domingo, 1 de junio de 2008
Zonas de importancia mundial
Agustín del Castillo - PÚBLICO
Los humedales costeros “suministran bienes y servicios ecológicos de gran importancia” para la humanidad. Al grado que sus ecosistemas están entre los más protegidos del planeta.
Su devastación acelerada sólo acarrea desgracias a los colonos que, de forma paradójica, los devastan hoy, pero los males finales tienen impacto tarde o temprano en la vida de los moradores de las zonas continentales más alejadas.
“En muchas partes los esteros y lagunas costeras sostienen pesquerías artesanales que pueden constituir una parte importante de la economía local. Los manglares que se asocian a estas zonas en las regiones tropicales constituyen bosques que pueden suministrar madera y otros materiales, apoyando actividades como el curado de cueros y la apicultura. Estos ecosistemas son áreas criticas de crianza y alimentación de especies de peces e invertebrados marinos y estuarinos con valor comercial alto o que constituyen elementos importantes de la diversidad, incluyendo especies amenazadas como tortugas y cocodrilos”, señala el documento Plan de acción para el manejo integrado de los humedales costeros del estado de Jalisco, elaborado por la UdeG y la Semades.
En estas zonas, añade, “ocurren procesos químicos vinculados al reciclado de nutrientes y a la eliminación del exceso de nitrógeno y materia orgánica. En algunos casos, los humedales pueden jugar un rol destacado en el filtrado de aguas negras u otros efluentes ricos en materia orgánica particulada”.
Las áreas costeras “son cada vez más importantes para la población humana. Las actividades humanas provocan muchas de las tensiones que afectan a la sostenibilidad […] como pérdidas de hábitat y funciones ecológicas e hidrológicas, aumento de la contaminación, presencia de cantidades mayores de nutrientes [...] aumento rápido del nivel del mar e intercepción e interrupción del flujo de agua y sedimentos”.
Muchos de estos problemas “tienen repercusiones graves [...] en su capacidad de seguir siendo fuentes de valores y funciones para la población y la biodiversidad, pues los humedales abarcan una proporción apreciable de las costas del mundo”.
La destrucción se da “a un ritmo alarmante como consecuencia de una amplia variedad de actividades de desarrollo. Esta destrucción es irreversible en la práctica, sobre todo donde el desarrollo urbano e industrial es importante. No obstante, la restauración y rehabilitación de humedales debiera ser uno de los mecanismos para compensar, cuando proceda, al menos una parte del hábitat destruido en el pasado y restablecer las importantes funciones naturales de protección”.
Dicha restauración es “mucho más costosa que optar por el mantenimiento de las funciones de humedales costeros de manera natural, teniendo en cuenta además que los resultados de la restauración de humedales costeros es generalmente difícil de predecir”. Es decir, como casi todo en la vida: es mejor prevenir que curar.
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