas de Internet de dichas dependencias, los números manifiestan una playa que es limpia y que está muy por debajo de los estándares que la puedan catalogar como una playa sucia”, precisó. El munícipe señaló que “de acuerdo con la tabla que presenta la Semarnat en su página web, las fechas de febrero 19, marzo 11, abril 3 y mayo 7 muestran cifras que se mantienen en un máximo de 20 y un mínimo de 10 enterococos por cada 100 mililitros, y el número de enterococos que determina riesgo sanitario es de 500 por cada 100 mililitros. Reconoció como caso excepcional la muestra del 12 de febrero –fecha en que no había lluvias– cuando se detectaron altos niveles de contaminación, pero advierte que en las muestras subsecuentes se manifiesta una baja de las mismas. Pero en junio, justificó, “los resultados de la calidad bacteriológica del agua pueden afectarse sensiblemente durante la temporada de lluvias debido al arrastre de materiales de las partes altas a la costa”. Mientras tanto, el alcalde firmó este día el proceso de certificación ambiental con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiental (Profepa), lo cual –dijo– “le dará más certidumbre a un destino turístico en el que se están implementando acciones que protegen al medio ambiente y que somos una ciudad que sabe vivir y convivir con el entorno que la rodea”.

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