Guadalajara. Vanesa Robles. PÚBLICO-MILENIO
Dos torres de lujo se levantaron en el área pública de Colomos III, sobre una avenida principal: nadie se enteró. Al lado se instaló una escuela particular: nadie vio. Varias montañas de tierra aparecieron en un predio patrimonial, ahí mismo: ¿de veras? Un centro comercial caro "tomó" varias hectáreas de lo que es de todos: los mariachis callaron. El arroyo La Culebra y los efluentes que lo surten fueron alterados una y otra vez: el asunto está en regla.
Sin ojos, oídos, ni voz de las autoridades federales, estatales ni municipales, el área del gobierno del estado y la cuenca hidrológica de Colomos se reseca cada día, insistieron ayer académicos, abogados y activistas ciudadanos de varios grupos.
En total, el área pública de Colomos tiene 17 invasiones. Viudas codiciosas e iglesias figuran en la lista negra, recordaron ayer el académico de la Universidad de Guadalajara, Jaime Eloy Ruiz, y el activista del grupo Ciudadanos por Colomos, Juan José Sánchez.
Además, han desaparecido los arroyos que surten a los manantiales del bosque y a 17 colonias de la ciudad.
Existen denuncias ante diferentes administraciones de los ayuntamientos de Guadalajara —donde hay 116 hectáreas del bosque— y de Zapopan —81 hectáreas—. Ante el gobierno de Jalisco. Ante el Congreso del Estado. Ante la Procuraduría Federal de Protección del Medio Ambiente (Profepa). Ante la Procuraduría General de la República (PGR). Ante la Presidencia de la República.
Nada.
El gobierno del estado destinó a los litigios a dos abogados de la Procuraduría General de Justicia de Jalisco: Carlos Eduardo Ortega Buenrostro y Romualdo Ramos González. En opinión de Virginia Acosta, de Ciudadanos por Colomos, estos son honestos, pero están llenos de trabajo.
"Zapopan no ha podido proteger bien física y jurídicamente el área. Carecemos de mojoneras, muros de contención, controles de acceso. Ésta área parece tierra de nadie", denunció Jaime Eloy.
En juego están miles de millones de dólares. Se trata de la tercera zona más cara del país, donde el metro cuadrado cuesta 1,200 dólares.
Ayer, los interesados en que alguien haga algo —¿quién?— realizaron un Paseo del Terror por el área afectada de Colomos III y la zona del arroyo de La Culebra, en disputa por varios supuestos dueños y donde el Tec de Monterrey erigirá el coto privado Colinas de la Abadía. Con mapas en mano, demostraron el daño que han sufrido los arroyos y efluentes de la zona, cortesía de los intereses inmobiliarios.
Lo malo es que las autoridades ignoran esos mapas. Uno de ellos es el Plan de Urbanización para la Protección de la Zona Ecológica de los Colomos, que data de los años ochenta e incluye a toda la cuenta hidrológica.
Ayer, el académico Luis Valdivia, de la División de Estudios Geográficos de la UdeG, advirtió que la pérdida de los arroyos, desde los años setenta, redundará en desastres que podrían ser fatales. La pavimentación del área y la desaparición de los efluentes causarán que menos agua se infiltre y más agua corra por los caminos a su alcance.
La urbanización de la zona es posible, aclaró, pero con apego a criterios técnicos, no económicos.
Para las autoridades de Zapopan, por lo menos, el asunto no es para tanto. Ayer el director de Ecología del municipio, Justo Osorno, declaró a Notisistema que es falso que el abastecimiento de 17 colonias disminuirá por la invasión de edificios en la cuenca hidrológica.
No hay ojos, oídos, ni voces fuertes que defiendan a Colomos, insisten los activistas.
Amenazas anónimas hacia Royal Country
Por amenazas, el presidente de la Asociación de Colonos de Royal Country, Francisco Orozco, interpuso ayer una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de Jalisco.
Dijo que la madrugada de ayer, a las 04:56 am, un hombre llamó a su teléfono particular y le dijo: "Tarde o temprano una de tus hijas va a amanecer muerta en el arroyo".
El arroyo de la supuesta amenaza es La Culebra, que forma parte de la cuenca hidrológica Colomos. Francisco Orozco ha encabezado una lucha en contra de la ampliación de un tramo de 100 metros de la avenida Paseo del Royal Country, con el argumento de que se afectará la cuenca hidrológica.
El representante vecinal indicó que la de ayer fue la segunda llamada que recibió. La anterior fue el miércoles pasado, a las 15:00 horas: "Déjate de estar metiendo con nosotros o le vamos a partir la madre a ti y a tu familia".
Por la mañana, Orozco señaló que no tiene idea de la identidad del autor de las amenazas. Por la tarde, le dijo a un diario local que no volverá a defender la cuenca, pues teme por su familia.
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