Mauricio Ferrer - LA JORNADA JALISCO
El gobernador Emilio González Márquez incumplió ayer el acuerdo que prometió la semana pasada de atender a las tortilleras de San Isidro Mazatepec, quienes, desde agosto de 2007, enfrentan un reglamento municipal que les prohíbe producir y comercializar tortillas hechas a mano.
Alrededor de las 2 de la tarde de ayer, unas 10 mujeres, pertenecientes a este grupo de productores de tortillas artesanales en San Isidro Mazatepec, delegación del municipio de Tala, Jalisco, tocaron el timbre de Casa Jalisco, el recinto que por seis años alberga al mandatario estatal.
Acudieron a un diálogo con González Márquez, quien les había asegurado el miércoles 22 de octubre que las recibiría en Casa Jalisco. “No está, vayan a la Seproe (Secretaría de Promoción Económica)”, fue la respuesta que obtuvieron del guardia del lugar.
Las mujeres esperaron hasta las 14:40 horas. Llevaban con ellas algunos kilos de tortillas que producen, salsa de molcajete y queso, como el gobernador les había solicitado la semana pasada.
Pero en Casa Jalisco no salió nadie. Ni el secretario general de Gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez, ni el policía que las atendió desde una ventanilla.
La agenda del gobernador para ayer marcaba una reunión en Guanajuato, donde estaría presente el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño.
En julio de 2007 el Ayuntamiento municipal de Tala, Jalisco, que preside el perredista Cipriano Aguayo Durán, instauró un reglamento que prohíbe comprar y vender tortilla hecha a mano en la región. Es un ordenamiento que, a decir de Aguayo Durán, no cumple con la Norma Oficial Mexicana 187 para la elaboración de tortilla, aunque el alcalde nunca ha sabido definir dicha norma en diferentes entrevistas con La Jornada Jalisco y otros medios de comunicación.
Producto de la “ley antitortilla”, como se le conoce ya en Tala, ha sido una serie de operativos para clausurar los locales rústicos que cuentan con comales, masa y mujeres que trabajan ahí, como lo dio a conocer este diario desde abril pasado.
Ayer, las mujeres decidieron no acudir a la Seproe, porque “ya hemos ido muchas veces y no confiamos ya en la dependencia”, dijo Guadalupe Valle, una de las dirigentes del movimiento, quien prevé que se trata de “una maniobra más del aparato”.
Un pequeño grupo de las mujeres acudió a Seproe, donde fueron atendidas por el titular de la dependencia, Alonso Ulloa Velez. Ahí, en una reunión en la que también estuvo presente Cipriano Aguayo, se determinó la derogación temporal o definitiva del reglamento, la posibilidad de licencias para las tortilleras y que se adecuen a lo que marca la NOM 187, peticiones que anteriormente ya les han hecho para que puedan acceder a recursos estatales pero que el alcalde de Tala, no ha cumplido.
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