Guadalajara. Agustín del Castillo. PÚBLICO-MILENIO
La reforestación no es la "solución mágica" de los problemas ambientales del país, pero hay 16 millones de hectáreas degradadas (8 por ciento del territorio) que exigen atención de ese programa de Pro Árbol, que aplica menos de 900 millones de pesos este año, advierte el coordinador general de Conservación y Restauración de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), Vicente Arriaga Martínez.
Admite que hay casos de fracaso entre los quince mil que ha financiado la Conafor, pero el hecho de que el promedio de supervivencia sea actualmente de 57 por ciento, indica que hay considerablemente más casos que logran los objetivos, esgrime en respuesta a los señalamientos de la organización ambientalista Greenpeace.
"Cuando alguien te critica usando información muy sesgada y parcial, es decir, ocho predios de quince mil, realmente no puedes evaluar nada; por eso existe la estadística, si quieres hacer un estudio serio de allí sacas una muestra que sea significativa y confiable".
Greenpeace concluye que apenas hay 8 por ciento de supervivencia. "Me parece que son casos seleccionados, donde además no ha habido la oportunidad de explicar el por qué; por ejemplo, se habla en Chiapas de una planta que se quedó, pero hay tramos de responsabilidad, y la que corresponde a la dependencia fue dar el subsidio y proporcionar la planta, y eso se cumplió; la planta se debió retirar el 8 de septiembre, pero el representante de la comunidad acudió hasta el 11 de octubre, un mes después, cuando ya no había condiciones para plantarla", dice en relación con la situación del ejido Domingo Chanona, en Chiapas, reportada por El Universal, el pasado 14 de enero.
"Lo peor de todo —agrega— es que, ocurran estos casos o no ocurran, sobre todo si ocurren en una proporción mínima y que realmente no desvirtúan de manera global al programa, hay un efecto de desánimo y pérdida de credibilidad de los ciudadanos hacia este tipo de programas", lamenta.
"Puedo decir que lo que más le ha hecho daño al país es que los gobiernos avientan primero la reforestación con mucho impulso y ya después se retiran […] los productores de planta se salen del mercado, y para volver a levantar el mercado de producción de planta es muy difícil; entonces se va perdiendo la costumbre de hacerlo por parte del campesino también…".
—Así no se puede consolidar una cultura forestal…
—Siempre se le ha pedido a los campesinos que ocupen la tierra, que siembren, incluso hubo una ley sobre tierras ociosas; hubo incluso un Programa Nacional de Desmontes, entonces, la dinámica del país durante todo el siglo pasado fue de deforestar y deforestar; cómo se revierte esa señal, ahora ya no desmontes, al revés, plántale, planta sobre terrenos extremadamente degradados, o sea, no lo hacemos en las mejores condiciones del mundo, y países que han tenido éxito en la reforestación es porque han sido temas que se consideraron de prioridad […] Por hablar de un caso en particular, Suecia, que ahora es un país puntal en términos de producción de planta, y con tecnologías muy avanzadas, se tardó más de 40 años en madurar un esquema para tres especies, y nosotros estamos hablando de más de cien especies con las cuales intentamos la reforestación, en condiciones ambientales variadísimas, casi cada reforestación es un caso…
—Sin olvidar lo degradado de los suelos y ecosistemas del país…
—Así es, cada reforestación necesita casi una receta única, entonces, que haya una supervivencia baja en reforestaciones con fines de restauración es más común de lo que se cree; es de verdad difícil que establezcas plantaciones y de inmediato tengas éxito, por muy buenas recetas que lleves […] Yo en la academia lo comprobé de manera experimental, parcelas con 90 o más por ciento de sobrevivencia, y otras con cero […] debemos meter este asunto en un contexto histórico y hasta que no obtengamos todo un proceso de aprendizaje, un manejo adaptativo, hay que seguir y seguir; al campesino no se le puede decir que un año reforeste y que al siguiente año ya no reforeste, sería un grave error, así nunca llegaríamos a nada.
—Los han criticado desde que el secretario [Juan Rafael] Elvira [Quesada] dijo que la supervivencia normal es de 10 por ciento.
—Claro, pero él dijo que si al final de 20 años quedaba 10 por ciento, estaba bien, si metimos mil arbolitos y quedan 200, es la densidad que tiene un bosque, es algo exitoso.
—Uno se pregunta si en algunos de estos lugares donde se financia la reforestación no sería mejor financiar un método de conservación de los ecosistemas que ya existen…
—Pero esos matices ya los tenemos; se cree que el Pro Árbol es un programa exclusivamente de reforestación y no es cierto; es un programa de aprovechamiento forestal, de conservación forestal, tenemos ya más de un millón de hectáreas bajo este esquema de conservación, de pago por servicios ambientales; estamos cubriendo todo el abanico de problemas […] la pregunta es qué hacemos con las 16 millones de hectáreas que están degradadas, ¿las dejamos así o las reforestamos?
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