lunes, 20 de octubre de 2008
La quieren drenar para beneficio privado
Sergio Blanco - PÚBLICO
Habitantes del poblado de Cajititlán, en Tlajomulco, denunciaron que autoridades municipales intentan extraer agua de la laguna para bajar el nivel que obtuvo durante el temporal, que por lo copioso ya ocasionó que se inundaran varios de los fraccionamientos de alta plusvalía de la zona, como Los Tres Reyes y La Noria, publicitados como exclusivos por encontrarse en la laguna, donde de hecho ya lo están.
Elías Rodríguez, vicepresidente de la Federación Agronómica Estatal, refiere que las casas afectadas son “de gente pudiente”, afectadas ahora porque, al encontrarse dentro de la zona federal del lago, y por la mala hidráulica de los drenajes, se encuentran anegadas. La responsabilidad, aseguran, es del fraccionador Antonio Sánchez Ramírez, por construir dentro del vaso del lago y no haber previsto la posibilidad de que éste se llenara.
“Quién les manda construir a medias del lago”, indicó molesta Bertha Valle Vargas, vecina del lugar, quien se rehúsa a que bajen el nivel actual de la laguna.
Los habitantes de Cajititlán refieren que en días pasados tuvieron una reunión con personal de Protección Civil de Tlajomulco y del ayuntamiento, quienes los trataron de convencer que, por su bien, tenían que sacarle agua a la laguna, aunque aseguran que “alguien fue a decirles que vinieran”.
Valentina Suárez, de 76 años, relató que en la reunión les explicaron que sacarían agua “porque había unas personas afectadas porque hicieron unas fincas adentro de la laguna cuando estaba un poquito seco. Entonces yo les dije: ‘Bueno, ¿para qué andan fincando en el agua? Ahí era agua, o cómo no las subieron cinco metros de alto [las fincas] y ahí con una lancha los podían transbordar”.
Incluso doña Valentina resultó afectada por el nivel de la laguna, pues posee unos departamentos que se inundaron también, situación que le señalaron los empleados municipales para que accediera a sus intenciones, a lo que les respondió: “No le hace, a ustedes qué les importa, si yo finqué en la laguna pues ni modo. Yo quiero que haya más agua”. Ante la negativa no sólo de doña Valentina, sino de todo el pueblo, los empleados municipales se retiraron pero volvieron para abrir las compuertas de El Tajo, el cual es un canal que se construyó con la intención de llevar agua a Guadalajara, pero que no funcionó por “las secas”.
El miércoles pasado, personal del municipio intentó abrir las compuertas pero encontró resistencia en un grupo de “puras viejas, los hombres son medio miedosos”, según doña Valentina. Roberto Montes, el Bola, le dio la razón: “Sí, somos medio pendejos”.
Valentina culpa a quienes diseñaron los drenajes, tanto en su pueblo como en los fraccionamientos: “Eso es lo que deberían de arreglar, no sacarle el agua, a mí qué me importa que hayan hecho allá fraccionamientos que ya no tienen salidera de agua, no, pues que hayan visto eso, ¿el agua para dónde va a ir?” Señaló también a los fraccionadores como primeros responsables: “¿Por qué andan vendiendo donde las tierras son federales? Entonces ya les anda ahorita”.
Cajititlán, cuenca sacada del aislamiento
La cuenca de Cajititlán es endorreica, es decir, cerrada, por lo que el agua que entra es sólo de precipitación pluvial y sólo puede salir a través de infiltración o evaporación, al menos en teoría, porque tal condición ha sido alterada gracias a la intervención del hombre que ha modificado la entrada y salida de agua.
Una entrada de agua data de hace unos 50 años, cuando se construyó un borde hacia el poniente de la laguna, rumbo a la cabecera municipal de Tlajomulco, para ganarle terreno a ésta, refirió Elías Rodríguez, habitante de la región; la división artificial es susceptible de inundarse durante las lluvias, por lo que para evitarlo, en un lugar llamado El Cárcamo, en Cuexcomatitlán, hay dos bombas eléctricas y seis mecánicas, para bombear el agua sobre el borde, desde el terreno ganado, hacia la laguna.
Un canal más, hacia el norte de El Cárcamo, traslada las aguas negras de la cabecera municipal de Tlajomulco y las industrias Peñafiel y dulces De La Rosa hacia la laguna. A su vez, de una cuenca vecina llamada Los Sabinos, corre un arroyo que antes se conectaba con el río Santiago, pero que fue desviado hacia la laguna de Cajititlán a través de un canal llamado Los Cedros, en el municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos. Elías Rodríguez explicó que tal canal es “la única entrada de agua limpia que tiene la laguna”, pero ahora le han ordenado al cuidador de la compuerta que la cierre, pues “ya no quieren agua”.
También hay un canal que sale de la laguna llamado El Tajo. Las autoridades quieren abrirlo para bajar el nivel de la laguna.
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