EL INFORMADOR
-Los presidentes municipales que integran la Asociación Intermunicipal de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) están a poco de conocer los resultados del Plan Intermunicipal de Desarrollo Urbano (PIDU), que fueron elaborados por un comité técnico.
Podría ser en 15 días, comentó Carlos Romero Sánchez, titular de la Dirección de Planeación de Zapopan, cuando el PIDU sea evaluado por los alcaldes, aunque para su entrada en vigor, también deberá ser autorizado por los ayuntamientos participantes en la asociación.
El PIDU funcionará entonces como un instrumento rector en la planeación para el crecimiento de la ciudad.
“Lo más importante de esta coordinación es que veremos como un todo a la metrópoli, que tomaremos decisiones apoyados en la información de los demás, no como si fuéramos islas independientes”.
Como parte de los estudios que se desarrollaron, ahora se sabe que la ZMG presenta en promedio una densidad habitacional de 68 viviendas por hectárea, muy baja en comparación con datos históricos, que muestran que los centros fundacionales como Guadalajara y Zapopan llegaron a tener entre 200 y 210 viviendas por hectárea.
Lo ideal, indicó Romero Sánchez, es que la ciudad tuviera una densidad habitacional en promedio del triple a la actual. No obstante, uno de los objetivos del PIDU planteado hacia el año 2030 es que la ZMG aumente su densidad al doble, es decir, a alrededor de 140 viviendas por hectárea.
Así: “Habrá una mejor convivencia. Cuando los adultos mayores añoran los viejos tiempos en que salían al portal a tomar un cafecito, a platicar con los amigos, es porque la gente vivía cerca. Se podía desplazar a pie y se encontraban en la tortillería, en la cantina y en los parques. Con esta ciudad desparramada está el fenómeno que tenemos de grandes desplazamientos. Aspiramos a tener una ciudad más humana, a escala humana, no a escala del automóvil; una ciudad más amable con los niños y ancianos”.
El modelo de ciudad que se busca en el que es posible la movilidad multimodal y el aprovechamiento de las bicicletas como medio de transporte no es factible de realizarse, advierte el funcionario, sin aumentar la densidad de la ciudad: “Si no redensificamos la ciudad no es viable, porque si tienes un origen y un destino a 25 kilómetros de tu casa, tendrías que ser un atleta (para recorrerlo en bici)”.
El acuerdo entre los ayuntamientos fue aplicar los lineamientos que marca el PIDU en la revisión de los planes parciales de desarrollo urbano que deberá comenzar en este su segundo año de administración.
Verticalidad
En la redensificación de la ciudad lo primero deberá ser el aprovechamiento de las reservas intraurbanas, aquellos predios en zonas dentro de la ciudad que ya cuentan con todos los servicios públicos, pero que continúan sin ser edificados. Con respecto al crecimiento vertical, éste deberá centrarse en corredores con características específicas:
“No se trata de meter edificios en toda la ciudad. Habrá que priorizar algunos corredores viales o avenidas que lo soportan; que por su anchura, calidad de banquetas y espacios públicos son aptos para que vivan más personas sobre ellos”.
Y ahondó: “Hablamos de edificios de cuatro o cinco niveles, pero hay corredores que hay que potencializar como tales, que podrán soportar mayores densidades, tal vez edificios de 15 o 20 pisos. Hay corredores secundarios en el municipio donde lo óptimo es redensificar de una manera más moderada”.
Aunque enfatizó que primero deberá estudiarse puntualmente la infraestructura con la que cuentan, en el caso particular de Zapopan, como corredores principales se contempla a Avenida Vallarta, Lázaro Cárdenas, López Mateos y Patria, y como corredores secundarios: Clouthier, Guadalupe, Tepeyac, Copérnico, Laureles y Américas.
La redensificación, indicó Romero Sánchez, debe implicar mayor inversión en la infraestructura de la ciudad.
“Si una zona la tienes consolidada y llegas a potencializarla, tienes que adaptarla con nuevas capacidades”, lo que dijo, no sucedió con la zona de torres en Acueducto.
Redensificar y revitalizar
Debido a que la redensificación se proyecta no sin la participación económica de los desarrolladores para mejorar la infraestructura de la zona que se impacta, se presenta como una herramienta para revitalizar barrios o colonias de la ciudad con un entorno deficiente y en mal estado.
Romero Sánchez declaró: “La redensificación no es una minusvalía para las propiedades, si se sabe manejar es una oportunidad excelente para crear infraestructura. Hay zonas en la ciudad consolidadas con carencia de infraestructura. Si los corredores cerca de estas colonias se potencializan, se redensifican, a través de ello se puede conseguir inversión que el municipio quisiera destinar, pero no tiene la suficiencia presupuestal para renovar toda la cuidad”.
-Los presidentes municipales que integran la Asociación Intermunicipal de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) están a poco de conocer los resultados del Plan Intermunicipal de Desarrollo Urbano (PIDU), que fueron elaborados por un comité técnico.
Podría ser en 15 días, comentó Carlos Romero Sánchez, titular de la Dirección de Planeación de Zapopan, cuando el PIDU sea evaluado por los alcaldes, aunque para su entrada en vigor, también deberá ser autorizado por los ayuntamientos participantes en la asociación.
El PIDU funcionará entonces como un instrumento rector en la planeación para el crecimiento de la ciudad.
“Lo más importante de esta coordinación es que veremos como un todo a la metrópoli, que tomaremos decisiones apoyados en la información de los demás, no como si fuéramos islas independientes”.
Como parte de los estudios que se desarrollaron, ahora se sabe que la ZMG presenta en promedio una densidad habitacional de 68 viviendas por hectárea, muy baja en comparación con datos históricos, que muestran que los centros fundacionales como Guadalajara y Zapopan llegaron a tener entre 200 y 210 viviendas por hectárea.
Lo ideal, indicó Romero Sánchez, es que la ciudad tuviera una densidad habitacional en promedio del triple a la actual. No obstante, uno de los objetivos del PIDU planteado hacia el año 2030 es que la ZMG aumente su densidad al doble, es decir, a alrededor de 140 viviendas por hectárea.
Así: “Habrá una mejor convivencia. Cuando los adultos mayores añoran los viejos tiempos en que salían al portal a tomar un cafecito, a platicar con los amigos, es porque la gente vivía cerca. Se podía desplazar a pie y se encontraban en la tortillería, en la cantina y en los parques. Con esta ciudad desparramada está el fenómeno que tenemos de grandes desplazamientos. Aspiramos a tener una ciudad más humana, a escala humana, no a escala del automóvil; una ciudad más amable con los niños y ancianos”.
El modelo de ciudad que se busca en el que es posible la movilidad multimodal y el aprovechamiento de las bicicletas como medio de transporte no es factible de realizarse, advierte el funcionario, sin aumentar la densidad de la ciudad: “Si no redensificamos la ciudad no es viable, porque si tienes un origen y un destino a 25 kilómetros de tu casa, tendrías que ser un atleta (para recorrerlo en bici)”.
El acuerdo entre los ayuntamientos fue aplicar los lineamientos que marca el PIDU en la revisión de los planes parciales de desarrollo urbano que deberá comenzar en este su segundo año de administración.
Verticalidad
En la redensificación de la ciudad lo primero deberá ser el aprovechamiento de las reservas intraurbanas, aquellos predios en zonas dentro de la ciudad que ya cuentan con todos los servicios públicos, pero que continúan sin ser edificados. Con respecto al crecimiento vertical, éste deberá centrarse en corredores con características específicas:
“No se trata de meter edificios en toda la ciudad. Habrá que priorizar algunos corredores viales o avenidas que lo soportan; que por su anchura, calidad de banquetas y espacios públicos son aptos para que vivan más personas sobre ellos”.
Y ahondó: “Hablamos de edificios de cuatro o cinco niveles, pero hay corredores que hay que potencializar como tales, que podrán soportar mayores densidades, tal vez edificios de 15 o 20 pisos. Hay corredores secundarios en el municipio donde lo óptimo es redensificar de una manera más moderada”.
Aunque enfatizó que primero deberá estudiarse puntualmente la infraestructura con la que cuentan, en el caso particular de Zapopan, como corredores principales se contempla a Avenida Vallarta, Lázaro Cárdenas, López Mateos y Patria, y como corredores secundarios: Clouthier, Guadalupe, Tepeyac, Copérnico, Laureles y Américas.
La redensificación, indicó Romero Sánchez, debe implicar mayor inversión en la infraestructura de la ciudad.
“Si una zona la tienes consolidada y llegas a potencializarla, tienes que adaptarla con nuevas capacidades”, lo que dijo, no sucedió con la zona de torres en Acueducto.
Redensificar y revitalizar
Debido a que la redensificación se proyecta no sin la participación económica de los desarrolladores para mejorar la infraestructura de la zona que se impacta, se presenta como una herramienta para revitalizar barrios o colonias de la ciudad con un entorno deficiente y en mal estado.
Romero Sánchez declaró: “La redensificación no es una minusvalía para las propiedades, si se sabe manejar es una oportunidad excelente para crear infraestructura. Hay zonas en la ciudad consolidadas con carencia de infraestructura. Si los corredores cerca de estas colonias se potencializan, se redensifican, a través de ello se puede conseguir inversión que el municipio quisiera destinar, pero no tiene la suficiencia presupuestal para renovar toda la cuidad”.
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