Sergio Hernández - MURAL
Una nube color café, perceptible desde las partes altas de la Ciudad, afectó la calidad del aire que ayer respiraron los habitantes de la zona metropolitana.
Los niveles más altos de contaminación no fueron al amanecer, como la mayoría de las ocasiones, sino en la tarde, cuando las concentraciones de ozono y partículas menores a 10 micras (PM10) se incrementaron considerablemente.
A las 17:00 horas los niveles de contaminación eran de hasta 114 puntos imeca, con una calidad del aire calificada como mala para las zonas de Loma Dorada y Miravalle, hacia donde se fue la nube de smog.
Al ser una de las partes más altas de la Ciudad, el Cerro del Tesoro, en Tonalá, mostró en su esplendor la calidad del aire dañino para la salud, sobretodo de adultos mayores y niños.
Esta situación había sido advertida por el Instituto de Astronomía y Meteorología de la Universidad de Guadalajara, con su sistema de alerta temprana, y también por Mónica Reyes Garrido, funcionaria de la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable, que el 2 de enero informó que se venían días difíciles.
Explicó entonces que las condiciones climáticas del invierno, las inversiones térmicas y la alta cantidad de emisiones de contaminantes, sobretodo de los vehículos, ponían a la ciudad en alerta.
La evolución de la concentración de contaminantes en la ciudad puede seguirse a diario en la página http://semades.jalisco.gob.mx de la Secretaría de Medio Ambiente de Jalisco.
De acuerdo a los niveles de contaminantes que se presentaron ayer, no eran recomendables las actividades al aire libre en la zona oriente y sur oriente de la Ciudad.
El contaminante que más se elevó fue el ozono, que se origina por la reacción química que se genera cuando los gases se ponen en contacto con los rayos del sol.
El ozono genera irritación del sistema respiratorio y a largo plazo un envejecimiento prematuro.
El otro contaminante líder ayer fue el PM10, pequeñas partículas que por su tamaño penetran fácilmente a lo más profundo del sistema respiratorio, generando problemas tanto en los pulmones como en el corazón.
Tlaquepaque fue la tercer zona más contaminada junto a Loma Dorada y Miravalle. Esto es, la concentración de contaminantes se fue a la zona oriente.
Sólo en las zonas cercanas a la Minerva y a Atemajac los habitantes pudieron respirar aire de buena calidad.
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