Jorge Covarrubias - LA JORNADA JALISCO
Los compromisos pendientes impidieron que el presidente municipal de Guadalajara, Alfonso Petersen Farah, completara a bordo de su bicicleta el trayecto trazado por el propio ayuntamiento tapatío para la supervisión de obras en diversos puntos de la ciudad. De los seis lugares previstos, sólo se visitaron dos; los predios que se utilizarán para la Villa Panamericana y el Teatro de la Ciudad.
En lo que ya se ha vuelto una costumbre del primer edil, de subirse a la bicicleta el tercer lunes de cada mes, el recorrido de ayer sirvió para inaugurar el programa Mejor en Bici, del que se da la información completa en esta misma edición.
Se había previsto hacer un recorrido total de 6.9 kilómetros, pero sólo se cubrieron aproximadamente 2. Pocos ciudadanos saben que el presidente municipal sale en bicicleta cada mes, y pocos saben que lo hace acompañado de ciclo policías, elementos de protección civil y funcionarios de su gabinete que le van cubriendo la espalda.
“Así cualquiera anda en bicicleta”, se escuchó decir a una persona que observaba el contingente desde una acera.
Algunos peatones reconocieron al primer edil y no faltaron los saludos, los cláxones de automovilistas mostrando su simpatía hacia un presidente que decide unirse al populacho el tercer lunes de cada mes. Eso sí, sin perder la elegancia de su vestimenta. Saco sport en color negro, y un delicado pantalón de lana metido en uno de sus calcetines para no atorarlo con la cadena de la bicicleta.
Al contingente se sumaron el tesorero, Armando Cantú, el titular de Innovación y Calidad, Martín Gómez Plascensia, el director de Servicios Municipales, Fernando Dessavre, el director de Vinculación Política, Eugenio Arriaga, y Carlos Santoscoy, titular de Recursos Humanos. Por separado los siguieron la directora de Cultura, Elena Matute, y los responsables de la obra pública en el municipio, Gilberto Toscano García de Quevedo y Juan Palomar Verea, director de la Comisión de Planeación Urbana, ambos funcionarios señalados de presunta corrupción por la emisión de la licencia al complejo departamental Horizontes Chapultepec.
El primer punto visitado fue el antiguo edificio del Cinema Américas, ubicado cerca del parque Morelos, y que en breve tiempo se demolerá para dar inicio a la construcción de la Villa Panamericana. Un sentimiento de nostalgia se apoderó de algunos funcionarios al ingresar a dicho inmueble, donde alguna vez se proyectaron películas para más de 2 mil espectadores en una sola sala.
Los vestigios del inmueble aun permiten imaginar a la multitud disfrutando de algún filme en su majestuosa pantalla. Detrás de lo que fue la dulcería quedó una pizarra anunciando la película de Mentiras Verdaderas, protagonizada por Arnold Schwarzenegger, y un próximo estreno que seguro dejó atónitos a miles de adolescentes, Karate kid 4, cuyos boletos de entrada costaban sólo 10 pesos.
De ahí, el siguiente punto serían las plazas de San José y San Sebastián de Analco. El presidente volteó a su reloj y consideró que no había tiempo, así que terminaron en el Teatro de la Ciudad, un elefante blanco que no ha podido terminarse desde la administración de Francisco Ramírez Acuña.
La colosal estructura sorprendió a los funcionarios, en especial a Palomar Verea, quien en el acto comentó que con “unas butacas” ya puede ponerse en funcionamiento el inmueble.
La comitiva le dio la vuelta al edificio y al mismo tiempo se preguntaban qué hacer con el mismo. Gómez Plascencia opinó que quizá sería mejor darlo en comodato, pero no se habló de fechas, de inversión, ni de nada que sonara a compromiso.
Al final quedó la sensación, (y así lo dijeron algunos reporteros que acompañaron a la comitiva) que el recorrido nomás sirvió para cumplir con el paseo del presidente.
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