martes, 15 de abril de 2008

Invaden predio ejidal con apoyo de policía zapopana

Ejidatario despojado, agredido y amenazado fue detenido ayer.

Policías de Zapopan fueron fotografiados por los afectados en los terrenos que involucra la denuncia. Foto: Público

Agustín del Castillo - PÚBLICO


El pasado viernes 11 de abril, Isaac Aguilar Lazo fue despojado a golpes de su terreno ejidal, enclavado al ingreso de Santa Ana Tepetitlán. El supuesto acto delictivo fue respaldado por elementos de cinco patrullas de la Policía de Zapopan.

Se trata de las camionetas con los números Z-01, Z-501, ZB-01, ZB-04 y ZB-02, todas de la Dirección de Seguridad Pública de Zapopan, “conjuntamente con los ahora denunciados, a los cuales iban apoyando y los que se hacían acompañar de igual manera de una máquina conocida como traxcavo […] varios de ellos [los civiles] traían pistolas fajadas al cinto con el único afán de amedrentarme…”.

Aguilar Lazo es conocido en su poblado. Es uno de los líderes del movimiento de resistencia contra la urbanización incontrolada de las tierras de este viejo pueblo indígena. Y últimamente, piedra en el zapato para el SIAPA, pues ha impedido con otros campesinos la conexión del macrotanque del organismo en la zona, alegando despojo del agua.

En la denuncia penal que presentó el ofendido ayer ante la Procuraduría General de Justicia del Estado, añade que intentó a acercarse para hablar con los invasores, pero “se me dejaron ir a golpes, echándoseme encima, tirándome patadas en la cara y tratando de someterme; los primeros que se me dejaron ir fueron los señores Manuel Alvarado y Silviano Álvarez, quienes me lesionaron y me ocasionaron la heridas descritas en el parte de lesiones [16543 de la Cruz Verde de Guadalajara]; después los demás me golpearon y los elementos policiacos me sometieron…”.

La acción criminal se realizó poco después de las tres de la tarde, pues el quejoso debió acudir por la mañana a un citatorio en la sede del Ayuntamiento de Zapopan, dado que el municipio había desenterrado un viejo expediente según el cual tendría derechos sobre su terreno; Isaac mostró todas las licencias municipales que se le han extendido como prueba de su larga y pacífica posesión, además de un acuerdo firme de asamblea ejidal que data de 1996, que demuestra su derecho de propietario.

En Zapopan nadie lo atendió, alegando ignorancia o falta de tiempo. Entonces se fue a atender asuntos personales y regresó al atardecer a su finca, en donde lo recibieron los policías, apoyando el corte de la malla ciclónica y abriendo espacio para que los invasores metieran un traxcavo. Los gendarmes se negaron a prestarle servicio para expulsar a los invasores, por “las órdenes superiores” que recibieron. En la policía zapopana lo trajeron de un teléfono a otro, pero nadie le respondió.

Los despojadores llevaron al día siguiente un trailer-casa. Isaac recibió ayuda de sus vecinos: unos 25 ejidatarios montaron campamento en el predio, ubicado en Madero y Mariano Otero.

Este lunes, interpuso denuncia penal y controversia agraria. En ese texto, señala la presunta culpa del alcalde Juan Sánchez Aldana.

Y el final del primer capítulo es típico de la justicia “a la mexicana”: Isaac, el despojado, el agredido físicamente, el amenazado de muerte, fue ayer por la noche detenido por policías ministeriales “por órdenes de una juez de Tlajomulco”, según alcanzaron a decir mientras encañonaban al ejidatario y lo subían a golpes al vehículo oficial.

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